La hoja de ruta territorial que ahora tendrá el centro de Bogotá
El Distrito tiene listo el Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) del Centro Histórico, que fija acciones en los próximos 20 años, en medio de la construcción de la primera línea del metro. Mantener el balance entre la preservación de las estructuras más antiguas y lograr la renovación, los principales retos.
Mónica Rivera Rueda
La ciudad ya tiene listo el Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) del Centro Histórico de Bogotá, un instrumento de planeación y gestión de un territorio que comprende 835 hectáreas de las localidades de Los Mártires, Santa Fe y La Candelaria. Con la publicación del documento en el Diario Oficial, la ciudad está lista para ponerlo en marcha. Su importancia radica en que se invertirán $1,8 billones para preservar las edificaciones más antiguas e históricas, así como fijar las bases para la renovación de la zona en medio de grandes obras, como la primera línea del metro. En general, el PEMP incluye sitios como la Plaza de Bolívar y San Victorino o Las Cruces y la Plaza España.
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La ciudad ya tiene listo el Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) del Centro Histórico de Bogotá, un instrumento de planeación y gestión de un territorio que comprende 835 hectáreas de las localidades de Los Mártires, Santa Fe y La Candelaria. Con la publicación del documento en el Diario Oficial, la ciudad está lista para ponerlo en marcha. Su importancia radica en que se invertirán $1,8 billones para preservar las edificaciones más antiguas e históricas, así como fijar las bases para la renovación de la zona en medio de grandes obras, como la primera línea del metro. En general, el PEMP incluye sitios como la Plaza de Bolívar y San Victorino o Las Cruces y la Plaza España.
Entre los puntos más destacados está la inclusión de 309 hectáreas de la Reserva Forestal y Protectora Bosque Oriental, con el fin de articular las acciones para reverdecer los cerros, pero también preservar lo patrimonial. “Eso no lo tiene ningún plan especial de manejo. Queremos darle valor patrimonial, así como lograr que los cerros ayuden a mitigar impactos, como los encharcamientos en el centro a través de sistemas de drenaje, o proyectos como Parque Pueblo Viejo, en la parte alta de La Candelaria, con acciones como tanques de agua para el riego permanente de especies nativas, pero también almacenar el líquido en caso de incendio. Es ver cómo podemos aportar y ver cómo los cerros lo pueden hacer”, aseguró Claudia Silva, quien hizo parte del equipo que construyó el PEMP.
Por otro lado, el PEMP se articuló con planes parciales ya adoptados, como el de San Bernardo, y otros proyectos como la primera línea del metro, con el fin de fomentar la construcción de 11.000 nuevas viviendas y así, por lo menos, duplicar la población de esta zona, en la que hoy viven alrededor de 56.000 personas. Según Silva, “un centro histórico sin viviendas y sin residentes es un centro histórico de vitrina. Para nosotros lo más importante es que la gente que resida en el centro tenga la mejor forma de vivir, las mejores oportunidades, una proximidad, vida de barrio y en la medida que haya esa vitalidad, lograremos revitalizarlo”.
Sumado a esto se incluyó en el último año la reactivación económica, no solamente vista desde la necesidad de espacios como “Bogotá a Cielo Abierto”, mayor ventilación o fomento al turismo, sino desde la necesidad de que los espacios puedan ser multiusos y propicien el reconocimiento de las actividades económicas barriales preexistentes, como las industriales y artesanales de bajo impacto, que por el uso del suelo no están permitidas en la zona. “No se estaba reconociendo que se tiene manufactura de confecciones, litógrafos, joyeros y una riqueza base de nuestra economía. En su mayoría son industrias familiares, que al reconocer y permitir usos muy complementarios pueden volverse clúster y formar redes colaborativas con San Victorino. Da la posibilidad de hacer encadenamientos, para que entre todos podamos potenciar esas economías”, dijo Silva.
Por último está la simplificación normativa. Dado que la intervención de predios patrimoniales no solo requería diferentes procesos ante diferentes entidades (lo cual genera miedo al momento de adquirirlas), sino porque también algunas de ellas presentan problemas de titularidad, que terminan en dobles instancias ante el Instituto Distrital de Patrimonio y el Ministerio de Cultura. De acuerdo con Silva, se hizo el ajuste “pensando en grandes proyectos y en simplificar. La idea no es homogenizar, sino ver cómo cabemos todos de la mejor manera, pero también apoyando desde la administración con el saneamiento y la ejecución de las acciones a más corto plazo”.
Los proyectos
Aparte del estudio, inventario, valoración e intervención del patrimonio inmueble, el PEMP propone, a partir de ahora y hasta 2038, la implementación de un plan de manejo arqueológico, el reconocimiento del patrimonio paleontológico y del cultural inmaterial, la recuperación de corredores ecológicos y paseos ambientales, y la generación de sistemas urbanos de drenaje sostenible.
En temas urbanísticos se destaca el mejoramiento de inmuebles residenciales, titulaciones y saneamientos legales, reuso de predios en desuso y el fomento a los proyectos urbanos y planes parciales. Frente a la movilidad, se incluyó la rehabilitación de la malla vial, la construcción de ciclovías y cicloparqueaderos, la intervención de ejes de prioridad peatonal, las implementaciones de estaciones perimetrales, así como el fortalecimiento de caminos históricos y la articulación de otros puntos como la gestión del riesgo, con lo incluido dentro del Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
Entre lo más grande está la consolidación del parque urbano Pueblo Viejo, que quedaría junto a la Media Torta, bajo la avenida Circunvalar, y llegaría hasta el Parque de La Concordia, al lado de la plaza de mercado. El plan contempla la recuperación de la quebrada San Bruno, la implementación de miradores, iluminación generada por paneles solares y otros generadores de energía eólica, y pasos que facilitarían el tránsito de los estudiantes de las universidades cercanas, como los Andes o la sede del Vivero de la Universidad Distrital.
Además, se proyectan siete puntos de encuentro, donde existe mobiliario de interés turístico, o la construcción de nuevas infraestructuras, entre las que se encuentran el proyecto Aguas Concordia, que articula la bienvenida a Monserrate, el mejoramiento de la Plaza de la Concordia y la Quinta de Bolívar, o el proyecto Egipto Rumichaca, donde se busca potencializar la plaza de mercado y recuperar el espacio público sobre la ronda de la quebrada Manzanares, el puente Holguín y el Chorro de Egipto.
En el caso del proyecto Voto España, se incluyen seis manzanas entre el Voto Nacional y la Plaza España, en donde se busca potencializar la vivienda, así como resaltar espacios como la Plaza de Los Mártires, el colegio Agustín Nieto Caballero o el comercio tradicional en el edificio Fábrica Pastas El Gallo, desde donde se tiene una vista panorámica del lugar y se haría una plazoleta de comidas. En otros, como Lourdes-Las Cruces hay un pasaje entre casas, así como los lavaderos que se promovieron en la época cuando Jorge Eliécer Gaitán fue alcalde.
Incluido a esto se encuentra la rehabilitación de los ejes viales, entre los que están los naturales como la calle 26, la calle 19, la avenida Jiménez, la calle séptima, la avenida Comuneros, entre otros, que serán arborizados; los fundacionales, como las carreras séptima y octava, entre calles 10 y 11, y los barriales en los que se promoverán actividades productivas y de escala vecinal. Finalmente, estarán los miradores patrimoniales y dos espacios a cielo abierto: el Museo de la Democracia, que se articula al de Bogotá, y la Casa abierta del Centro Histórico como oficina de información y servicio ciudadano.
Este documento final es la recopilación de 25 años de trabajo de la Alcaldía, comunidades organizadas y colectivos que trabajaron por estructurar proyectos para esta zona y cuya implementación se deberá sumar a los privados. Del plan de revitalización de Petro se tomó la recuperación de los cafés tradicionales, mientras que para Claudia Silva, la mayor parte del proyecto se estructuró durante la administración Peñalosa, y en esta se hicieron ajustes, debido a que el plan estaba atado al POT, que se cayó en el Concejo.
Ahora vendrá la implementación. El Instituto de Patrimonio habilitó una página con la información mientras se estructura un sistema similar al Sinupot, para consultar las normas urbanísticas que rigen en la zona, así como vendrá la cartilla normativa y la divulgación del documento. Desde la oposición se han cuestionado la aplicabilidad y la participación ciudadana, las cuales el Distrito señala que se garantizaron. Por su parte, algunos expertos señalan que será importante la apuesta de habitabilidad que se le dé, dado que en planes como el Parque Metropolitano Tercer Milenio se eliminó todo lo que existía y poco se ha hecho por la recomposición social, como lo señala la geógrafa Ángela Milena Niño Mendieta, en un estudio sobre lo que ocurre en el barrio San Bernardo.
Para Ómar Oróstegui, director de Futuros Urbanos, fue un ejercicio con una buena discusión y actores de por medio. “Es un ejercicio riguroso, y lo bueno es que recupera el centro. Hay que ver si choca en algo con el POT, porque sigue concentrando una alta demanda laboral, pero le apuesta al crecimiento de la vivienda”. Hoy se hará la presentación oficial del PEMP, por lo que quedará en manos del Distrito su ejecución, ante las variables que trajo la pandemia, pero además bajo el reto de implementar un proyecto que tendrá que ir de la mano con las grandes obras que tendrá Bogotá, la conservación de los cerros y la preservación del patrimonio, que se concentra en su mayoría en el centro de la ciudad.