Los vaivenes del plan para una Bogotá pospandemia

El proyecto del Plan de Desarrollo que presentaron en febrero cambió de forma abrupta por la emergencia sanitaria. El nuevo privilegia la salud, la educación y la reactivación económica.

Felipe García Altamar (fgarcia@elespectador.com)
13 de mayo de 2020 - 03:23 a. m.
La Secretaria de Planeación, Adriana Córdoba, entregó el Plan de Desarrollo al Concejo el pasado 30 de abril. / Cortesía
La Secretaria de Planeación, Adriana Córdoba, entregó el Plan de Desarrollo al Concejo el pasado 30 de abril. / Cortesía

De aquella mañana, cuando se posesionó la alcaldesa Claudia López, a estos días convulsos han pasado cinco meses, suficientes para trastocar todo lo que prometió ese día la mandataria. El COVID-19 alteró el Plan de Desarrollo (PDD), que estaba listo en febrero, obligando a recortar recursos a cuatro de los cinco propósitos del proyecto, que está en discusión en el Concejo. El único que creció fue el que habla de un “nuevo contrato social con igualdad de oportunidades”. En los demás se reorganizaron propuestas y se recortó 3 % de los fondos, para reforzar sanidad, educación y reactivación económica que, según el PDD, se hará mediante movilidad, infraestructura y desarrollo económico. La secretaria de Planeación, Adriana Córdoba, explica las transformaciones que ahora tiene como reto enfrentar los efectos de la emergencia.

¿Cómo será la Bogotá pospandemia?

Será una Bogotá-Región que consolida las bases de un nuevo contrato social, ambiental e intergeneracional. Es decir, redistribuir los costos y beneficios de vivir acá, donde hay oportunidades, pero a las que no acceden todos por igual.

¿Cómo cambió el Plan con la crisis?

Reorientamos el proyecto hacia la atención de la emergencia, que cuesta casi $4 billones. Lo primero es disminuir el impacto de la crisis en la vida de los ciudadanos. Lo segundo, la reactivación económica, para mejorar las oportunidades de empleo y compensando las dificultades económicas en los hogares.

¿Cómo cambió la inversión?

A 28 de febrero había un PDD de $112,6 billones, con 65 programas y 536 metas. La versión que discute el Concejo tiene 513 metas, 58 programas y cuesta $109,2 billones.

¿Qué ajustes se hicieron?

Todo, para darle más profundidad y presupuesto al primer propósito, que tenía $46 billones y pasó a $52 billones. Todos los sectores se redujeron y se ajustó 3 % el presupuesto, protegiendo sectores estratégicos del Plan: salud, educación y los que reactivan la economía, como movilidad, infraestructura y desarrollo económico, también para apoyar a familias en extrema pobreza, población vulnerable, y atender la pobreza oculta.

¿Cómo quedó la inversión para los otros propósitos?

El propósito 2 (reverdecer Bogotá) pasó de tener $9,8 billones a $9,5 billones. El número 3 (seguridad y paz) pasó de $2,9 billones a $2,8 billones. El 4 (movilidad) tenía $36,8 billones y ahora $34 billones. Y el 5 (Bogotá-Región) se redujo de $5,9 billones a $4,9 billones.

¿Qué se eliminó del proyecto?

Una valorización por $1,5 billones, que era fuente de financiamiento del Plan, entre otros. Asimismo, APP del sector cultura por $2 billones.

¿Y qué aumentó?

El cupo de endeudamiento y, en particular, obras de infraestructura y espacio público. También se incrementó en el sector salud, con $1,3 billones en materia de atención a la crisis.

¿Cómo se reorganizó la salud?

Los $1,3 billones de emergencia son para ajustar el modelo de salud. En total tendrá $16 billones, para incorporar un enfoque de población, de diferencia y de cultura ciudadana, que busca vincular las determinantes sociales a las causas de la enfermedad. También hay $2,5 billones para mejorar la infraestructura hospitalaria en Bosa, Kennedy, Ciudad Bolívar, donde hay mayores inequidades.

Otros $402 mil millones irán a para mantener al 100 % la atención de los incidentes de la línea de emergencias 123, y $536 mil milones se destinarán a atender el 100 % de los brotes y emergencias en salud pública. ¿Cómo quedó el sector educación?

El énfasis en educación es mantener el presupuesto de casi $24 billones, $18 billones de esos para el sostenimiento de los colegios. Otras inversiones son nuevas estrategias pedagógicas, para hacer la educación más flexible y virtual, y superar las inequidades de conectividad. Para cerrar esas brechas tenemos $55 mil millones.

¿Qué se ajustó en movilidad?

Quedó con $35 billones, con programas estratégicos para una movilidad segura, sostenible, multimodal y articulada con la región, basada en el sistema de metros. Esta es una oportunidad de reactivación económica, con más de 16 obras de infraestructura. Habrá énfasis en el peatón, con casi $1,2 billones para andenes, y en el uso de la bicicleta, con casi $1,5 billones en arreglo y creación de ciclorrutas. Por la crisis, estos dos modos de transporte se deben fortalecer.

¿Y en lo económico?

La reorientación de los recursos de desarrollo económico fortalecerán las estrategias para recuperar el tejido productivo, principalmente ese 60 % que constituyen las pequeñas y medianas empresas. Se promoverán la innovación, el emprendimiento y los nuevos aprendizajes. El énfasis en cuanto a reactivación pasa por la infraestructura y los empleos que se generen ahí. Por cada billón de pesos que se invierte en infraestructura se producen casi 15 mil puestos de trabajo, y a eso se le apostará.

¿Qué aprendizajes deja esta crisis?

Muchos en materia de solidaridad, cooperación y trabajo conjunto. Si algo hemos aprendido estas semanas, es que solos no podemos lograr los objetivos, necesitamos la solidaridad ciudadana.


Observaciones desde el Concejo a los giros en el Plan

En el Concejo, donde el Plan será votado el 30 de mayo, ya hay reparos sobre la reorganización del proyecto, en la que piden más inversión para unos sectores y especificar la financiación. María Victoria Vargas (Partido Liberal) considera que hay entidades que necesitan más recursos. “El IPES atiende a vendedores informales y debería tener más inversión. También Integración Social, que atiende población vulnerable y tiene $225 mil millones menos. A Mujer le quitaron dinero, pero en esta época aumentó la agresión a ellas”.

Carlos Carrillo (Polo Democrático) asegura que “prácticamente no se menciona Doña Juana. No hay apuesta de fondo para una EPS pública y disminuir la intermediación. Hay muchos, ‘entre otros’, que quedan abiertos para meter ‘micos’”. Para Andrés Forero (Centro Democrático), no está clara la financiación. “Falta la sesión de Hacienda, pero no se prevén muchas fuentes de financiamiento. Retiran valorización, pero al hablar de alternativas de financiación hay un ‘entre otros’, que debería ser explícito en que no será valorización”.

Por Felipe García Altamar (fgarcia@elespectador.com)

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