Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El atentado contra Miguel Uribe fue solo la punta del iceberg de un flagelo que ha ido incrementando en la capital del país. El sicariato, como modalidad para acabar con la vida de las personas, actualmente representa el 30 % de los homicidios reportados en Bogotá entre enero y mayo de 2025.
Usualmente, este tipo de crimen se asocia a disputas entre bandas delincuenciales y otros enfrentamientos que se están saldando con la contratación de una persona, en ocasiones menores de edad, que se encarga de dispararle al objetivo y huir en medio del temor y la confusión ciudadana.
El tema ha escalado a tal punto que, en el Concejo de Bogotá, se realizó un debate de control político para hablar sobre las cifras en repunte de esta modalidad delictiva.
Más información sobre Bogotá: Ordenan cerrar tienda de D1 en Bogotá por riesgos físicos en instalaciones.
El debate fue organizado por el cabildante de la Alianza Verde, Julián Espinosa, quien sustentó la iniciativa con las cifras sobre sicariato de lo corrido de 2025. La cifra más relevante: 156 casos de sicariato entre enero y mayo del presente año.
De mantenerse esta tendencia, se proyecta que Bogotá finalizará el año con al menos 568 asesinatos por encargo. Para Espinosa, esta situación representa la postergación de la tendencia delictiva del año pasado, con los 607 casos de 2024; y un incremento respecto a los 437 casos de sicariato de 2023 y los 431 de 2022.
“Una realidad aún más alarmante es la alta impunidad: de esos 156 casos, solo se han logrado 16 capturas, lo que deja 140 casos sin resolver. En otras palabras, casi el 90% de los sicariatos en Bogotá quedan en la impunidad”, puntualizó Espinosa.
Bajo esta misma línea, el cabildante cuestionó la estrategia distrital para reducir este tipo de homicidios. Según espinosa, las acciones implementadas son, en su mayoría, las mismas que fracasaron hace más de tres décadas.
Desde 1988, año en el que se creó sin éxito el Comité Antisicarial, se han venido aplicando medidas como el control de motocicletas, restricciones al porte de armas y operativos focalizados, sin resultados estructurales ni sostenidos. Hoy, más de 35 años después, se insiste en fórmulas similares como el plan “Microzonas”, patrullajes limitados y megatomas.
“Por eso exigimos estrategias reales y efectivas. Porque, ojo a esta realidad: hace 35 años las propuestas para reducir el sicariato eran restricciones a las motos y control de armas. Hoy, desde la Secretaría de Seguridad, se plantean exactamente las mismas: control de armas ilegales y la posibilidad de restringir al parrillero”, señaló Espinosa.
Por otro lado, para el concejal, el fenómeno del sicariato no es aislado: está profundamente ligado al control de rentas criminales, el microtráfico, la extorsión, los ajustes de cuentas y las retaliaciones entre bandas, además de prácticas de disciplinamiento interno dentro de estructuras delictivas.
Localidades como Ciudad Bolívar, Kennedy, Usme, Suba, Rafael Uribe, Santa Fe, Bosa y Engativá concentran los principales focos de violencia. Aunque estas zonas han sido priorizadas en distintas intervenciones institucionales, las cifras no muestran reducción.
Otro elemento crítico es el tráfico de armas, que sigue fuera de control. En Bogotá se incautaron 1.119 armas en 2022, 3.105 en 2023 y 439 en el primer trimestre de 2024. A nivel nacional, entre enero y abril de 2025, fueron decomisadas 8.466 armas, muchas de ellas provenientes de Estados Unidos. La Policía Nacional reporta que en Colombia se incauta un arma de fuego cada 20 minutos, una cifra que revela la magnitud del problema.
Le puede interesar: Rock al parque 2025 en Bogotá: cierres viales y desvíos este 21, 22 y 23 de junio.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.

Por Redacción Bogotá
