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En medio de un álgido debate patrimonial en torno a este edificio, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes publicó los pliegos definitivos para la contratación de obras de primeros auxilios y reparaciones locativas del edificio Central, con número de proceso: MC-SA-PMC-006-2024, el cual es conocido como Torre Central y considerado el corazón del San Juan, a pesar de que el Distrito contrató su demolición, lo cual la dejó en medio de una disputa jurídica entre el Distrito, la Nación, y una empresa española.
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Se tiene previsto que las obras arranquen en enero. Además, para esto se cuenta con una inversión de $ 980.545.587 de pesos, en un plazo de ejecución de seis meses. La adjudicación se producirá el próximo 23 de diciembre y el plazo máximo para la presentación de ofertas es el viernes 13 de diciembre a las 10 de la mañana.
¡El proyecto de recuperación y reapertura del Hospital San Juan de Dios y Materno Infantil avanza!🏨⬆
— MinCultura Colombia (@mincultura) December 7, 2024
Este 11 de diciembre se entregan las obras del edificio Mantenimiento. Los trabajos de restauración, reforzamiento estructural y adecuación estuvieron a cargo de la empresa de… pic.twitter.com/8fSMpqiFZ3
Las obras tienen como propósito la construcción de una sobrecubierta para el manejo de aguas lluvias, tanto para el bloque de hospitalización como para el de urgencias. Adicionalmente, con estas medidas de primeros auxilios se busca evitar la caída de elementos, desde el nivel de cubierta, que puedan poner en riesgo las áreas de circulación. La ejecución de las obras de once edificios, estarán en marcha desde los primeros meses de 2025.
Otros edificios en obras 2025
Además, el otro año estarán en obras los edificios San Roque, Inmunológico, San Jorge, Salud Mental, Cundifarma, Capilla, Convento y Jardín Infantil, así como Siberia, Santiago Samper y Enfermedades Tropicales.
Torre Central: un debate patrimonial
La torre la construyó la firma Cuéllar & Serrano Gómez en 1952 y la diseñó Domenico Parma, ingeniero mecánico de origen italiano, que trabajó por 40 años en el país y edificó grandes obras de infraestructura. “Es un estilo arquitectónico genérico del movimiento moderno, que se dio en los años 50″, explicó Diego Parra, director de Arte, Cultura y Patrimonio de la secretaría de Cultura de Bogotá. El funcionario, que encarna la posición de la actual Alcaldía ,añade que “no guarda una representatividad o singularidad arquitectónica, desde el punto de vista estético”.
Y es que no todos están de acuerdo con el valor arquitectónico que resalta el presidente Petro, a pesar de que la Ley 735 ubica al complejo como un bien de interés patrimonial. Esta torre, de 10 pisos, tenía 50 consultorios en su primer nivel, y en sus pisos superiores había 16 salas de cirugía, unidad de cuidados intensivos para 21 pacientes y unidad renal para 11 pacientes, entre otros servicios que hoy son solo un recuerdo.
No obstante, hoy la historia es distinta y la torre no cumpliría las exigencias con lo que se supone debería ser en el futuro: un hospital universitario, con todos los servicios que tenía. “Este es un debate entre lo patrimonial y lo técnico. Según el Plan de Desarrollo de la nación, tiene que ser un hospital universitario, pero para tener la habilitación debemos cumplir estándares de educación complejos y estrictos. Por ende, debemos hacer modificaciones fuertes. Necesitaríamos una estructura maleable”, sostenía Gerson Bermont, secretario de Salud.
El proyecto de Peñalosa había planteado un edificio con 312 camas y siete quirófanos, para responder a la necesidad de este sector de la ciudad, donde se requieren 5.500 cirugías al año y 11.000 atenciones en ortopedia y medicina interna, entre otras. “La torre central no cumple ninguna norma. Ahí no se podría hacer una habilitación, a menos de remodelarlo al 100 %, lo cual saldría costoso y solo se lograrían tener 30 % de los servicios. Aquí entra la discusión”, aseguraba Bermont.
Según argumenta el Distrito, el diseño de Parma tiene un sistema estructural denominado “reticular circular”, el cual fue innovador y bajó los costos de la construcción, “pero en los años 80 se descubrió que este sistema solo puede usarse en edificaciones de cuatro pisos y en ciertas zonas de bajo movimiento sísmico. Esta torre tiene 10 pisos y fisuras en componentes estructurales”, añade el director de Arte y Patrimonio.
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Por Redacción Bogotá
