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En Bogotá, la mayoría de las personas, para su transporte diario, utilizan el sistema público, Transmilenio, en el cual contantemente pasan situaciones que alteran el orden del propio espacio. En muchos casos, por el afán, algunos usuarios presentan comportamientos un poco agresivos y caen en faltas a la normatividad del sistema.
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¿Cómo es la norma?
Para este tipo de casos, el artículo 146 del Código Nacional de Policía y Convivencia pone en evidencia ciertos comportamientos básicos de convivencia, ante estos, el usuario del sistema deberá de respetar y cumplir. En ese sentido, una de las mayores infracciones, que se pasan por alto, son los famosos ‘empujones’ entre las personas, tanto al ingreso como a la salida de los vehículos.
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Sin embargo, lo que pocos conocen o pasan por alto, son las multas económicas a las que pueden enfrentarse por este tipo de acciones.
🎥 Así vivimos el lanzamiento del convenio #EnTransMiPasanCosasBuenas 2025.
— TransMilenio (@TransMilenio) July 10, 2025
TransMilenio, @CulturaenBta e @idipronbogota se unieron nuevamente para transformar el transporte público a través del arte, la participación y la cultura ciudadana.
🎭 Intervenciones culturales
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¿De cuánto es la sanción?
Teniendo como referente la Ley 1801 del 29 de julio de 2016, la cual expidió el Código Nacional de Policía y Convivencia y que entró a regir desde el 29 de enero de 2017, por las conductas, en las que: los usuarios agredan, empujen a las demás personas durante el acceso, permanencia o salida del sistema, se podrán enfrentará a una Multa tipo 1, como lo dio a conocer Noticias RCN.
Esta multa oscila entre cuatro salarios mínimos legales vigentes, estamos hablando de un valor entre $1.423.500 y $5.694. 000 millones.
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La sanción contempla aquellas acciones que perturben la tranquilidad de los demás usuario. Inclusive, que manipulen, deterioren, fuercen o destruyan las puertas, tanto de las estaciones como vehículos, y que impida su normal funcionamiento. En estos casos, las personas podrán entrar en una multa de hasta 16 salarios mínimos.
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Por Redacción Bogotá
