¿Más cerca de un centro de consumo regulado de droga?

La apertura del Centro Bakatá, en el que cerca de 1.000 habitantes de la calle podrán permanecer en el día y 300 en la noche, se configura no sólo como un nuevo espacio por medio del cual el Distrito reconoce los derechos de esta población vulnerable, sino como un nuevo impulso de la administración Petro a la posibilidad de que existan centros regulados para el consumo de marihuana.

Lo primero está claro: Bakatá se suma a otros lugares, como dos jardines infantiles en El Bronx, a los que habitantes de calle llevan a sus hijos, y a cuatro centros noche, en los que pueden pernoctar mayores de 60 años que también hagan parte de esa población. El nuevo espacio, inaugurado ayer en la localidad de Los Mártires (Calle 10 No. 17-15), hace parte de los centros de autocuidado y acogida que, según el secretario de Integración Social, Jorge Rojas, corresponden a una tercera fase de la implementación de esta política pública. “Se llama Bakatá, porque así lo decidieron los habitantes de la calle, para reivindicar el nombre indígena de un centro poblado que le dio origen a la ciudad”, puntualizó el funcionario.

Con su apertura, que hace parte del ambicioso proyecto Ciudadela Humanidad con el que se pretende recuperar el Bronx, Integración Social pasará de atender al día el 26% de los habitantes de calle a atender el 36%. Dentro de los servicios que prestará este centro estará el de las redes de apoyo, alimentación y salud. Aunque el Distrito le apuesta a que también se convierta en un centro de consumo autorregulado. Sin embargo, esto todavía parecer estar lejos, pues falta que la Presidencia dé el aval para que la Administración utilice la marihuana para reducir el daño en los consumidores de bazuco. Actualmente, el Gobierno está a la espera de unos resultados científicos que respalden las ideas de Petro.

Vale la pena recordar que el alcalde Petro ha reiterado que estos centros no sólo ayudan a atacar un problema de salud pública, sino también la delincuencia, ya que estas poblaciones de escasos recursos son usadas por las mafias y la delincuencia común.

Y aunque aún no hay repuesta por parte de Presidencia, esta apertura se realiza en medio de un momento importante para dicha política pública, pues la Nación anunció que contempla la implementación de algunos Centros de Atención Móvil para Drogodependientes (Camad) en otras ciudades del país, basado en la experiencia de Bogotá. “El decreto puede empezar como un programa piloto”, dijo Alejandro Gaviria durante el consejo de Ministros, que se realizó en la capital a finales de mayo.

La apertura del Centro Bakatá, en el que cerca de 1.000 habitantes de la calle podrán permanecer en el día y 300 en la noche, se configura no sólo como un nuevo espacio por medio del cual el Distrito reconoce los derechos de esta población vulnerable, sino como un nuevo impulso de la administración Petro a la posibilidad de que existan centros regulados para el consumo de marihuana.

Lo primero está claro: Bakatá se suma a otros lugares, como dos jardines infantiles en El Bronx, a los que habitantes de calle llevan a sus hijos, y a cuatro centros noche, en los que pueden pernoctar mayores de 60 años que también hagan parte de esa población. El nuevo espacio, inaugurado ayer en la localidad de Los Mártires (Calle 10 No. 17-15), hace parte de los centros de autocuidado y acogida que, según el secretario de Integración Social, Jorge Rojas, corresponden a una tercera fase de la implementación de esta política pública. “Se llama Bakatá, porque así lo decidieron los habitantes de la calle, para reivindicar el nombre indígena de un centro poblado que le dio origen a la ciudad”, puntualizó el funcionario.

Con su apertura, que hace parte del ambicioso proyecto Ciudadela Humanidad con el que se pretende recuperar el Bronx, Integración Social pasará de atender al día el 26% de los habitantes de calle a atender el 36%. Dentro de los servicios que prestará este centro estará el de las redes de apoyo, alimentación y salud. Aunque el Distrito le apuesta a que también se convierta en un centro de consumo autorregulado. Sin embargo, esto todavía parecer estar lejos, pues falta que la Presidencia dé el aval para que la Administración utilice la marihuana para reducir el daño en los consumidores de bazuco. Actualmente, el Gobierno está a la espera de unos resultados científicos que respalden las ideas de Petro.

Vale la pena recordar que el alcalde Petro ha reiterado que estos centros no sólo ayudan a atacar un problema de salud pública, sino también la delincuencia, ya que estas poblaciones de escasos recursos son usadas por las mafias y la delincuencia común.

Y aunque aún no hay repuesta por parte de Presidencia, esta apertura se realiza en medio de un momento importante para dicha política pública, pues la Nación anunció que contempla la implementación de algunos Centros de Atención Móvil para Drogodependientes (Camad) en otras ciudades del país, basado en la experiencia de Bogotá. “El decreto puede empezar como un programa piloto”, dijo Alejandro Gaviria durante el consejo de Ministros, que se realizó en la capital a finales de mayo.