
A la fecha, han sido revisados 18.639 litros de alcohol y destruido 21 litros.
Foto: Secretaría de Seguridad
La temporada decembrina no solo atrae alegría y esparcimiento en comunidad, sino excesos y riesgos, entre ellos, la venta de licor adulterado que es, quizás, uno de los peligros más frecuente y que causa mayores afectaciones a la salud pública. Por ello, en esta época, el Laboratorio de Salud Pública de Bogotá refuerza medidas y, con tecnología, realiza análisis de metanol y grado alcohólico en varias muestras de bebidas, para evitar que lleguen a manos de los consumidores.
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Por Juan Camilo Parra
Periodista egresado de la Universidad Externado de colombia con experiencia en cubrimiento de orden público en Bogotá.jparra@elespectador.com
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