Navegante español que le dio la vuelta al mundo, donará su obra para la educación en Bogotá

La exposición “Sueños que inspiran” se presentará en el centro comercial Palatino del 8 al 11 de junio y pretende subastar el material creado por el navegante español Kike Fenollosa durante su expedición ‘Aventura Oceánica’. Las fotografías serán subastadas desde $10.000 hasta $145.000, dependiendo del tamaño, y se espera recolectar entre $17 y 20 millones. El dinero será donado a la campaña social de la fundación Laudes Infantis, para la educación de jóvenes en Ciudad Bolívar, Usme y San Cristóbal.

Los jóvenes beneficiados recibirán becas según la formación a la que aspiren, ya sea educación básica o superior. Quienes quieran acceder a las becas lo deben hacer mediante la modalidad de trueques, lo que significa que el aspirante debe prestar un servicio comunitario acorde a sus aptitudes. “Es decir, si al joven le gusta el fútbol, deberá hacer un taller de fútbol a la comunidad” aseguró Almudena Rivas, directora de Desarrollo Social y Productivo de Laudes Infantis.

​El navegante recorrió los mares del mundo junto a un compañero entre 2009 y finales de 2013. Fenollosa cruzó el Cabo Hornos, una hazaña comparada a la ascensión del Everest de un alpinista, a bordo del velero Bahari que en lengua swahili significa océano. “El Cabo de Hornos es la punta más al sur de Suramérica, es el lugar para navegar más complicado del mundo, hay olas gigantescas y es el desafío de todo navegante. Luego de pasarlo se nos partió el mástil, el peor daño que puede tener un velero. Sin embargo, pudimos sortear la situación y seguimos la aventura”, cuenta Fenollosa.

El español tomó más de 41.000 fotografías de las que eligió solo 36 para donar. Las fotografías escogidas son las que más lo impactaron durante la navegación. “Capturé la naturaleza subacuática, los paisajes y a gente de tribus, algunas de las comunidades son muy particulares, porque parece como si vivieran en la Edad Media”, agregó el navegante.

Cada travesía era diferente, unas eran largas y otras cortas. La vez que más tardaron en tocar tierra fue 20 días, por lo que el barco debía estar dotado como una nave espacial, en donde encontrarían todos los insumos necesarios para sobrevivir. Sin embargo, hubo veces en que llegaban a sitios que no estaban habitados por lo que le era necesario, como él dice, hacer las veces de Robinson Crusoe: pescar y aprovechar lo que le brindaba la naturaleza. “Nos fundimos de la naturaleza y vivimos de ella”.

Fenollosa tuvo que atravesar fronteras en guerra, enfrentarse a piratas que querían asaltar su velero y apagar incendios abordo. Anécdotas así son las que el navegante español contará el sábado 9 de junio en el centro comercial Palatino a partir de las 5:00 p.m.

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La exposición “Sueños que inspiran” se presentará en el centro comercial Palatino del 8 al 11 de junio y pretende subastar el material creado por el navegante español Kike Fenollosa durante su expedición ‘Aventura Oceánica’. Las fotografías serán subastadas desde $10.000 hasta $145.000, dependiendo del tamaño, y se espera recolectar entre $17 y 20 millones. El dinero será donado a la campaña social de la fundación Laudes Infantis, para la educación de jóvenes en Ciudad Bolívar, Usme y San Cristóbal.

Los jóvenes beneficiados recibirán becas según la formación a la que aspiren, ya sea educación básica o superior. Quienes quieran acceder a las becas lo deben hacer mediante la modalidad de trueques, lo que significa que el aspirante debe prestar un servicio comunitario acorde a sus aptitudes. “Es decir, si al joven le gusta el fútbol, deberá hacer un taller de fútbol a la comunidad” aseguró Almudena Rivas, directora de Desarrollo Social y Productivo de Laudes Infantis.

​El navegante recorrió los mares del mundo junto a un compañero entre 2009 y finales de 2013. Fenollosa cruzó el Cabo Hornos, una hazaña comparada a la ascensión del Everest de un alpinista, a bordo del velero Bahari que en lengua swahili significa océano. “El Cabo de Hornos es la punta más al sur de Suramérica, es el lugar para navegar más complicado del mundo, hay olas gigantescas y es el desafío de todo navegante. Luego de pasarlo se nos partió el mástil, el peor daño que puede tener un velero. Sin embargo, pudimos sortear la situación y seguimos la aventura”, cuenta Fenollosa.

El español tomó más de 41.000 fotografías de las que eligió solo 36 para donar. Las fotografías escogidas son las que más lo impactaron durante la navegación. “Capturé la naturaleza subacuática, los paisajes y a gente de tribus, algunas de las comunidades son muy particulares, porque parece como si vivieran en la Edad Media”, agregó el navegante.

Cada travesía era diferente, unas eran largas y otras cortas. La vez que más tardaron en tocar tierra fue 20 días, por lo que el barco debía estar dotado como una nave espacial, en donde encontrarían todos los insumos necesarios para sobrevivir. Sin embargo, hubo veces en que llegaban a sitios que no estaban habitados por lo que le era necesario, como él dice, hacer las veces de Robinson Crusoe: pescar y aprovechar lo que le brindaba la naturaleza. “Nos fundimos de la naturaleza y vivimos de ella”.

Fenollosa tuvo que atravesar fronteras en guerra, enfrentarse a piratas que querían asaltar su velero y apagar incendios abordo. Anécdotas así son las que el navegante español contará el sábado 9 de junio en el centro comercial Palatino a partir de las 5:00 p.m.

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