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El paro nacional de educadores, que está a cinco días de completar el mes, ahora quiere involucrar a la iglesia católica para que se una a su causa. Es por eso que los maestros, quienes este martes llevaron a cabo una nueva jornada de protestas en Bogotá, se declararon en vigilia permanente en la Iglesia de San Francisco, ubicada en la carrera Séptima con Av. Jiménez, en el centro de la capital del país. (Lea: Arrancan concentraciones de maestros para ‘la gran toma de Bogotá’)
“Nuestra vigilia tiene como propósito que la iglesia católica y los parlamentarios amigos de la educación pública, promuevan una reforma al Sistema General de Participación, aumentando el presupuesto destinado a la educación, salud, saneamiento básico y agua potable”, anunciaron los docentes. (Vea: ¿Por qué es tan difícil responderles a los profesores?)
Los profesores también explicaron que la vigilia estará en pie hasta que la iglesia y un equipo del Senado “se comprometan a mediar” para alcanzar un acuerdo con el Gobierno.
“En actitud de respeto y cordialidad hemos dialogado con los sacerdotes encargados de la iglesia y con la personería de Bogotá en cabeza de la Doctora Esmeralda Caro, quienes autorizan nuestra permanencia en el templo”, añadieron los educadores en un comunicado.
¿Por qué marchan?
La marcha de este martes, denominada como “la gran toma a Bogotá”, fue organizada por la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), en medio del paro nacional indefinido que inició el pasado 11 de mayo.
Según los educadores, este paro, que afecta a 8 millones de estudiantes de colegios públicos en Colombia y 800.000 en Bogotá, busca presionar al Gobierno para que negocie un pliego de peticiones que ya se presentó ante el Ministerio de Educación, entre esas el aumento salarial, la mejoría en el sistema de salud y la reforma de la jornada única.
“Las negociaciones con el Ministerio de Educación se han estancado en el punto económico, debido a la actitud del Gobierno que se resume en una frase: No hay plata”, anunció el presidente de Fecode, Carlos Rivas, y explicó que los maestros "se están muriendo" porque el gobierno no les garantiza acceso a un servicio de salud digno”.
Por Redacción Bogotá.
