No se construirá ciudadela en Bosa

La ciudadela Campo Verde, un ambicioso proyecto de vivienda para los más pobres, en un lote de 85 hectáreas en la localidad de Bosa, no será construida, pues la zona se encuentra en un área de riesgo de inundación por cuenta de los ríos Tunjuelo y Bogotá.

Así lo confirmó ayer martes el alcalde Gustavo Petro a través de su cuenta de Twitter, horas después de que el ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, acusara a la administración distrital de no colaborar con el plan de construir 8.000 viviendas de interés prioritario en la ciudad.

Ante el Concejo de Bogotá, Vargas Lleras —impulsor de la Ley de Vivienda que busca construir 100.000 viviendas de interés prioritario (VIP) en el país durante los próximos 10 años— mencionó cinco proyectos que adelanta con el Distrito y señaló que en todos ellos “faltan algunos requerimientos necesarios”. Entre ellos contó a Campo Verde, asegurando que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá aún no había definido “la disponibilidad para suministrar agua a dichas viviendas”.

Sin embargo, un informe conocido por El Espectador, del Fondo para la Prevención y Atención de Emergencias (Fopae), asegura que los predios en los que se construiría esta ciudadela constituyen una “zona de amenaza media de inundación por desbordamiento”. El informe, realizado en 2010, señala que de ser construida la ciudadela, una inundación “tendría una probabilidad de ocurrencia entre el 10 y el 65%” en los próximos 10 años.

Según le explicó a este diario el gerente del Acueducto, Diego Bravo, la única manera de mitigar dicho riesgo es a través de una obra que conecte el canal Cundinamarca —cuya saturación causó las inundaciones en Bosa y Kennedy el año pasado— con el interceptor Tunjuelo-Canoas.

Sin embargo, hace una semana, un pronunciamiento del Consejo de Estado, también conocido por este diario, resolvió decretar la suspensión de la construcción de este interceptor, esgrimiendo graves cuestionamientos a los aspectos contractuales, técnicos, financieros y ambientales de la obra.

Así las cosas, construir la ciudadela Campo Verde, donde el ministro de Vivienda e incluso el mismo Distrito consideraban financiar hasta 8.000 VIP, no sería responsable. Según las palabras del alcalde, “sería un crimen”.

Los otros proyectos

Fue una jornada intensa la de ayer, en donde se hizo evidente un nuevo choque entre el Distrito y la Nación en torno al desarrollo urbano de Bogotá. El ministro Vargas Lleras también le reprochó a la secretaria de Hábitat del Distrito, María Mercedes Maldonado, que aún no se hayan adelantado los trámites para habilitar la construcción de viviendas en La Hoja, Puente Aranda; San Victorino, en el centro; la Ciudadela El Porvenir, en Bosa, y Nuevo Usme.

Al respecto, Maldonado le dijo a El Espectador que el Distrito esperaba el visto bueno de la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter), entidad que debe pronunciarse sobre la viabilidad de estos predios. “Sólo hasta el martes recibimos el concepto favorable sobre los mismos, pese a que Findeter solicitó algunos ajustes”, aseguró.

De acuerdo con Maldonado, una vez recibido el sí de la financiera, los ajustes y trámites necesarios “no deberán tardar mucho tiempo”.

La ciudadela Campo Verde, un ambicioso proyecto de vivienda para los más pobres, en un lote de 85 hectáreas en la localidad de Bosa, no será construida, pues la zona se encuentra en un área de riesgo de inundación por cuenta de los ríos Tunjuelo y Bogotá.

Así lo confirmó ayer martes el alcalde Gustavo Petro a través de su cuenta de Twitter, horas después de que el ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, acusara a la administración distrital de no colaborar con el plan de construir 8.000 viviendas de interés prioritario en la ciudad.

Ante el Concejo de Bogotá, Vargas Lleras —impulsor de la Ley de Vivienda que busca construir 100.000 viviendas de interés prioritario (VIP) en el país durante los próximos 10 años— mencionó cinco proyectos que adelanta con el Distrito y señaló que en todos ellos “faltan algunos requerimientos necesarios”. Entre ellos contó a Campo Verde, asegurando que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá aún no había definido “la disponibilidad para suministrar agua a dichas viviendas”.

Sin embargo, un informe conocido por El Espectador, del Fondo para la Prevención y Atención de Emergencias (Fopae), asegura que los predios en los que se construiría esta ciudadela constituyen una “zona de amenaza media de inundación por desbordamiento”. El informe, realizado en 2010, señala que de ser construida la ciudadela, una inundación “tendría una probabilidad de ocurrencia entre el 10 y el 65%” en los próximos 10 años.

Según le explicó a este diario el gerente del Acueducto, Diego Bravo, la única manera de mitigar dicho riesgo es a través de una obra que conecte el canal Cundinamarca —cuya saturación causó las inundaciones en Bosa y Kennedy el año pasado— con el interceptor Tunjuelo-Canoas.

Sin embargo, hace una semana, un pronunciamiento del Consejo de Estado, también conocido por este diario, resolvió decretar la suspensión de la construcción de este interceptor, esgrimiendo graves cuestionamientos a los aspectos contractuales, técnicos, financieros y ambientales de la obra.

Así las cosas, construir la ciudadela Campo Verde, donde el ministro de Vivienda e incluso el mismo Distrito consideraban financiar hasta 8.000 VIP, no sería responsable. Según las palabras del alcalde, “sería un crimen”.

Los otros proyectos

Fue una jornada intensa la de ayer, en donde se hizo evidente un nuevo choque entre el Distrito y la Nación en torno al desarrollo urbano de Bogotá. El ministro Vargas Lleras también le reprochó a la secretaria de Hábitat del Distrito, María Mercedes Maldonado, que aún no se hayan adelantado los trámites para habilitar la construcción de viviendas en La Hoja, Puente Aranda; San Victorino, en el centro; la Ciudadela El Porvenir, en Bosa, y Nuevo Usme.

Al respecto, Maldonado le dijo a El Espectador que el Distrito esperaba el visto bueno de la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter), entidad que debe pronunciarse sobre la viabilidad de estos predios. “Sólo hasta el martes recibimos el concepto favorable sobre los mismos, pese a que Findeter solicitó algunos ajustes”, aseguró.

De acuerdo con Maldonado, una vez recibido el sí de la financiera, los ajustes y trámites necesarios “no deberán tardar mucho tiempo”.