A las 5:59 p.m. del sábado, un estruendo alarmó a los residentes del barrio Las Delicias del Carmen, ubicado sobre el borde oriental de Bogotá, en la localidad de Usaquén, donde no había cesado de llover desde el mediodía. Se trató de una caída de lodo, rocas y tierra sobre un improvisado parqueadero ubicado en un lote en la carrera 2 bis con calle 127.
Debido al fuerte aguacero que cayó en el nororiente de la capital durante toda la tarde del sábado, las primeras hipótesis apuntan a que el derrumbe fue generado por la inestabilidad geológica en los cerros tras las lluvias.
El alud aplastó varias volquetas y otros vehículos que estaban parqueados en el lugar, al que llegaron miembros del Cuerpo de Bomberos de la estación Caobos y del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger).
Estos dos equipos atendieron la remoción en masa y aseguraron el área en busca de posibles víctimas, y por fortuna no hubo reporte de fallecidos o lesionados.
Debido a que las condiciones climáticas se mantendrán, las autoridades de la localidad de Usaquén se encuentran identificando si en el barrio, o en general en la zona que colinda con los cerros orientales, hay más predios que estén construidos sobre terrenos inestables, que puedan ceder con las lluvias.
Pese a que no se registraron víctimas, el derrumbe dejó cuantiosas pérdidas materiales, en especial para el gremio del transporte de carga.
En el patio estaban estacionados unos 20 vehículos, entre volquetas, vans y camiones de acarreos. Por ahora, hay 12 que fueron rescatados de los escombros, pero quedaron inservibles debido a la caída de lodo y rocas.