Los hombres se suicidan más que las mujeres

Hace unas semanas, en un centro asistencial del occidente de Bogotá, un médico se lanzó desde el undécimo piso. Aunque para muchos, el suicidio es algo lejano a sus hogares, la realidad es que a diario una persona se quita la vida en la capital. Cada tragedia se suma a las estadísticas nacionales, las cuales, pese a mostrar una reducción, reflejan un tema que preocupa.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en promedio cada año se registran 800.000 suicidios en el mundo y por cada persona que se quita la vida, hay otras 20 que lo intentan. Por lo general, las razones apuntan a enfermedades mentales, principalmente la depresión, y los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la violencia y las sensaciones de pérdida. Además, diversos entornos culturales y sociales, que constituyen factores de riesgo.

Según las cifras del Instituto de Medicina Legal, durante 2018 en Bogotá se registraron 331 casos, 16 menos que en 2017 (347 suicidios). Entre los datos particulares está que uno de cada 10 suicidas era menor de edad, el 28 % de las víctimas tenían entre 20 y 29 años, Kennedy encabeza la lista de localidades con 43 casos, y los hombres son los principales protagonistas, al representar el 77 % de los hechos.

Tres de las principales causas son la depresión, el desamor y los problemas de pareja. Según la Secretaría Distrital de Salud, en promedio se reciben a diario cincuenta consultas por depresión, que es uno de los principales factores que afectan el estado anímico de las personas y, muchas veces, precede a un acto suicida.

A pesar de esto, vale resaltar que la capital está por debajo del promedio nacional. Mientras el año pasado la tasa de suicidios por cada 100.000 habitantes en el país fue de 4,9 casos, en Bogotá fue de 4, muy lejos de la tasa que presentaron departamentos como Vaupés (13,3), Arauca (9,9), Quindío (9,7), Caldas (7,7) y Risaralda (7,5).

¿Qué dicen los expertos?

Al analizar las estadísticas nacionales y el dato particular de la cantidad de hombres que se quitan la vida, cada experto tiene su propio análisis. Según la Secretaría de Salud, esto no es un hecho aislado en Colombia, sino que es un fenómeno mundial, ya que por cada mujer que se quita la vida cinco hombres lo hacen. Entonces ¿cómo prevenir que las cifras sigan creciendo?

Por su parte, para Carlos Gómez Restrepo, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana, el dato no es extraño, pues detalla que ellos son más impulsivos que las mujeres. No obstante, indica que no hay investigaciones que permitan explicar esta situación. En cuanto a las causas, dice que “quien se suicida no solo lo hace por depresión o por desamor (...). Son algunas, pero hay muchas causas más”.

Para la psiquiatra Yahira Guzmán, directora de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de la Sabana, detrás de muchos casos también hay factores como la disminución de la serotonina en el organismo, que se vincula con sintomatología depresiva, lo que amerita una exploración profunda de un profesional de la salud, para determinar el riesgo real.

“Lo que se puede hacer es revisar cuáles son esos factores asociados que se pueden prevenir, para trabajar en la detención y el manejo oportuno. Se pueden generar hábitos de vida saludables: ejercicio, dieta y vida social (evitar el aislamiento), y educar a los niños y jóvenes en cómo afrontar la frustración, por ejemplo, hablando de temas afectivos y académicos. Además de trabajar en favorecer la salud mental con parejas y familias, para dar herramientas de pautas de crianza”.

Algo similar opina la psicóloga Paula Bolaños. Para ella, en principio, es importante detectar a tiempo los factores biológicos en los jóvenes y los niños, ya que pueden tener antecedentes en su familia de suicidios, ya que la depresión también se puede heredar. “Si se llega a detectar esta situación, la atención debe ser inmediata. Si no hay un factor biológico, es clave trabajar sobre la personalidad y la autoestima del individuo, para que reconozca sus aciertos, explicarle que se puede equivocar y que por eso no se va a acabar el mundo. Entender que eso hace parte de la enseñanza de la vida”.

Henry Alejo Alejo, psicólogo epidemiológico de la Secretaría Distrital de Salud, explica que si bien las ideas suicidas son un problema, también hay diferentes soluciones, que empiezan con la búsqueda de ayuda profesional, que permita disminuir este tipo de sensación. “Aunque sentirse triste es normal, sentirse deprimido al punto de querer quitarse la vida no es una conducta sana y se puede detectar fácilmente. Por lo general, nueve de cada diez personas anuncian su intención de quitarse la vida y hay factores físicos como la adinamia, la fatiga, la pérdida de peso e insomnio y el desinterés por las cosas que antes les parecían emocionantes”, explica Alejo.

La Organización Mundial de la Salud ha recomendado a los países diagnosticar a tiempo a aquellas personas que sufren de algún trastorno mental, mejorar el acceso a la salud pública y brindar una cobertura responsable de la comunicación sobre este tema en los medios. En Bogotá, como alternativa para quienes estén pasando por un episodio depresivo, la Secretaría ha creado el portal www.hablalo.com.co, que brinda orientación profesional en la web, además de su línea de atención telefónica.

Pese a que este año se mantiene la tendencia de cifras a la baja en Bogotá, al encontrar que en enero se reportaron 21 casos (cuatro menos que el mismo mes del año pasado), el reto es que cada vez sean menos los que tomen esta decisión.

Hace unas semanas, en un centro asistencial del occidente de Bogotá, un médico se lanzó desde el undécimo piso. Aunque para muchos, el suicidio es algo lejano a sus hogares, la realidad es que a diario una persona se quita la vida en la capital. Cada tragedia se suma a las estadísticas nacionales, las cuales, pese a mostrar una reducción, reflejan un tema que preocupa.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en promedio cada año se registran 800.000 suicidios en el mundo y por cada persona que se quita la vida, hay otras 20 que lo intentan. Por lo general, las razones apuntan a enfermedades mentales, principalmente la depresión, y los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la violencia y las sensaciones de pérdida. Además, diversos entornos culturales y sociales, que constituyen factores de riesgo.

Según las cifras del Instituto de Medicina Legal, durante 2018 en Bogotá se registraron 331 casos, 16 menos que en 2017 (347 suicidios). Entre los datos particulares está que uno de cada 10 suicidas era menor de edad, el 28 % de las víctimas tenían entre 20 y 29 años, Kennedy encabeza la lista de localidades con 43 casos, y los hombres son los principales protagonistas, al representar el 77 % de los hechos.

Tres de las principales causas son la depresión, el desamor y los problemas de pareja. Según la Secretaría Distrital de Salud, en promedio se reciben a diario cincuenta consultas por depresión, que es uno de los principales factores que afectan el estado anímico de las personas y, muchas veces, precede a un acto suicida.

A pesar de esto, vale resaltar que la capital está por debajo del promedio nacional. Mientras el año pasado la tasa de suicidios por cada 100.000 habitantes en el país fue de 4,9 casos, en Bogotá fue de 4, muy lejos de la tasa que presentaron departamentos como Vaupés (13,3), Arauca (9,9), Quindío (9,7), Caldas (7,7) y Risaralda (7,5).

¿Qué dicen los expertos?

Al analizar las estadísticas nacionales y el dato particular de la cantidad de hombres que se quitan la vida, cada experto tiene su propio análisis. Según la Secretaría de Salud, esto no es un hecho aislado en Colombia, sino que es un fenómeno mundial, ya que por cada mujer que se quita la vida cinco hombres lo hacen. Entonces ¿cómo prevenir que las cifras sigan creciendo?

Por su parte, para Carlos Gómez Restrepo, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana, el dato no es extraño, pues detalla que ellos son más impulsivos que las mujeres. No obstante, indica que no hay investigaciones que permitan explicar esta situación. En cuanto a las causas, dice que “quien se suicida no solo lo hace por depresión o por desamor (...). Son algunas, pero hay muchas causas más”.

Para la psiquiatra Yahira Guzmán, directora de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de la Sabana, detrás de muchos casos también hay factores como la disminución de la serotonina en el organismo, que se vincula con sintomatología depresiva, lo que amerita una exploración profunda de un profesional de la salud, para determinar el riesgo real.

“Lo que se puede hacer es revisar cuáles son esos factores asociados que se pueden prevenir, para trabajar en la detención y el manejo oportuno. Se pueden generar hábitos de vida saludables: ejercicio, dieta y vida social (evitar el aislamiento), y educar a los niños y jóvenes en cómo afrontar la frustración, por ejemplo, hablando de temas afectivos y académicos. Además de trabajar en favorecer la salud mental con parejas y familias, para dar herramientas de pautas de crianza”.

Algo similar opina la psicóloga Paula Bolaños. Para ella, en principio, es importante detectar a tiempo los factores biológicos en los jóvenes y los niños, ya que pueden tener antecedentes en su familia de suicidios, ya que la depresión también se puede heredar. “Si se llega a detectar esta situación, la atención debe ser inmediata. Si no hay un factor biológico, es clave trabajar sobre la personalidad y la autoestima del individuo, para que reconozca sus aciertos, explicarle que se puede equivocar y que por eso no se va a acabar el mundo. Entender que eso hace parte de la enseñanza de la vida”.

Henry Alejo Alejo, psicólogo epidemiológico de la Secretaría Distrital de Salud, explica que si bien las ideas suicidas son un problema, también hay diferentes soluciones, que empiezan con la búsqueda de ayuda profesional, que permita disminuir este tipo de sensación. “Aunque sentirse triste es normal, sentirse deprimido al punto de querer quitarse la vida no es una conducta sana y se puede detectar fácilmente. Por lo general, nueve de cada diez personas anuncian su intención de quitarse la vida y hay factores físicos como la adinamia, la fatiga, la pérdida de peso e insomnio y el desinterés por las cosas que antes les parecían emocionantes”, explica Alejo.

La Organización Mundial de la Salud ha recomendado a los países diagnosticar a tiempo a aquellas personas que sufren de algún trastorno mental, mejorar el acceso a la salud pública y brindar una cobertura responsable de la comunicación sobre este tema en los medios. En Bogotá, como alternativa para quienes estén pasando por un episodio depresivo, la Secretaría ha creado el portal www.hablalo.com.co, que brinda orientación profesional en la web, además de su línea de atención telefónica.

Pese a que este año se mantiene la tendencia de cifras a la baja en Bogotá, al encontrar que en enero se reportaron 21 casos (cuatro menos que el mismo mes del año pasado), el reto es que cada vez sean menos los que tomen esta decisión.