Nueva cara de la séptima

El director del IDU, Néstor Ramírez, asegura que el Transmilenio por la séptima estará listo en julio de 2011 ya que las obras de construcción no incluyen intervenciones masivas en espacio público ni en redes de servicios, dos de los puntos que hacen que los trabajos en una troncal regular, como la de la calle 26, tomen mucho más tiempo y dinero.

¿El tipo de Transmilenio que se construirá en la carrera séptima, uno ‘ligero’, sí es el adecuado?

Las quejas que hay no tienen que ver con lo que se va a hacer, sino con lo que no se va a hacer de más. Corposéptima hoy dice que la intervención que se va a hacer debe incluir el espacio público. Eso sería lo ideal, pero esta no es una ciudad en la que los recursos sobren. Vamos a efectuar lo que se requiere en materia de movilidad. Uno querría hacer más. En mi opinión, a futuro, debería intervenirse toda la séptima para convertirla en un corredor verde.

Los costos de construcción de esta troncal son más bajos que en las demás. ¿Por qué?

Esta no es una troncal de Transmilenio como las demás. Por ejemplo, la calle 26 requiere obras en el espacio público, además de los carriles. Entonces, se cambian no sólo las vías, sino también los alrededores, además de las redes de servicios públicos. En la séptima lo que tenemos son estaciones más largas, de 3,5 por 70 metros, y sólo en estos puntos es que se interviene el espacio público, no en todo el corredor. Por estos factores es que los trabajos no cuestan tanto y se pueden efectuar en un año, que es un tiempo muy corto. Además, no se requiere la compra masiva de predios.

Si no llega a haber metro, ¿el Transmilenio de la séptima no quedaría sofocado?

Yo no contemplo esta posibilidad. Tiene que haber metro. La ciudad no soporta no tenerlo. Ahora, de todas formas la séptima hay que intervenirla porque ayuda a repartir la demanda que vendrá por la troncal de la calle 26 y la carrera décima. En este punto es importante tener en cuenta cuántos buses se pondrán en funcionamiento para equilibrar la demanda, pero lo importante es tener la vía hecha.

¿Cuánto se demorará toda la construcción?

Se hará en dos etapas. La primera, hasta julio de 2011, irá desde la calle 34 hasta la 100, en donde habrá una estación intermedia para que ahí los buses hagan el retorno. La segunda incluirá la adecuación de la vía desde la 100 hasta la 170.

¿Cuándo comenzaría la segunda etapa de la troncal?

Yo esperaría que en el siguiente año se licitara el tramo entre las calles 100 y la 170. Eso depende de los recursos que, se tiene pensado, provendrán de un crédito internacional que se empezará a tramitar ahora. Este proceso se demora un año, aproximadamente.

¿Por qué se decidió hacer la licitación pública para este proyecto?

Hicimos un análisis desde varios puntos de vista. Las dos opciones eran hacerle la adición a uno de los contratistas que ya efectúa obras o por licitación. Nos decidimos por esta última porque es más transparente, permite la pluralidad de las propuestas. El otro camino no: era casi a dedo que se elegía al constructor, algo que legalmente es posible, pero no es tan claro para todo el mundo.

¿Esta decisión tiene efectos sobre los trabajos o es más una determinación política frente a la ciudadanía?

Cuando miramos la diferencia en los tiempos era de un mes: lo que se iba a ganar sin hacer licitación era sólo un mes, pero perdíamos la claridad ante la gente.

“Vamos a recuperar el dinero”

El director del IDU aseguró que tiene todas las armas para reclamar el dinero que la aseguradora Segurexpo le debe a la ciudad por cuenta de los problemas que derivaron en la cesión, por parte de Transvial, del contrato de dos de los tramos de construcción en la avenida El Dorado. En días pasados, Segurexpo afirmó que el monto de la deuda, $72 mil millones, es exagerado y que la responsabilidad de los atrasos en los trabajos también es del IDU.

El director del IDU, Néstor Ramírez, asegura que el Transmilenio por la séptima estará listo en julio de 2011 ya que las obras de construcción no incluyen intervenciones masivas en espacio público ni en redes de servicios, dos de los puntos que hacen que los trabajos en una troncal regular, como la de la calle 26, tomen mucho más tiempo y dinero.

¿El tipo de Transmilenio que se construirá en la carrera séptima, uno ‘ligero’, sí es el adecuado?

Las quejas que hay no tienen que ver con lo que se va a hacer, sino con lo que no se va a hacer de más. Corposéptima hoy dice que la intervención que se va a hacer debe incluir el espacio público. Eso sería lo ideal, pero esta no es una ciudad en la que los recursos sobren. Vamos a efectuar lo que se requiere en materia de movilidad. Uno querría hacer más. En mi opinión, a futuro, debería intervenirse toda la séptima para convertirla en un corredor verde.

Los costos de construcción de esta troncal son más bajos que en las demás. ¿Por qué?

Esta no es una troncal de Transmilenio como las demás. Por ejemplo, la calle 26 requiere obras en el espacio público, además de los carriles. Entonces, se cambian no sólo las vías, sino también los alrededores, además de las redes de servicios públicos. En la séptima lo que tenemos son estaciones más largas, de 3,5 por 70 metros, y sólo en estos puntos es que se interviene el espacio público, no en todo el corredor. Por estos factores es que los trabajos no cuestan tanto y se pueden efectuar en un año, que es un tiempo muy corto. Además, no se requiere la compra masiva de predios.

Si no llega a haber metro, ¿el Transmilenio de la séptima no quedaría sofocado?

Yo no contemplo esta posibilidad. Tiene que haber metro. La ciudad no soporta no tenerlo. Ahora, de todas formas la séptima hay que intervenirla porque ayuda a repartir la demanda que vendrá por la troncal de la calle 26 y la carrera décima. En este punto es importante tener en cuenta cuántos buses se pondrán en funcionamiento para equilibrar la demanda, pero lo importante es tener la vía hecha.

¿Cuánto se demorará toda la construcción?

Se hará en dos etapas. La primera, hasta julio de 2011, irá desde la calle 34 hasta la 100, en donde habrá una estación intermedia para que ahí los buses hagan el retorno. La segunda incluirá la adecuación de la vía desde la 100 hasta la 170.

¿Cuándo comenzaría la segunda etapa de la troncal?

Yo esperaría que en el siguiente año se licitara el tramo entre las calles 100 y la 170. Eso depende de los recursos que, se tiene pensado, provendrán de un crédito internacional que se empezará a tramitar ahora. Este proceso se demora un año, aproximadamente.

¿Por qué se decidió hacer la licitación pública para este proyecto?

Hicimos un análisis desde varios puntos de vista. Las dos opciones eran hacerle la adición a uno de los contratistas que ya efectúa obras o por licitación. Nos decidimos por esta última porque es más transparente, permite la pluralidad de las propuestas. El otro camino no: era casi a dedo que se elegía al constructor, algo que legalmente es posible, pero no es tan claro para todo el mundo.

¿Esta decisión tiene efectos sobre los trabajos o es más una determinación política frente a la ciudadanía?

Cuando miramos la diferencia en los tiempos era de un mes: lo que se iba a ganar sin hacer licitación era sólo un mes, pero perdíamos la claridad ante la gente.

“Vamos a recuperar el dinero”

El director del IDU aseguró que tiene todas las armas para reclamar el dinero que la aseguradora Segurexpo le debe a la ciudad por cuenta de los problemas que derivaron en la cesión, por parte de Transvial, del contrato de dos de los tramos de construcción en la avenida El Dorado. En días pasados, Segurexpo afirmó que el monto de la deuda, $72 mil millones, es exagerado y que la responsabilidad de los atrasos en los trabajos también es del IDU.