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En la tarde de ayer, un juez de control de garantías les impuso la medida de casa por cárcel a una subteniente y a dos patrulleros de la Policía que están siendo investigados por el incendio en el CAI San Mateo, ubicado en el municipio de Soacha, que cobró la vida de ocho personas. Los videos de lo ocurrido son pieza clave en la investigación que adelanta la Fiscalía.
La conflagración por la que investigan a los uniformados, se registró el pasado 4 de septiembre cuando, según las versiones de los testigos, los reclusos realizaron un motín porque los agentes no permitieron las visitas de sus familiares. Por lo tanto, provocaron una primera llama con un encendedor y espumas, que se propagó con rapidez en la celda de no más de 12 metros cuadrados.
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Fue el concejal de Bogotá, Diego Cancino (Alianza Verde), quien hizo la denuncia por lo ocurrido el pasado 10 de noviembre. El cabildante, con ayuda de los testigos del hecho, ha recopilado videos de lo que sucedió.
Nos duelen las muertes de la hoguera humana del 4 de septiembre en San Mateo. Por nuestras denuncias la Fiscalía ha actuado con prontitud, sin embargo en los videos hay más policías involucrados. Es importante que haya responsabilidad de mando. pic.twitter.com/kzQQy2CXXY
— Diego Cancino - Concejal de Bogotá (@cancinodiegoa) January 31, 2021
El ente acusador adelantó una investigación y reunió estos videos junto a otras evidencias que, a su criterio, dan para llevar a los tres policías a juicio, como los presuntos responsables de la tragedia. Por esta razón, les imputó cargos por homicidio agravado por omisión y tentativa de homicidio agravado, cargos que los procesados no aceptaron y se declararon inocentes.
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La Fiscalía se basa en las posibles fallas que cometieron los policías, al no haber garantizado la vida de los reclusos que estaban bajo su custodia y al no haberlos evacuado a tiempo. Es más, insiste en que los policías habrían actuado de forma pasiva frente a los gritos de auxilio que provenían del interior del CAI y de sus familiares, que se encontraban presenciando los hechos.
A esto se suma al relato de las familias, que ese día se encontraban fuera del lugar y que aseguran que hicieron todo lo posible para sofocar las llamas por las ventanas, pero los uniformados se lo impidieron. Sin embargo, el coronel César Castro, comandante de la Policía de Cundinamarca, aseguró que en ese momento se hizo todo lo correspondiente en estos casos, pero que hubo dificultades para abrir la celda por la conflagración.
Por ahora, los tres uniformados esperarán el avance del proceso en sus casas, mientras los investigadores tratarán de aclarar las múltiples dudas alrededor de esta tragedia.
Por Redacción Bogotá
