Jóvenes de Sumapaz le apuestan a la agroecología

Tecnologías de bajo costo como yurtas (viviendas nómadas), baños secos, lombricompost, microorganismos de montaña, comunicación alternativa y reconocimiento de especies son algunos de los aprendizajes para la población joven de la localidad de Sumapaz, extensa región ubicada en el suroriente de Bogotá.

Así lo explicó el profesor Jairo Giraldo, del Departamento de Física de la Universidad Nacional durante el lanzamiento de la cartilla "Una guía práctica para la réplica de experiencias" y la presentación del proyecto “Laboratorio para la transición a la agroecología”.

Agregó que algunas recomendaciones son “fortalecer el trabajo con la juventud y el reconocimiento con las comunidades de la región, aproximarse al campo mediante prácticas inherentes a este, y aprender sobre ecotecnologías y sobre la pertinencia de la comunicación alternativa”.

Señaló además que el proyecto se desarrolló en las regiones de Pasca y Tibacuy, en Sumapaz, cerca al municipio de Fusagasugá, mediante actividades de campo y metodologías participativas entre jóvenes campesinos de la región, la UNAL y los colectivos Enraizando y Tierra Libre.

En el Laboratorio se generaron encuentros formativos con la juventud rural en torno a la agroecología –procesos ecológicos aplicados a la producción agrícola–, la cocreación y la organización comunitaria.

“El proyecto surgió de la convicción y la necesidad de tener una mirada diferente sobre el campo con prácticas que mitiguen los efectos negativos que el ser humano le ha dejado al ecosistema”, aseguró el profesor Giraldo.

Sembrando en la juventud rural

Según el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, en Colombia el 40 % de los jóvenes rurales se encuentran en condición de pobreza, y el 16,7 % en pobreza extrema.

Es por eso que el proyecto busca generar más espacios de participación para jóvenes de diferentes territorios del país, para que ellos creen propuestas diversas e innovadoras para el presente y futuro de la región.

En Colombia los campesinos son los primeros en emigrar a las grandes ciudades, por lo que el Laboratorio busca darle a la juventud rural herramientas con las que puedan fortalecer su proceso de permanencia en el campo y hacer la transición hacia la agroecología y la sostenibilidad, potenciando sus propios conocimientos.

“Vimos necesario trabajar con la experiencia de los jóvenes y con todo lo que pueden aportar en la formación de sus propias comunidades, especialmente permaneciendo en su territorio”, sostuvo Juan Diego Reina, del Grupo de Investigación en Tecnologías e Innovación para el Desarrollo Comunitario de la UNAL.

Durante los talleres –realizados los domingos en una finca agroecológica del municipio de Pasca, Cundinamarca– a niños y jóvenes se les brindaron clases teóricas y prácticas. Al final de la jornada se recogían sus experiencias, que se incluyeron en la Guía práctica.

“Tenemos la tranquilidad de que los jóvenes quedan con una serie de herramientas metodológicas de diseño, codiseño participativo y medidas de tecnología de bajo costo”, señaló el investigador Reina.

El lanzamiento de la cartilla se realizó en el Restaurante Casa de Citas, y contó con la participación de invitados, organizadores, directores y colectivos participantes en el proyecto.

“Una de nuestras mayores expectativas con la divulgación de esta cartilla es que la experiencia se replique y se masifique en otros territorios de los Andes, e incluso de Colombia”, afirmó Jairo Andrés Peña, biólogo de la UNAL e integrante del proceso colectivo Tierra Libre.

La iniciativa “Laboratorio para la transición a la agroecología” fue escogida en la selección del Proyecto de Extensión de la UNAL en 2017, que comprende programas y proyectos científicos, tecnológicos, artísticos y culturales de alto impacto social.

Tecnologías de bajo costo como yurtas (viviendas nómadas), baños secos, lombricompost, microorganismos de montaña, comunicación alternativa y reconocimiento de especies son algunos de los aprendizajes para la población joven de la localidad de Sumapaz, extensa región ubicada en el suroriente de Bogotá.

Así lo explicó el profesor Jairo Giraldo, del Departamento de Física de la Universidad Nacional durante el lanzamiento de la cartilla "Una guía práctica para la réplica de experiencias" y la presentación del proyecto “Laboratorio para la transición a la agroecología”.

Agregó que algunas recomendaciones son “fortalecer el trabajo con la juventud y el reconocimiento con las comunidades de la región, aproximarse al campo mediante prácticas inherentes a este, y aprender sobre ecotecnologías y sobre la pertinencia de la comunicación alternativa”.

Señaló además que el proyecto se desarrolló en las regiones de Pasca y Tibacuy, en Sumapaz, cerca al municipio de Fusagasugá, mediante actividades de campo y metodologías participativas entre jóvenes campesinos de la región, la UNAL y los colectivos Enraizando y Tierra Libre.

En el Laboratorio se generaron encuentros formativos con la juventud rural en torno a la agroecología –procesos ecológicos aplicados a la producción agrícola–, la cocreación y la organización comunitaria.

“El proyecto surgió de la convicción y la necesidad de tener una mirada diferente sobre el campo con prácticas que mitiguen los efectos negativos que el ser humano le ha dejado al ecosistema”, aseguró el profesor Giraldo.

Sembrando en la juventud rural

Según el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, en Colombia el 40 % de los jóvenes rurales se encuentran en condición de pobreza, y el 16,7 % en pobreza extrema.

Es por eso que el proyecto busca generar más espacios de participación para jóvenes de diferentes territorios del país, para que ellos creen propuestas diversas e innovadoras para el presente y futuro de la región.

En Colombia los campesinos son los primeros en emigrar a las grandes ciudades, por lo que el Laboratorio busca darle a la juventud rural herramientas con las que puedan fortalecer su proceso de permanencia en el campo y hacer la transición hacia la agroecología y la sostenibilidad, potenciando sus propios conocimientos.

“Vimos necesario trabajar con la experiencia de los jóvenes y con todo lo que pueden aportar en la formación de sus propias comunidades, especialmente permaneciendo en su territorio”, sostuvo Juan Diego Reina, del Grupo de Investigación en Tecnologías e Innovación para el Desarrollo Comunitario de la UNAL.

Durante los talleres –realizados los domingos en una finca agroecológica del municipio de Pasca, Cundinamarca– a niños y jóvenes se les brindaron clases teóricas y prácticas. Al final de la jornada se recogían sus experiencias, que se incluyeron en la Guía práctica.

“Tenemos la tranquilidad de que los jóvenes quedan con una serie de herramientas metodológicas de diseño, codiseño participativo y medidas de tecnología de bajo costo”, señaló el investigador Reina.

El lanzamiento de la cartilla se realizó en el Restaurante Casa de Citas, y contó con la participación de invitados, organizadores, directores y colectivos participantes en el proyecto.

“Una de nuestras mayores expectativas con la divulgación de esta cartilla es que la experiencia se replique y se masifique en otros territorios de los Andes, e incluso de Colombia”, afirmó Jairo Andrés Peña, biólogo de la UNAL e integrante del proceso colectivo Tierra Libre.

La iniciativa “Laboratorio para la transición a la agroecología” fue escogida en la selección del Proyecto de Extensión de la UNAL en 2017, que comprende programas y proyectos científicos, tecnológicos, artísticos y culturales de alto impacto social.