La nube de polvo llegó en la noche del miércoles a Bogotá.
Foto: Jose Vargas
La emergencia que vive Bogotá en materia ambiental, últimamente atravesada por la crisis hídrica que llevó al racionamiento, no solo tiene que ver con ese particular. La calidad del aire, la contaminación de humedales y ríos, los altos niveles de radiación solar y rayos UV, además de los abruptos cambios en el clima y la temperatura, propiciados por el calentamiento global y el cambio climático, son otras de las aristas que autoridades y ciudadanos deben enfrentar en la cotidianidad de la ciudad.