Los ingresos promedio de una familia migrante venezolana son menores en un 34 %, en comparación con una colombiana.
Foto: El Espectador - Gustavo Torrijos Zuluaga
Vivir en la capital colombiana para un migrante no es cosa fácil. Para cumplir con los $500.000 de arriendo del mes y sostener una calidad de vida digna para sus dos hijos, Rafael Calle, sostiene dos trabajos. En el día se la rebusca como vendedor informal y en la noche, desde las 10:00 p.m. entrega periódicos hasta el amanecer. Vive en una casa en el barrio El Amparo en Kennedy, donde encontró un lugar económico en el que lleva ya unos dos años. En lo que lleva en Bogotá, su familia se ha trasteado dos veces y no piensan volver a hacerlo a...

Por Juan Camilo Parra
Periodista egresado de la Universidad Externado de colombia con experiencia en cubrimiento de orden público en Bogotá.jparra@elespectador.com

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