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Mientras la familia de Javier Alfonso Pérez lo sepultaba en un cementerio al norte de la capital, un juez del complejo judicial de Paloquemao le otorgaba la casa por cárcel a Carlos Celedón, el homicida que acabó con la vida del joven y que dejó herido a otro hincha del Nacional por llevar una sombrilla con los colores de su equipo.
Cada día aumentan más los casos por intolerancia entre hinchas; situaciones como las sucedidas el pasado fin de semana en que un hincha del Junior atacó hasta causarle la muerte a un fanático del América de Cali, sólo por portar una camiseta alusiva a su equipo de fútbol, se registran con mayor frecuencia.
Pese a que los familiares de Javier Alfonso pidieron justicia, el asesino cumplirá su condena en un su casa, pues el delincuente no aceptó los cargos por homicidio y obtuvo un beneficio para pagar su pena con detención domiciliaria.