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La Navidad es una fecha especial para las familias, pero, sin duda, quienes más la disfrutan son los niños. Para este año, los niños y jóvenes que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad en Bogotá, y que son atendidos en el Instituto para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idipron), tuvieron un regalo que tal vez nunca hubieran imaginado, gracias al programa Viajes por Colombia, que por primera vez se lleva a cabo gracias a la asociación de entidades gubernamentales y empresas privadas.
De esta forma, Idipron movilizó a más de 800 niños y jóvenes que jamás habían tenido la oportunidad de viajar en avión, y los llevaron a distintos destinos turísticos del país. La donación de los tiquetes aéreos fue de Latam Airlines, que también otorgó otros 200 pasajes para que los educadores de estos niños los acompañaran en una Navidad completamente diferente a las que habían tenido.
El grupo de 1.000 beneficiarios del programa Viajes por Colombia estuvo dividido entre ocho importantes ciudades del país: Medellín, Cartagena, Cali, Bucaramanga, Tuluá, Montería, Cúcuta y Santa Marta, donde por unos días se alejaron de la otra cara de las fiestas decembrinas: riñas, violencia intrafamiliar y consumo de alcohol y drogas. Así lo considera el director del Idipron, Wilfredo Grajales, quien considera que estas iniciativas hacen parte del compromiso de proteger el entorno de niños y jóvenes en condición de vulnerabilidad, y así apartarlos de las distintas problemáticas sociales.
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Parte del grupo que viajó a Medellín. / Idipron
“Los muchachos están en un compromiso muy serio de transformación de vida. Sacarlos en temporada alta es muy costoso, pero es el mejor momento porque en las localidades en que viven se presentan los índices más altos de vulneración de derechos y por eso decidimos pedir acompañamiento para poderles ofrecer algo que los emocione, pues no conocen el mar ni han montado en avión”, sostiene Grajales.
Este plan también contempla un acercamiento con los padres de los niños y jóvenes. Según Idipron, en términos generales las familias de los viajeros no pusieron resistencia al regalo de Navidad que les hicieron. No obstante, la premisa de la entidad es trabajar con los padres para evidenciarles que un esfuerzo de este tipo es necesario para los menores. “No era solamente pedirles permiso, sino también hacer un trabajo educativo. Apuntamos a que mañana la familia se haga corresponsable del proceso y asuma su rol”, agrega el director del Idipron.
Parte de los viajeros a Cúcuta. / Idipron.
Por su parte, Latam Airlines considera esta labor como una oportunidad para aportarles a los niños y jóvenes experiencias diferentes en su proceso de formación. También hace un llamado a la empresa privada, para que cada vez sean más los privados que se sumen a este tipo de iniciativas.
“Para nosotros es un privilegio poder ayudar a cumplir el sueño de tantos niños, niñas y jóvenes de viajar por primera vez en avión. Más allá de ser vacaciones, es una oportunidad de vida para ellos, de alejarlos de entornos vulnerables y entregarles la posibilidad de tener fiestas de fin de año llenos de amor y alegría”, concluye María Lara, directora de asuntos corporativos de Latam.
Santa Marta. / Idipron
Idipron.
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