Sistema del Cuidado, Ingreso Mínimo y Parceros por Bogotá: el balance del sector social
Margarita Barraquer, secretaria de Integración Social, habló de los logros, los retos y lo que le espera a su sucesor en esta cartera.
Samuel Sosa Velandia
Una de las grandes apuestas de la administración de Claudia López fue la implementación de políticas y programas sociales que permitieran la renovación de la gobernanza territorial para proveer bienes públicos a los habitantes de Bogotá, en especial, para poblaciones en situación de pobreza y vulnerabilidad.
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Una de las grandes apuestas de la administración de Claudia López fue la implementación de políticas y programas sociales que permitieran la renovación de la gobernanza territorial para proveer bienes públicos a los habitantes de Bogotá, en especial, para poblaciones en situación de pobreza y vulnerabilidad.
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La Política Distrital del Cuidado y el Ingreso Mínimo Garantizado son de los proyectos a destacar del actual gobierno, que con más aciertos que desaciertos culmina su gestión en esta materia.
Dichas iniciativas estuvieron a cargo de la Secretaría de Integración Social (SDIS), que, encabezada por Margarita Barraquer, ejecutó acciones encaminadas al proyecto de López de lograr una cohesión social desde la cogestión, tal y como lo declaró en su plan de gobierno.
La encargada de esta cartera habló para El Espectador sobre su labor durante estos cuatro años y los pormenores que existieron en el camino. Además, señaló cuáles son los desafíos que se enfrentará quien sea su sucesor, que aún no ha sido anunciado por el alcalde electo, Carlos Fernando Galán.
Eliminación de la pobreza
Margarita Barraquer señala que uno de los grandes retos de la SDIS era la reducción de la cifra de pobreza multidimensional en la capital, una tarea que requirió doblar esfuerzos con la llegada del covid-19, pero que propició la implementación de una de las estrategias que destaca del actual gobierno: el Ingreso Mínimo Garantizado.
“Es un servicio que la alcaldesa propone desde su plan de gobierno, que estaba previsto implementarse a lo largo de los 4 años de administración, pero con la pandemia es necesario ponerlo a funcionar en el primer mes, es decir, entre los meses de marzo y abril de 2020. Este servicio se construye desde diferentes secretarías y hoy está instalado en la arquitectura institucional”, señala la funcionaria.
También resalta que estas transferencias monetarias, dispersadas en diferentes programas distritales como Parceros por Bogotá, Mujeres que reverdecen o Mi Ahorro Mi hogar, han permitido, por ejemplo, mitigar la feminización de la pobreza y atender las necesidades de las víctimas del conflicto armado o de personas con discapacidad.
“Yo creo que el gran logro de la Secretaría de Integración Social durante estos 4 años se puede resumir en ese ejercicio de modernizar la gestión social de la administración pública hacia una mirada muchísimo más constructiva de la realidad del territorio, pero por supuesto en dirección de consolidar y materializar ese nuevo contrato social que nos propusimos para una Bogotá moderna y una Bogotá del siglo XXI″, asegura Barraquer, que señala que en la SDIS se han atendido “a más de 2.300.000 personas, eso implica como atender a toda la población de Cali en una sola entidad del Distrito”.
Cifras oficiales revelan que la cartera ha atendido 301.547 hogares del programa con transferencias monetarias, con una inversión de $601.000 millones de pesos anuales, que incluyen $498.000 millones de la secretaría y $102.000 millones de los Fondos de Desarrollo Local.
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Según la secretaria, no solo se dedicaron a hacer estadísticas, sino que estuvieron inmersos en los territorios y sus realidades. “Y en ese ejercicio nace la tropa social, que presta toda la atención durante la pandemia a la población más vulnerable y que implicaba que la Secretaría de Integración Social se volcara al territorio, al barrio, a la cuadra, a la calle, a las zonas más vulnerables de nuestra ciudad”.
Para Barraquer, esto, sumado al trabajo en conjunto con dependencias como la Secretaría de Hacienda y de Planeación, se ve reflejado en que hoy Bogotá tenga el índice de pobreza multidimensional más bajo del país.
Y de acuerdo con el último boletín entregado por el DANE, la pobreza multidimensional en la capital del país se ubicó en 3,8 en 2022, siendo el valor más bajo desde 2018. La incidencia de la pobreza multidimensional cayó 1,9 p.p, frente a 2022, lo cual significa que 145 mil personas salieron de la pobreza.
“El cuidado es el legado de la actual Alcaldía”
La institucionalización del Sistema Distrital del Cuidado (SIDICU) es otro de los resultados tangibles de la actual administración. Tras los resultados positivos que arrojó este sistema que opera a través de cuatro modelos: Manzanas del cuidado, buses del cuidado, asistencia personal y red de cuidado, el Concejo de Bogotá aprobó que se convirtiera en una política de ciudad que permanecerá en las futuras administraciones.
Asimismo, se espera que en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) Bogotá Reverdece, se establezcan 45 Manzanas del Cuidado, de las cuales 20 quedarán en operación al final de la administración de Claudia López. Según cifras del Distrito, en el primer trimestre de 2023, el SIDICU logró atender a 120.699 personas, de las cuales el 83.41 % de los ciudadanos fueron atendidos por la Secretaría Distrital de Integración Social.
“Desde Integración logramos adaptarnos a las necesidades del Sistema Distrital de Cuidado para incluso ponerlos al servicio de las demás entidades que hacen parte del sistema. Entonces hoy las infraestructuras de la Secretaría de Integración dejaron de ser únicamente de la secretaría y pasen a ser más de la política social y la administración distrital, pues operan servicios de salud, de desarrollo económico o de educación”, detalla la secretaria.
Asimismo, reconoce que esa articulación permitió robustecer los servicios sociales “que nos dieron cuenta de las realidades sociales y económicas de Bogotá, pero no solo de Bogotá, sino de los territorios de la ciudad, porque es que es tan diversa en sus territorios, que los servicios deben tener la capacidad de ajustarse a esas diferencias”.
Un nuevo contrato social
La encargada de la secretaría asegura que el deber de esta cartera es desarrollar políticas públicas poblacionales y estas “se construyen con la gente (...) nada para los jóvenes, sin los jóvenes, nada para las mujeres, sin las mujeres; nada para la primera infancia sin la primera infancia. Esa gestión social moderna implica que nosotros construyamos en función de lo que la población necesita y de lo que quiere”.
Con esto claro, señala que el proceso de empalme con el futuro gabinete fue de “conversaciones constructivas, en donde buscamos entregarle a la próxima administración toda la información que necesita, no solamente para formular su plan de desarrollo, sino también para garantizar que los servicios sociales sigan operando”.
Durante los primeros meses del próximo año, varios servicios sociales, como los comedores comunitarios, seguirán funcionando con normalidad. Barraquer espera que también se mantenga a la secretaría como líder del SIDICU, que el Ingreso Mínimo se traslade a otras poblaciones. Además, asevera que todas las estrategias deben apuntar a eliminar la inseguridad alimentaria severa en la capital.
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