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El actual gobierno sostiene que nuestro sistema de salud es de los peores del mundo, afirmación contraria a la evidencia como lo demuestra el bajo gasto de bolsillo en salud de los colombianos. Este es quizás el mejor indicador del desempeño de un sistema de salud que expresa cuánto tienen que destinar las personas de sus propios ingresos para poder conseguir las atenciones médicas requeridas.
Cuando el gasto de bolsillo es muy alto significa que el Estado no está destinando suficientes recursos públicos para proteger el derecho a la salud, sin importar cuál sea el esquema que utilice para organizar su sistema. Si lo hace con un modelo de seguros significa que estos tienen una cobertura incompleta obligando a la gente a llenar el faltante por su propia cuenta.
Al igual, si se utiliza un sistema de prestación de servicios sin aseguradores basado en hospitales públicos como el que quiere imponer el actual gobierno, el elevado gasto de bolsillo es un síntoma de que los prestadores no reciben lo necesario del Estado haciendo que los servicios sean insuficientes o inexistentes obligando a la gente a asumir directamente su costo en prestadores privados, lo que se hace más notorio en el no suministro de medicamentos esenciales.
En ambas formas de organización del sector, la insuficiencia de recursos exige a las personas que requieren los servicios, es decir los enfermos, a que sean ellos quienes terminan supliendo esta carencia, que es la peor y más inequitativa forma de financiar un sistema de salud. La consecuencia es que, dado el alto costo de los servicios, las familias se ven obligadas a vender sus propiedades, endeudarse, llegando a empobrecerse o peor aún a poner en riesgo su salud y la vida al no poder acceder a la atención que requieren.
Si revisamos el gasto de bolsillo en salud en Colombia desde que el actual sistema de seguros fue creado en 1945 al igual que si nos comparamos con que acontece a nivel mundial, las cifras hablan por sí solas, desmintiendo categóricamente lo afirmado por el gobierno.
En 2019, se estimaba que el gasto de bolsillo en salud representaba entre el 14-16%, siendo uno de los más bajos a nivel mundial. Comparativamente, Chile, considerado el mejor sistema de salud de Latinoamérica era del 33%, Costa Rica 22% y el promedio entre los países de mayores ingresos de la OCDE, del 21%. Si nos miramos a lo largo de la historia el gasto de bolsillo en Colombia en 1945 era del 78-82%.
Las evidencias muestran que el gasto de bolsillo se está incrementando desde 2022 siendo Bogotá una de las ciudades más afectadas, resultado del desfinanciamiento del sector que ha llevado a un incremento del 18% en la venta de pólizas privadas. La gente prefiere sacrificar otras prioridades antes que vivir la tragedia de no ser atendidos. Sin duda hoy estamos frente un retroceso en materia social.
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