Esta semana se conoció el caso de Hélber Bolívar, el vigilante de la bodega de una empresa de alimentos (ubicada en el barrio Jorge Eliécer Gaitán), quien habría sido retenido en el lugar, por parte de sus empleadores, por casi 50 días.
La versión de Bolívar explica que los empleadores le dijeron que no podía salir de la bodega porque eso sería abandono de trabajo. Él, temeroso de quedarse sin ese sustento económico, optó por permanecer en el lugar. Además, dice que no puede salir sin que sus empleadores se enteren, pues el sitio cuenta con un sistema de alarmas que se activa cuando se abre la puerta.
Bolívar también dijo que después de la primera semana sus empleadores lo dejaron abandonado, ya que no le estaban enviando comida. Por esa razón su familia se hizo cargo de su alimentación; todas las noches le pasaban alimentos por la ventanilla de la puerta principal. Como pudo, asegura, improvisó una cama con dos sillas y una cobija.
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Las declaraciones de la representante legal de la compañía (Santa Bárbara RBR SAS), obtenidas por Blu Radio, explican que Bolívar sí permaneció durante todos esos días en el lugar, pero por voluntad propia. Además, dice que el vigilante siempre tuvo acceso a todo tipo de alimentos.
Esta representante legal, quien pidió la reserva de su nombre, aseguró que, después de que se conociera el caso de Bolívar, han recibido amenazas de diferentes personas.
“En este momento tengo miedo porque las amenazas han sido de muerte. No sabemos qué hacer porque, además de la situación económica, tenemos estas amenazas”, dijo la representante legal.
Como muestra de que el vigilante no se encontraba retenido contra su voluntad, la compañía aseguró que este salió del lugar el Día de la Madre, y que permaneció afuera todo el día, mientras otra persona lo reemplazó. Además, asegura que el lugar se encuentra acondicionado con una ducha y televisión por cable (no dicen nada de una cama o un lugar para preparar los alimentos).
El Espectador conoció que, aunque no se interponga acciones legales por parte de las víctimas (porque este caso se suma al de Edy Fonseca), el Ministerio del Trabajo ya está avanzando en las investigaciones.
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El abogado laboralista Víctor Julio Díaz explicó a este medio que, de llegarse a comprobar el abuso por parte de los empleadores, el vigilante no solo tendría derecho a una indemnización, sino también al pago de todas esas horas extra que, en teoría, estuvo laborando durante estos casi 50 días. Además, los presuntos responsables del hecho estarías sujetos a sanciones administrativa, e incluso de otro tipo.