Molesto y respaldando al presidente Gustavo Petro. Así fueron las declaraciones del ministro de Transporte, William Camargo, ante las críticas que han surgido luego de conocer algunos fragmentos del informe que presentó la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), en el que comparó el proyecto de metro subterráneo, que adelantó Gustavo Petro cuando fue alcalde de Bogotá, y los del metro elevado, obra que reporta un 29% de avance.
La conclusión que más cuestionamientos ha generado, al punto de decir que el primer mandatario estaba mintiendo, es la que surgió al comparar los avances de los estudios del subterráneo frente a la actual obra. Ante esto, el jefe de la cartera de Transporte aseguró que “es una falta de respeto calificar al presidente de la República como mentiroso”.
Camargo, definió la interpretación del estudio de la SCI como una “irresponsable, apresurada de fragmentos de documentos internos de trabajo, desinformando y emitiendo juicios falsos, a partir de una lectura incompleta, descontextualizada y sesgada, de un estudio integral, que tienen en su totalidad 5 tomos y más de 2.500 folios”.
Camargo indicó, además que, según una auditoría de la Oficina de Control Interno del IDU en 2016, “se contaba con todos los productos de ingeniería básica avanzada desarrollados dentro del contrato (...) Si el proceso se hubiera continuado, ¡Bogotá habría culminado la construcción de la PLMB en el año 2021!”.
El informe de la SCI que se convirtió en la manzana de la discordia
El 1 de febrero, la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) presentó el estudio que adelantó por contrato por más de $8.000 millones para la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), con el fin de explorar tres alternativas para la construcción de la Primera Línea del Metro de Bogotá.
El documento no fue conocido sino hasta el 7 de marzo, luego de una tutela presentada por el concejal Julián Sastoque, donde daba cuenta que el actual proyecto elevado ha alcanzado la fase 3 de estudios. Mientras que el presentado por el jefe de Estado, que lo propone de manera subterránea, solo el estudio ambiental ha llegado a fase 3; mientras que otros, como los estudios de demanda, de estructuras, de geotecnia y de costos, están apenas en fase 1.
Esto contradice las afirmaciones del presidente Petro, que había dejado estudios avanzados para el tramo subterráneo durante su Alcaldía.
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“La SCI es claro en advertir sobre las consecuencias que tendrían modificar el proyecto como lo quiere el Gobierno Nacional. Riesgos en materia jurídica, de costos y de inversión en otros proyectos”, señaló el cabildante del Partido Verde a través de su cuenta en X.
Por su parte, Rafael Fonseca, delegado de la SCI, fue claro en asegurar que el documento se realizó con base en ejercicios académicos, sin emitir recomendaciones concretas sobre cuál modelo es mejor que el otro. Cuenta de ello, son las conclusiones en materia de costos, pues denotaban que el del proyecto subterráneo en 2014, ascendía a 25,3 billones de pesos; casi el doble del valor proyectado en 2017 para el elevado, que fue de 12,8 billones.
Mientras esta discusión continúa, el alcalde Carlos Fernando Galán ha sido enfático en señalar que se cumplirá con la entrega de los plazos establecidos, ejecutando lo pactado y contratado.
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Por Redacción Bogotá
