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La dieta decembrina tiene un menú particular que incluye: cerdo, pavo, pollo y toda suerte de embutidos. Comidas que requieren un cuidadoso tratamiento y manipulación para que no produzcan intoxicaciones. Por eso, la Secretaría Distrital de Salud ha implementado un esquema de control sobre establecimientos de elaboración y distribución de alimentos; sin embargo, la ciudadanía está llamada a afilar sus sentidos para evitar ingerir productos vencidos o sin las garantías de higiene y calidad necesarias.
Se recomienda tener especial cuidado con las fechas de caducidad y condiciones de conservación de: pollo, cerdo, pavo, cordero y embutidos, ya que son de fácil descomposición. Evite las comidas preparadas en días anteriores y, sobre todo, si no han sido refrigeradas. Los embutidos requieren una refrigeración de 4° centígrados. Fíjese que los productos que compre tengan los condiciones de calidad en la etiqueta.
No consuma alimentos de coloración verdosa ni olor fuerte y absténgase de comer en locales sin las condiciones de higiene básica. Manténgase alerta ante algún dolor abdominal, ya que es uno de los síntomas de intoxicación. Ante cualquier emergencia médica puede comunicarse con la línea 123. Como reza el adagio popular: hombre precavido vale por dos y comida segura, Navidad feliz.
Por El Espectador
