Los niños se toman la Orquesta Filarmónica de Bogotá

Los músicos más destacados del proyecto educativo de la institución se presentarán este lunes 11 de junio, bajo la batuta de David Mackenzie, un destacado director estadounidense.

-Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
10 de junio de 2018 - 02:51 p. m.

La música se ha convertido en un paleativo en la vida de los niños que se encuentran en la Fundación Cardioinfantil. En el caso de Jesús Reyes, quien presenta apnea del sueño y síncope vasovagal, es decir la pérdida súbita de la consciencia por la disminución del flujo sanguíneo en su cabeza, lo llevó a descubrir el violín y con esto convertirse en uno de los niños más destacados del Proyecto Educativo de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

El programa lleva la música a niños en diferentes puntos de la ciudad. Además de contar con cinco centros de aprendizaje, se realizan talleres en colegios distritales y programas especiales en los centros médicos para niños, que por sus condiciones, no pueden tomar clases de forma regular, como el caso de Jesús. 

Dentro del programa se encuentran más de 1.200 niños que integran ensambles de vientos, bandas y orquestas filarmónicas, de cuerdas pulsadas y coros, que se han encargado de rescatar la música clásica entre los más jovenes de la ciudad. 

Es por esto que, para el cierre del primer semestre del año, el Proyecto Educativo de la Orquesta Filarmónica de Bogotá prepara un concierto especial con los jóvenes más destacados del programa, quienes además en el trancurso de esta semana han hecho presentaciones en distintos colegios y puntos de encuentro en la ciudad.

Los 100 mejores músicos remplazarán en los instrumentos a quienes conforman la Orquesta Filarmónica y se presentarán este lunes festivo 11 de junio en el teatro Julio Mario Santodomingo, bajo la batuta de David Mackenzie, un director estadounidense, profesor de la Universidad de Northern Colorado, quien ha dirigido otras orquestas como la Sinfónica de Taegu en Corea del Sur y la Sinfónica Nacional de Perú.

Entre estos se encuentra Jesus, quien intensificó sus horas de estudio y logró un puesto dentro de este grupo que conformará la Filarmónica. De acuerdo con su madre, este no ha sido su único logro, "el violín lo ha tranquilizado, ya no duerme con oxígeno, ni ha vuelto a tener ningún episodio de desmayo. Con la música él ha olvidado su patología y ahora yo veo un ser totalmente feliz".

Por -Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com

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