Lluvia de críticas por decreto

En junio de 2015, la ciudadanía verá una reducción del 16% en la tarifa de acueducto y alcantarillado. Así lo dijo el alcalde Gustavo Petro durante una rueda de prensa en la que presentó el nuevo sistema urbano pluvial de drenaje sostenible que la Alcaldía creó a través de un decreto y que será implementado el año entrante. Con este sistema, dice la administración, la lluvia podrá ser almacenada y reutilizada, y el mantenimiento de canales y redes estará a cargo de Aguas de Bogotá, lo cual permitirá una reducción de costos. A esta iniciativa se suma el nuevo marco tarifario de la Comisión de Regulación de Agua Potable (CRA), que también influirá en la disminución del precio.

La idea del alcalde, sin embargo, no ha estado exenta de cuestionamientos. Desde que se ventiló la propuesta, el Sindicato de Trabajadores del Acueducto (Sintraemsdes) ha denunciado que con el nuevo sistema de drenaje se verá afectada la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB). De acuerdo con un documento que preparó el sindicato después de conocer el decreto, “se vislumbra un nuevo escenario en el que buscan atribuirle funciones en el mediano plazo al Idiger (Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático), con lo que lograría ‘torcer el cuello’ a lo establecido en el acuerdo 546 de 2013, que señala que el Idiger no podrá ejercer funciones de otras entidades, salvo de manera temporal o en casos de inminente riesgo”.

Sobre este punto, tanto la empresa de Acueducto como el Idiger se blindaron con el decreto incluyendo otras entidades como la Secretaría de Ambiente y las alcaldías locales en el manejo del sistema pluvial de drenaje sostenible. El Acueducto seguirá asumiendo el mantenimiento y la operación de las redes. Sin embargo, en el sindicato temen que 400 funcionarios que están desempeñando funciones relacionadas con los procesos de alcantarillado pluvial pierdan su trabajo. Históricamente, la Empresa de Acueducto ha subcontratado diferentes firmas para realizar el mantenimiento y la limpieza de los canales. Con el sistema de drenaje sostenible aprobado, Aguas de Bogotá será la entidad encargada de esta tarea.

De hecho, la administración busca que, en lugar de seguir construyendo infraestructura para evacuar la lluvia, los ciudadanos comiencen a reutilizar el agua: “En el futuro no se van a tener tubos o canales más grandes, sino que se aprovechará el agua con otros usos, desde los propietarios de los inmuebles, hasta para áreas comunes en el espacio público”, dijo Javier Pava, director del Idiger.

Lo cierto es que, con el decreto, la Empresa de Acueducto deja de ser la única entidad responsable del sistema de drenaje y los recursos serán manejados a través del Fondiger. Según el sindicato, quitarle al Acueducto “el manejo de cuerpos de agua, canales, ríos, humedales y rondas, significaría una reducción en los ingresos de la EAAB cercana al 20%”.

En efecto, el Idiger estará encargado de recuperar los humedales y renaturalizar las quebradas. Este año, la entidad ha invertido $25.000 millones para la estructuración del sistema de drenaje pluvial y en 2015 invertirá cerca de $57.000 millones. El gerente del Acueducto, Alberto Merlano, dijo que el decreto “no afecta la misión de la empresa de Acueducto. Somos fundamentalmente una empresa de ingeniería. Nuestra tarea es lograr que exista agua en Bogotá hoy y siempre”.

El reto, entonces, queda en manos de la Secretaría de Ambiente y del Idiger. Actualmente, por ocupaciones en la ronda del río Bogotá y la obstrucción de canales, 1’600.000 personas están expuestas a inundaciones. Entre las acciones que contempla el nuevo sistema están: prevenir el reflujo de las aguas que llegan hasta las estaciones de bombeo, recuperar quebradas y humedales, y reutilizar el agua lluvia con fines no potables, como lo hace el centro comercial Titán Plaza, que al mes reutiliza casi 17.000 metros cúbicos de lluvia.

En junio de 2015, la ciudadanía verá una reducción del 16% en la tarifa de acueducto y alcantarillado. Así lo dijo el alcalde Gustavo Petro durante una rueda de prensa en la que presentó el nuevo sistema urbano pluvial de drenaje sostenible que la Alcaldía creó a través de un decreto y que será implementado el año entrante. Con este sistema, dice la administración, la lluvia podrá ser almacenada y reutilizada, y el mantenimiento de canales y redes estará a cargo de Aguas de Bogotá, lo cual permitirá una reducción de costos. A esta iniciativa se suma el nuevo marco tarifario de la Comisión de Regulación de Agua Potable (CRA), que también influirá en la disminución del precio.

La idea del alcalde, sin embargo, no ha estado exenta de cuestionamientos. Desde que se ventiló la propuesta, el Sindicato de Trabajadores del Acueducto (Sintraemsdes) ha denunciado que con el nuevo sistema de drenaje se verá afectada la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB). De acuerdo con un documento que preparó el sindicato después de conocer el decreto, “se vislumbra un nuevo escenario en el que buscan atribuirle funciones en el mediano plazo al Idiger (Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático), con lo que lograría ‘torcer el cuello’ a lo establecido en el acuerdo 546 de 2013, que señala que el Idiger no podrá ejercer funciones de otras entidades, salvo de manera temporal o en casos de inminente riesgo”.

Sobre este punto, tanto la empresa de Acueducto como el Idiger se blindaron con el decreto incluyendo otras entidades como la Secretaría de Ambiente y las alcaldías locales en el manejo del sistema pluvial de drenaje sostenible. El Acueducto seguirá asumiendo el mantenimiento y la operación de las redes. Sin embargo, en el sindicato temen que 400 funcionarios que están desempeñando funciones relacionadas con los procesos de alcantarillado pluvial pierdan su trabajo. Históricamente, la Empresa de Acueducto ha subcontratado diferentes firmas para realizar el mantenimiento y la limpieza de los canales. Con el sistema de drenaje sostenible aprobado, Aguas de Bogotá será la entidad encargada de esta tarea.

De hecho, la administración busca que, en lugar de seguir construyendo infraestructura para evacuar la lluvia, los ciudadanos comiencen a reutilizar el agua: “En el futuro no se van a tener tubos o canales más grandes, sino que se aprovechará el agua con otros usos, desde los propietarios de los inmuebles, hasta para áreas comunes en el espacio público”, dijo Javier Pava, director del Idiger.

Lo cierto es que, con el decreto, la Empresa de Acueducto deja de ser la única entidad responsable del sistema de drenaje y los recursos serán manejados a través del Fondiger. Según el sindicato, quitarle al Acueducto “el manejo de cuerpos de agua, canales, ríos, humedales y rondas, significaría una reducción en los ingresos de la EAAB cercana al 20%”.

En efecto, el Idiger estará encargado de recuperar los humedales y renaturalizar las quebradas. Este año, la entidad ha invertido $25.000 millones para la estructuración del sistema de drenaje pluvial y en 2015 invertirá cerca de $57.000 millones. El gerente del Acueducto, Alberto Merlano, dijo que el decreto “no afecta la misión de la empresa de Acueducto. Somos fundamentalmente una empresa de ingeniería. Nuestra tarea es lograr que exista agua en Bogotá hoy y siempre”.

El reto, entonces, queda en manos de la Secretaría de Ambiente y del Idiger. Actualmente, por ocupaciones en la ronda del río Bogotá y la obstrucción de canales, 1’600.000 personas están expuestas a inundaciones. Entre las acciones que contempla el nuevo sistema están: prevenir el reflujo de las aguas que llegan hasta las estaciones de bombeo, recuperar quebradas y humedales, y reutilizar el agua lluvia con fines no potables, como lo hace el centro comercial Titán Plaza, que al mes reutiliza casi 17.000 metros cúbicos de lluvia.