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Lo que se debe tener en cuenta para el regreso a clases en Bogotá

El aumento de contagios llevó a Fecode y a padres a cuestionar el retorno a las instituciones. Pese a ello, el llamado es a garantizar la presencialidad y atender los vacíos que se han generado por la pandemia en la calidad de la educación.

Mónica Rivera Rueda
09 de enero de 2022 - 02:00 a. m.
Regreso a clases de colegios públicos en Bogotá
Regreso a clases de colegios públicos en Bogotá
Foto: El Espectador - Óscar Pérez

El regreso a las clases presenciales es un hecho. Pese a que Fecode ha pedido más medidas de bioseguridad y hay temor entre los padres por el aumento de casos y de la prevalencia de la variante ómicron, tanto el Gobierno Nacional como el Distrito han advertido que el regreso no se va a aplazar y, en concordancia con expertos, han resaltado la importancia de que se haga pronto.

“Desde el año pasado se le dio prioridad en la vacunación a todo el personal de salud, fue por el que empezamos obviamente. Después se le dio prioridad a todo el personal de educación. Todos los maestros y el personal administrativo de colegios públicos y privados están vacunados desde el año pasado. La Secretaría de Salud nos reporta que todavía quedan muy pocos sin vacunarse, pero porque no han querido. No los podemos obligar, pero les rogamos a los que hagan falta que se vacunen”, dijo la alcaldesa Claudia López.

Por su parte, el Gobierno Nacional ratificó que no se aplazará el inicio de clases ante la solicitud de la Alcaldía de Cali de correr los cronogramas y reiteró la importancia de la presencialidad. “Cerramos 2021 con el 97 % de instituciones en presencialidad. Eso lo que nos da pie es a demostrar que son entornos seguros y que nos tenemos que enfocar en este 2022 por una total presencialidad. Ese es el trabajo que tenemos que hacer con la comunidad educativa. Están dadas las condiciones, los protocolos, la vacunación para el personal y los niños, y así como no se preguntan por qué no ir a fiestas y eventos deportivos, menos se les debe preguntar en lugares donde se aseguran todas las medidas”, señaló la ministra de Educación, María Victoria Angulo.

Sobre esto, Deidamia García, subsecretaria de Integración Interinstitucional de la Secretaría de Educación de Bogotá, explicó que no se debe olvidar que durante el año pasado, además de los pilotos para el regreso a clases, se garantizó en la ciudad el regreso a la presencilidad de las 400 instituciones públicas, a través de un proceso en el que se sortearon complejidades en la construcción de confianza con los padres, a la par con el proceso de vacunación, que para el final del año incluyó a los menores de 12 años.

“Terminamos el año con porcentajes de presencialidad entre el 80 y 95 % de los estudiantes. El proceso de vacunación fue definitivo, así como ha sido importante la articulación con la Secretaría de Salud para la aplicación de las pruebas PCR y la implementación de un sistema de seguimiento a las enfermedades respiratorias”, indicó García.

Por eso, para el inicio de las clases de este año, desde el Distrito se plantea continuar con las medidas de bioseguridad que han funcionado, como el uso del tapabocas, el lavado de manos, garantizar las corrientes de aire en los salones y el distanciamiento mínimo de un metro entre puestos, como lo ha dispuesto el Ministerio. “En los colegios hay rigor en el uso del tapabocas, pero nos toca hacer más campaña en el lavado de manos”, manifestó Deidamia.

En el caso de los colegios privados las experiencias han sido variadas, pues hasta noviembre del año pasado se tuvo reporte del regreso completo en alrededor de 1.200 instituciones, de las cerca de 1.700 registradas y que operaron con alternancia, en las que además se llevaron procesos de aplicación de pruebas PCR, así como incentivos para la vacunación.

En las universidades los procesos fueron más dispares, debido a que cada uno implementó sus propios protocolos y a que las públicas modificaron sus calendarios por los paros. No obstante, de acuerdo con la Secretaría de Educación, la mayoría han establecido las bases para el regreso a la presencialidad.

Nada volverá a ser como antes

Un estudio del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE), de la Universidad Javeriana, estableció un indicador de alistamiento de las instituciones para el regreso escolar, en el que tuvo en cuenta tanto variables físicas como las que la Secretaría de Salud dice que mantendrá, y otras relacionadas con el seguimiento de casos. De los colegios estudiados, se determinó que la mayoría cuentan con protocolos de bioseguridad y aislamiento, pero hay falencias en definir rutas de casos sospechosos, implementar burbujas de estudiantes y docentes -para determinar quiénes rotan- y en la realización de chequeos en el transporte escolar.

Además, “la gran mayoría de las instituciones cumplen con lo físico, pero no necesariamente con un plan de nivelación escolar. Es importante identificar las pérdidas que se han tenido por la falta de la presencialidad y contar con el personal idóneo para atender las afectaciones en los niños. Nuestros estudios, teniendo en cuenta la evidencia internacional, demuestran que la presencialidad es fundamental y que los colegios deben estar abiertos”, argumenta Luz Karime Abadía, codirectora del LEE.

Detrás de esto hay varias circunstancias. El regreso en alternancia que se dio en 2021 también se dio para recoger experiencias y evidenciar factores de riesgo. “Si hemos evidenciado algo positivo es que a nivel oral desarrollaron muchas competencias. Son muy abiertos y participan, porque en la virtualidad utilizamos muchos audios y videos, y soltaron la corporalidad. Sin embargo, desarrollar la motricidad fina, que incluye habilidades como coger un lápiz, rasgar o cortar con tijeras, es bastante complejo y no lo hacen como deberían, pues no tienen paciencia y garabatean”, dijo Tatiana Escorcia, profesora del colegio José Asunción Silva, en el barrio Quiroga, poco después del regreso a los salones.

Para Abadía, además, es importante reconocer que muchos niños llevan dos años sin asistir a los colegios y, en muchos casos, sin realizar una actividad académica, bien sea por la constante ayuda de los padres o, en zonas apartadas del país, por las dificultades para entrar a internet o tener acceso remoto a guías o algún tipo de enseñanza básica.

“Hay muchas cosas a las que nos vamos a enfrentar, porque los niños no ven a sus compañeros desde hace dos años, y con respecto a eso lo que hemos visto en otros lugares del mundo es que es muy probable que se aumenten las peleas escolares, porque ellos llegan más irascibles, por las condiciones, ya que muchos vienen de ambientes peligrosos con violencia en las casas o afectaciones por estrés, pero también porque ya se desacostumbraron a vivir con otras personas que no sean sus familiares”, argumentó Abadía.

Por esto, la experta resaltó que es importante darle prioridad a la valoración inicial del estado académico de cada uno de los estudiantes, pero a la vez del socioemocional tanto de los niños como de los maestros, para atenderlos con profesionales idóneos y de esta forma evitar choques en el acoplamiento al regreso completo a las aulas.

Sobre este asunto, Deidamia señaló que será un punto clave para este período, ya que desde el año pasado se ha reforzado el trabajo con la familia, para el traslado de los espacios académicos de la casa al colegio, dado que durante el año pasado se identificaron dificultades en las habilidades motoras, como las que mostraba Escorcia y otros aspectos de salud pública como desnutrición y falta de actividad física en espacios al aire libre por al encierro.

Será fundamental, además, el trabajo en salud mental, dado que uno de los temas más difíciles durante la pandemia fue el suicidio, ante las dificultades para hacer seguimiento a casos desde la virtualidad. “Creemos que el colegio abierto es fundamental para la identificación de escenarios de salud mental, y de alguna medida dar acompañamiento a niños con ideas suicidas, que puedan derivar en suicidio consumado. Pensamos que este año puede estar cerrando una disminución importante en suicidio con respecto al año anterior, porque la presencialidad no solo reduce esta tendencia, sino que nos permite identificar señales complejas y atenderlas”, dijo García.

Las medidas

Con respecto a lo físico, William Velandia, presidente de Fecode, aseveró que el Gobierno Nacional todavía no puede garantizar el regreso completo y seguro a los colegios. “Tenemos escuelas sin agua, sin los elementos de bioseguridad, sin maestros, lo que imposibilita que se realice nuestro trabajo en sitio. Hoy lo que demandamos del Gobierno es que se materialice lo que se acordó en el acuerdo del año pasado, en el punto de la escuela de la presencialidad, que es que se desarrollen las condiciones de bioseguridad”.

Contrario a esto, los expertos explicaron que no hay que temer. Claudia Beltrán, pedriatra infectóloga y profesora de la Universidad de Antioquia, señaló el jueves pasado a este diario que el ómicron, de lo que se sabe, es más transmisible, pero tiene síntomas más leves y un período de incubación más corto, por lo que “no hay por ahora ninguna alarma de que sea una variante con manifestaciones más graves sobre la población infantil”.

En este mismo camino, Luis Jorge Hernández, médico salubrista y profesor de la Universidad de los Andes, manifestó que esta nueva variante debe tratarse más como una enfermedad respiratoria alta, por lo que debe mantener una buena nutrición, usar el tapabocas y evitar aglomeraciones. “Si tiene gripe debe quedarse en casa, no se necesita que se hagan la prueba si tienen síntomas leves, porque en este momento lo que se pide es que no se pida una consulta médica por una gripe”.

Asimismo, Hernández aseguró que es necesario estar atentos a los signos de alarma, como dificultades respiratorias, presión torácica y, en general, por decaimiento, que puedan estar afectando la vida diaria. “Ahora lo que ocurre es que tenemos un sistema de vigilancia muy dependiente a las pruebas PCR, pero eso no mejora en nada los contagios. El virus ya está y se está extendiendo, por lo que es muy probable que al final a todos nos vaya a dar ómicron”.

Es por esto que, como medida de precaución para el regreso a los colegios, Hernández indicó que se debe tener mucho más cuidado con las salidas días antes, lo que podría ser, por ejemplo, con un aislamiento previo. “Los niños van a estar mucho más seguros en los colegios que en las casas, porque van a estar en espacios abiertos. Además, muchas ciudades llevan seis meses implementando el regreso, por lo que no hay de qué asustarse. Los casos van a seguir aumentando, pero la ocupación en las unidades de cuidados intensivos (UCI) no, y en este momento la saturación es por consultas no urgentes que requieren tratamientos ambulatorios”.

El resto del país

Los calendarios ya están listos. Mientras que en Medellín y en Bucaramanga se iniciarán clases el 17 de enero, en Bogotá, Cartagena y Cúcuta los niños estarán de vuelta a los salones el 24, por lo que en los próximos días comenzarán a retornar los maestros a las instituciones para definir los programas académicos, por lo que salvo algunas excepciones se comenzarían a aplicar las sanciones a los maestros que se nieguen al regreso, que van desde suspensiones hasta el no pago de los días que no asistan, así como procesos administrativos por incumplir sus funciones.

Con las fechas establecidas, se espera que en los próximos días las ciudades den más detalles con respecto a las condiciones de los colegios, así como, de ser necesario, las medidas adicionales ante el incremento de los casos, que se cree tendrá su mayor pico a mediados de este mes.

Por ahora, en el caso de Bogotá se continúa con la promoción de la vacunación en los menores de edad, mientras que la Secretaría de Educación mantuvo hasta esta semana la inscripción para nuevos estudiantes en los colegios y señaló que en el transcurso de este año seguirá con la entrega de dispositivos móviles para garantizar la conectividad. “Ahora los niños tienen dispositivos y están yendo al colegio, entonces nos toca integrar los dispositivos y conectividad a los procesos de aprendizaje. Los maestros y padres han entendido que la dinámica de volvernos a ver tiene un desarrollo importante que ahora integraremos con insumos de la red académica, que requerirá una apropiación en el modelo de aprendizaje”, explicó Deidamia.

Para Abadía, el regreso también será importante para determinar los niveles de deserción, pues si bien desde la Alcaldía se ha insistido en que se mantienen los índices de escolaridad, esto solo se podrá corroborar con el regreso y la comparación con las cifras de antes de la pandemia, algo que preocupa a los expertos en educación. Por lo pronto, se insiste a los padres a garantizar el regreso de sus hijos al colegios, así como de tener en cuenta que lo más importante en este momento es que los niños tengan una educación de calidad.

Mónica Rivera Rueda

Por Mónica Rivera Rueda

Periodista de planeación, hábitat, salud y educación. Estudiante de la maestría de análisis de problemas políticos, económicos e internacionales contemporáneos.@Yomonrivermrivera@elespectador.com

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