Mucho más que apartamenteros

En diciembre de 2012 el comandante de la Policía de Bogotá, Luis Eduardo Martínez, recibió la siguiente noticia: en el conjunto residencial en donde vive el director general de la Policía Nacional, José León Riaño, una de las viviendas había sido robada. Martínez no tardó en verificar las cifras que se han presentado sobre hurtos a residencias y a comienzos de 2013 anunció cambios: “Hay que hacer un relevo en la Sijín, porque los resultados que se están dando no me tienen satisfecho”.

Las cifras de lo que va de 2013 no son las mejores: diariamente son robadas siete residencias y, según datos de la Policía Metropolitana de Bogotá, del 1° al 17 de enero se han presentado 150 hurtos a residencias. El 80% de éstos tienen en común la modalidad de engaño, que consiste en despistar a la víctima con falsas credenciales. El 20% restante ha sido a través del uso de la violencia.

A pesar de que el número de casas que han sido robadas es menor a la del año 2011 en el mismo período (del 1° al 17 de enero se presentaron 254 hurtos, según la Policía Metropolitana), el general Martínez ordenó el relevo del director de la seccional de la Policía Judicial (Sijín), coronel Carlos Duarte.

Más allá de las cifras oficiales está el miedo a denunciar. En el barrio Verbenal, por ejemplo, se escuchan con frecuencia rumores sobre hurtos a residencias: “Usualmente van armados. Sigilosamente entran a la casa o al establecimiento comercial y ponen de rodillas a los que estén adentro. Los amenazan y ellos no se atreven a denunciar. Esto ha pasado en la calle 188 con carrera 15 bis”, dice un líder comunal del sector que prefiere mantener su nombre en reserva.

Verbenal pertenece a la localidad de Usaquén, una de las más peligrosas en cuanto a hurto de residencias. Según el subcomandante de la Policía de Bogotá, coronel Camilo Cabana, el 70% de hurtos a viviendas se concentran en Suba, Kennedy y Usaquén. La encuesta de percepción ciudadana de 2012 señala que 7 de cada 100 ciudadanos han sido víctimas de este tipo de delito, que es el segundo con mayor impacto en la ciudad. El estudio también señala que el 32% de los encuestados consideran que el barrio donde viven es seguro.

Pese a que, en las cifras de la Policía, Suba está dentro de las localidades con mayor hurto a residencias, la alcaldesa Marisol Perilla considera que el balance en 2012 fue positivo: “El hurto a residencias se redujo un 8,9% de 2011 a 2012”.

En el Concejo Distrital la bancada de Cambio Radical citó a un debate sobre la inseguridad en la capital y las mafias alrededor de la delincuencia común. Uno de los citantes fue el concejal Roberto Hinestrosa, quien considera que “es necesaria una explicación por parte de la Policía acerca de la percepción de inseguridad en la ciudad”.

Para el concejal de Cambio Radical, “las cifras demuestran un avance, pero los ciudadanos se sienten amenazados. Recibimos un informe sobre las ollas en la localidad de Los Mártires y es preocupante que el sector del Bronx sea controlado por mafias. Algo parecido sucede con el hurto a viviendas: son bandas organizadas que tienen que ser desarticuladas con más operativos y coordinación”.

Por otro lado, el concejal Antonio Sanguino ve con inquietud la relación entre el hurto a residencias y las bandas delincuenciales: “Son delitos asociados con las estructuras delincuenciales complejas. Se han identificado 14 de este tipo que están relacionadas con el narcomenudeo y el hurto a viviendas, y a su vez con Bacrim. Ahí la Policía dio un paso importante: capturar a 15 personas de estos grupos en el año 2012”.

En diciembre de 2012 el comandante de la Policía de Bogotá, Luis Eduardo Martínez, recibió la siguiente noticia: en el conjunto residencial en donde vive el director general de la Policía Nacional, José León Riaño, una de las viviendas había sido robada. Martínez no tardó en verificar las cifras que se han presentado sobre hurtos a residencias y a comienzos de 2013 anunció cambios: “Hay que hacer un relevo en la Sijín, porque los resultados que se están dando no me tienen satisfecho”.

Las cifras de lo que va de 2013 no son las mejores: diariamente son robadas siete residencias y, según datos de la Policía Metropolitana de Bogotá, del 1° al 17 de enero se han presentado 150 hurtos a residencias. El 80% de éstos tienen en común la modalidad de engaño, que consiste en despistar a la víctima con falsas credenciales. El 20% restante ha sido a través del uso de la violencia.

A pesar de que el número de casas que han sido robadas es menor a la del año 2011 en el mismo período (del 1° al 17 de enero se presentaron 254 hurtos, según la Policía Metropolitana), el general Martínez ordenó el relevo del director de la seccional de la Policía Judicial (Sijín), coronel Carlos Duarte.

Más allá de las cifras oficiales está el miedo a denunciar. En el barrio Verbenal, por ejemplo, se escuchan con frecuencia rumores sobre hurtos a residencias: “Usualmente van armados. Sigilosamente entran a la casa o al establecimiento comercial y ponen de rodillas a los que estén adentro. Los amenazan y ellos no se atreven a denunciar. Esto ha pasado en la calle 188 con carrera 15 bis”, dice un líder comunal del sector que prefiere mantener su nombre en reserva.

Verbenal pertenece a la localidad de Usaquén, una de las más peligrosas en cuanto a hurto de residencias. Según el subcomandante de la Policía de Bogotá, coronel Camilo Cabana, el 70% de hurtos a viviendas se concentran en Suba, Kennedy y Usaquén. La encuesta de percepción ciudadana de 2012 señala que 7 de cada 100 ciudadanos han sido víctimas de este tipo de delito, que es el segundo con mayor impacto en la ciudad. El estudio también señala que el 32% de los encuestados consideran que el barrio donde viven es seguro.

Pese a que, en las cifras de la Policía, Suba está dentro de las localidades con mayor hurto a residencias, la alcaldesa Marisol Perilla considera que el balance en 2012 fue positivo: “El hurto a residencias se redujo un 8,9% de 2011 a 2012”.

En el Concejo Distrital la bancada de Cambio Radical citó a un debate sobre la inseguridad en la capital y las mafias alrededor de la delincuencia común. Uno de los citantes fue el concejal Roberto Hinestrosa, quien considera que “es necesaria una explicación por parte de la Policía acerca de la percepción de inseguridad en la ciudad”.

Para el concejal de Cambio Radical, “las cifras demuestran un avance, pero los ciudadanos se sienten amenazados. Recibimos un informe sobre las ollas en la localidad de Los Mártires y es preocupante que el sector del Bronx sea controlado por mafias. Algo parecido sucede con el hurto a viviendas: son bandas organizadas que tienen que ser desarticuladas con más operativos y coordinación”.

Por otro lado, el concejal Antonio Sanguino ve con inquietud la relación entre el hurto a residencias y las bandas delincuenciales: “Son delitos asociados con las estructuras delincuenciales complejas. Se han identificado 14 de este tipo que están relacionadas con el narcomenudeo y el hurto a viviendas, y a su vez con Bacrim. Ahí la Policía dio un paso importante: capturar a 15 personas de estos grupos en el año 2012”.