Julián Ramírez, líder de la barra ‘Los Pinzas’, dijo a El Espectador que “se ha dicho que los hechos se presentaron en Villaluz, y nosotros nos sentimos criminalizados porque somos los que permanecemos allí”. Afirma que están en desacuerdo con lo que pasó el pasado sábado con el hincha de Santa Fe, pero “no estamos señalando a nadie, porque fue un error de las dos partes”.
Otro de los jóvenes, quien prefirió guardar su identidad, dijo que hay una fuerte diferenciación entre las barras. “‘Los Pinzas’ de Villaluz son de familia, en cambio ‘Los Pichos’ son ‘pesados’ y violentos”, y recalca que en su caso “si nos encontramos unos rojos no pasa nada, los tiempos y nosotros hemos cambiado”.
Por su parte, el alcalde de la localidad pidió al país “que se acaben los señalamientos porque lo único que puede pasar es ahondar el conflicto” y se ofreció como garante para que alias Toledo se entregue a las autoridades.
Por su parte Alias Toledo, presunto responsable del asesinato este fin de semana del padre de un hincha de Santa Fe, estaría próximo a entregarse. Así lo aseguró ayer el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, Luis Eduardo Martínez, luego de conversar con el padre del sospechoso. Los barristas de Engativá afirman no saber el paradero del presunto homicida.
El sábado pasado en la noche, Pedro Contreras caminaba con su hijo por la localidad de Engativá, cuando se encontró con un grupo de hinchas de Millonarios que se lanzaron a agredir al muchacho, quien vestía una camiseta de Santa Fe. Al intentar defender a su hijo, Contreras, un militar retirado, perdió la vida apuñalado.
Hasta el momento todas las versiones señalan que fue Camilo Andrés Moreno, conocido como Toledo entre sus compañeros, quien habría asesinado con arma blanca al militar retirado de 66 años en el barrio Santa Cecilia de Engativá.
Según Carlos Campos, representante de asuntos comunales de Engativá, “esta localidad representa el casi 50% de los barristas de Bogotá, con cerca de 28 barras de cinco equipos de fútbol”.
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Por Jhon Palomino
