Kennedy, Santafé, Mártires y Chapinero, en donde más se ejerce prostitución

Una encuesta realizada por la Veeduría Distrital a 450 prostitutas arrojó resultados preocupantes. El 82% manifestó que deciden ingresar a este oficio porque no tienen ninguna otra alternativa de ingresos. De hecho, más de la mitad reconoció no haber desempeñado ningún otro tipo de trabajo.

Las trabajadoras sexuales, en su mayoría provenientes de departamentos como Antioquia, Risaralda y Caldas, y vinculadas al oficio desde temprana edad -el 35% lo hizo entre 10 y 18 años y el 56 entre 19 y 25-, ven la prostitución como primera opción, no sólo por la falta de oportunidades, sino por tener que asumir responsabilidades familiares.

El 73% de las prostitutas tienen hijos y de estos el 70% viven con ellos. "Lo que más preocupa es que los menores deben permanecer solos o bajo el cuidado de otras personas, pues las trabajadoras sexuales pasan entre siete y nueve horas en el establecimiento donde trabajan, muchas veces los siete días de la semana", señala el informe de la Veeduría.

Otra de las razones que argumentaron para mantenerse vinculadas al oficio es el ingreso que perciben, ya que cerca de la mitad percibe mensualmente entre $500 mil y $1 millón, pese a que la mayoría debe entregar parte del dinero que le ingresa al establecimiento.

Además de tener este único ingreso, las personas que se prostituyen manifestaron que diariamente tienen que convivir con otros riesgos propios de la actividad como son el uso de drogas, consumo de alcohol, peleas y robos.

La encuesta señala que la mayoría de los clientes, entre los 25 y 45 años, son profesionales, universitarios, personal de las fuerzas militares y pensionados.

Cerca de la mitad de las trabajadoras atienden entre uno y cinco clientes por día y otro buen porcentaje, entre seis y diez.

Una encuesta realizada por la Veeduría Distrital a 450 prostitutas arrojó resultados preocupantes. El 82% manifestó que deciden ingresar a este oficio porque no tienen ninguna otra alternativa de ingresos. De hecho, más de la mitad reconoció no haber desempeñado ningún otro tipo de trabajo.

Las trabajadoras sexuales, en su mayoría provenientes de departamentos como Antioquia, Risaralda y Caldas, y vinculadas al oficio desde temprana edad -el 35% lo hizo entre 10 y 18 años y el 56 entre 19 y 25-, ven la prostitución como primera opción, no sólo por la falta de oportunidades, sino por tener que asumir responsabilidades familiares.

El 73% de las prostitutas tienen hijos y de estos el 70% viven con ellos. "Lo que más preocupa es que los menores deben permanecer solos o bajo el cuidado de otras personas, pues las trabajadoras sexuales pasan entre siete y nueve horas en el establecimiento donde trabajan, muchas veces los siete días de la semana", señala el informe de la Veeduría.

Otra de las razones que argumentaron para mantenerse vinculadas al oficio es el ingreso que perciben, ya que cerca de la mitad percibe mensualmente entre $500 mil y $1 millón, pese a que la mayoría debe entregar parte del dinero que le ingresa al establecimiento.

Además de tener este único ingreso, las personas que se prostituyen manifestaron que diariamente tienen que convivir con otros riesgos propios de la actividad como son el uso de drogas, consumo de alcohol, peleas y robos.

La encuesta señala que la mayoría de los clientes, entre los 25 y 45 años, son profesionales, universitarios, personal de las fuerzas militares y pensionados.

Cerca de la mitad de las trabajadoras atienden entre uno y cinco clientes por día y otro buen porcentaje, entre seis y diez.