Mientras aún resonaba la noticia de la muerte de los Quintero (padre e hijo que se ahogaron en extrañas circunstancias en el lago del Parque Simón Bolívar), el martes en la tarde ingresaba al Hospital La Misericordia una niña de 21 meses de edad que recibió una brutal golpiza. El parte: nueve fracturas.
En un principio, la madre de la menor le dijo a los médicos del lugar que las heridas se debían a una caída del coche en el que transportaba a su hija. Los especialistas la confrontaron al decirle que era imposible que las heridas que tenía su hija hubieran sido causadas por el accidente que relataba. Ante la presión, la mujer cedió y le dijo al personal del centro de salud que el padrastro de la menor había sido el causante de las fracturas. Entre lágrimas, la madre relató cómo su compañero había pateado en repetidas ocasiones a la niña. Hasta el miércoles en la tarde, los médicos de La Misericordia esperaban que la menor se recuperara de las heridas físicas.
Este caso, sumado al del ahogamiento de padre e hijo (16 años y con síndrome de Down), son dos de los más recientes capítulos en la ciudad de una macabra racha de violencia hacia la niñez que, desde el 31 de diciembre del año pasado, ha dejado en todo el país más de 19 menores muertos, según cifras presentadas en un informe de autoría de la concejal Gilma Jiménez, quien impulsa el referendo de la cadena perpetua para quienes maltraten a niños.
El documento, realizado con las cifras que año tras año compila Medicina Legal, pasa revista a las muertes violentas de menores de edad desde 2006 a 2009. En este lapso, 8.000 menores murieron violentamente en Colombia. De este número, 3.700 fueron asesinados. “La guerra, con los muertos de todos los bandos, ni siquiera se acerca a las cifras de muertos por violencia contra la niñez”, aclara Jiménez.
Uno de los datos más escalofriantes en el informe de la concejal es la tendencia al aumento que los homicidios de niños ha registrado desde 2007 hasta el año pasado. En el primer año hubo 820 homicidios de menores de edad. En 2008, esta cifra subió a 882 y en 2009 el número creció hasta llegar a 1.129. ¿Por qué? “A mí me da mucho miedo construir argumentos acerca de las causas, la pobreza, la falta de educación o cualquier otro, porque éstos terminan justificando los homicidios. Lo que sí es claro es que hay un aumento en la denuncia de estos hechos, pero el incremento en las estadísticas no es sólo por esto, hay que aclarar”, explica Jiménez.
La concejal añade que una de las cosas más preocupantes en lo que se refiere al asesinato de niños es que éste puede ser evitado porque, según ella, el maltrato infantil no es algo que suceda de repente, sino, por el contrario, es un comportamiento que se desarrolla en un espacio de tiempo. En últimas, el asesinato es la culminación de una serie de hechos violentos que se repiten con cierta regularidad.
De acuerdo con las cifras de Medicina Legal, cada día son asesinados tres niños y seis mueren violentamente.
La temporada más sangrienta
Entre el 31 de diciembre del año pasado y el 18 de enero, 19 menores de edad murieron en hechos violentos. En la ciudad, en días recientes, se registró el extraño ahogamiento de Ariel Alonso Quintero, de 16 años, en el lago del parque Simón Bolívar.
Según la concejala Gilma Jiménez, las temporadas de final y comienzo de año son las más dramáticas para la infancia, pues el consumo de alcohol y la violencia de las fiestas decembrinas disparan las cifras de maltrato infantil.
También se registró el 12 de enero la muerte de un niño de siete años cuando una piedra le cayó encima, además del dramático caso de una niña de dos años que fue encontrada muerta a la orilla de una quebrada en el municipio de La Calera. Al parecer, la menor había sido abusada sexualmente.
Cuatro violentos años
Desde 2006 hasta el año pasado, 8.000 niños han muerto en forma violenta. De estos, 3.700 han sido casos de homicidio en los que las víctimas menores de cuatro años han sido 296, como el homicidio de Luis Santiago Lozano, ocurrido en 2008 en el vecino municipio de Chía. De estos crímenes, 623 han sido cometidos contra niñas y los restantes 3.077 homicidios han tenido como víctimas a niños: 177 menores de cuatro años, 83 menores de 10 años, 348 entre los 10 y los 15 años y 2.469 menores de 17 años.
Las cifras muestran que el año más violento para la infancia, desde 2006, fue 2009, en el que se registraron 1.129 homicidios. Los números son los más altos en todas las categorías, como total de niñas asesinadas (171), niños (958) y jóvenes entre los 15 y 17 años, edad en la que se registran la mayoría de los crímenes: 890.