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Padre e hijo fueron encontrados sumergidos en el agua del lago del Parque Metropolitano Simón Bolívar el lunes en la tarde. Al ser rescatados por los bomberos y el Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía, los cuerpos emergieron abrazados. Macabra escena.
Las motivaciones que llevaron a Alonso Quintero (47 años) y a Ariel Alonso Quintero (16), padre e hijo, a sumergirse en las frías aguas del lago aún son un misterio. Abundan las conjeturas alrededor de varios hechos, sin duda sospechosos. Los zapatos de ambas víctimas fueron encontrados intactos en la orilla del agua. “Si uno tiene un accidente no se quita los zapatos antes”, comentaba con suspicacia un ciudadano que observaba la noticia en televisión.
“El padre tenía una condena por abuso contra un menor en 2004”, afirmó la concejal Gilma Jiménez, quien lidera el referendo que busca castigar con cadena perpetua la violencia contra los menores de edad, y añadió: “Estamos confirmando el dato, pero parece que el señor registraba antecedentes de maltrato a niños por un hecho que data de 1982”. Quintero padre fue condenado en 2004, pero el año pasado un juez le concedió la libertad condicional, aseguró por su parte un vocero de la Policía Metropolitana. Ariel Alonso Quintero, el menor de tres hijos (los otros dos son mujeres de 17 y 21 años), sufría síndrome de Down.
En días pasados, el señor Quintero habría discutido fuertemente con su esposa, Graciela. Después de esto salió de su casa y permaneció en la vivienda de un vecino en el barrio Suba-Rincón, en la localidad de Suba. El vecino le contó a Caracol Noticias que Quintero le dijo que su mujer lo había “echado de la casa”. Los pasos de padre e hijo se pierden en este punto. Nada más se supo hasta que los medios reportaron la noticia. Extraoficialmente, las hipótesis que más circulan al respecto son las de un asesinato (el hijo que habría sido ahogado por su padre) y un suicidio (el padre que se hunde con su hijo).
La madre del menor está bajo el cuidado de la Secretaría de Integración Social. Una funcionaria declaró que la señora Graciela espera que “todo haya sido sólo un accidente”.
La concejal Jiménez advirtió, tétricamente, que en los primeros 15 días de 2010 han fallecido 20 menores de edad en circunstancias violentas. Las muertes han estado vinculadas, primordialmente, a la violencia doméstica.