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Opinión: Fatalidad del agua en la sabana de Bogotá

Ciertamente son indispensables las campañas para el racionamiento del agua, las cuales deberían ser pedagogía social permanentes y no coyunturales hasta construir una cultura de respeto y uso racional del agua

Alberto López de Mesa
24 de mayo de 2024 - 09:03 p. m.
Bogotá está con racionamiento desde el 11 de abril.
Bogotá está con racionamiento desde el 11 de abril.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada

Hay algo injusto en que los racionamientos de agua, que obliga la reducción del nivel de los embalses por el fenómeno del Niño, sea más drástico en el servicio domiciliario, en las familias. Lo digo, porque el mayor despilfarro y el abuso irracional se da por la noción depredadora de desarrollo, que cumplen los sectores empresariales e industriales al ton de la ambición capitalista.

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Patéticos son los aprovechamientos ventajosos de las fuentes acuosas, por ejemplo, de fábricas de bebidas gasificadas, en el municipio de La Calera, al nororiente de Bogotá, en cuya sede hicieron una perforación hasta 250 metros de profundidad, justo donde fluyen agua subterránea pura y potable, con lo cual garantizan abastecimiento constante. Podrá escasear agua en los poblados aledaños, pero a la fábrica nunca les faltará el líquido que, además de usar como insumo básico de su producto estrella, lo embazan, tal cual la extraen y la comercializan. ¿Cómo y quienes les otorgan las licencias para aprovechar a su antojo las aguas subterráneas y los manantiales de la región aledaña a la fábrica?

La planta embotelladora recibe la certificación de Sistema de Gestión Basura Cero otorgada por el ICOTEC y la corporación basura cero global, ratifican así su apoyo a la economía circular en el país, esto porque recuperan y reciclan el pet de lo embaces, pero del aprovechamiento ventajoso de las aguas nada se dice.

Dado que el agua es insumo primordial en toda producción, la disputa por el acaparamiento ventajoso por parte de empresas e industrias es brutal. Pero a decir verdad, la responsabilidad directa en la incapacidad de los embalses para satisfacer la demanda de su respectiva población en las contingencias de sequía, la tienen los gobiernos permisivos con los intereses de los constructores, toda vez que irresponsables o corruptos permiten que los urbanizadores incidan en los POT o se los pasen por la faja, así adquieren licencias para construir en reservas ambientales, aumentando la demografía más allá de las capacidades de los acueductos, y consecuente a ello la deforestación de cerros la erosión por canteras y minas de donde se extraen los materiales para las construcciones.

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Se sabe la frecuencia de los fenómenos meteorológicos del Niño y de la Niña, aún lo impredecible es su intensidad, más con la información que se tiene es posible y necesario ejecutar acciones de prevención y no reaccionar en la inminencia. Ciertamente son indispensables las campañas para el racionamiento del agua, las cuales deberían ser pedagogía social permanentes y no coyunturales hasta construir una cultura de respeto y uso racional del agua, esto, ya se sabe, no es suficiente para atajar el interés capitalista cuya codicia desenfrenada no oye consejos humanistas, para ello son indispensables las leyes y sanciones estrictas.

El agua es factor de la vida si no es que es la esencia misma de la vida. Los ríos, lagunas, el agua potable en general son indispensable para la existencia humana, lo paradójico es que esa indispensabilidad es su fatalidad, pues a través de los tiempos, los pueblos, las ciudades, las civilizaciones se han emplazado junto a los afluentes, abasteciéndose de sus dones, pero también desvirtuándolos, vertiendo en ellos los desechos, usándolos de alcantarilla, e incluso transformado su cause al servicio de necesidades ajenas a su virtud.

En Colombia hay dos ejemplos recientes de agresión alevosa a causes hídricos: la represa Hidroituango que truncó el Cauca, segundo río más importante del país, y el desvío o, mejor decir, el robo del río Ranchería en La Guajira, por parte de la carbonífera Cerrejón, para lavar el carbón sin importarles el perjuicio al ecosistema y a las gentes que vivían de él.

Con todo esto, ya es hora de que el mundo declare las fuentes y cuencas de agua como “sujeto de derechos”, que las Constituciones ordenen su cuidado y protección como lo que son sujetos esencia de la vida.

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Alvaro(66505)28 de mayo de 2024 - 03:33 a. m.
Las facturas de agua siguen subiendo, la materia prima es gratis, o San Pedro les cobra el agua que cae del cielo? se someten a racionamiento a las poblaciones, pero nunca dejan de ganar billones esas empresas públicas de agua y energía, si BIllones, sin embargo las facturas siguen su ascenso al cielo,que horror, donde esta el estado? o como dicen los dueños de estas empresas, mejor poco estado.
Juda(66999)28 de mayo de 2024 - 02:40 a. m.
Hace más cinco décadas que no se invierte en proyectos de Gran Infraestructura para el agua para el consumo humano y mientras se construyeron muchos Centros Comerciales y muchos edificios multifamiliares de más de diez pisos; la ciudad ha crecido a un acelerado ritmo y la Infraestructura Congelada, congelada para una ciudad de cinco ó seis millones de habitantes, entonces?.......
Sancho13(17834)25 de mayo de 2024 - 08:05 a. m.
Recuerdan cuando Petro siendo alcalde presentó el POT alrededor y en defensa del agua,de 850 hojas y el concejal Miguel Uribe Turbay lo desoedazo, diciéndo que eso era populismo y mentiras de Petro?. Pastillas para la memoria
Olga(48573)24 de mayo de 2024 - 10:05 p. m.
embazan: envasan ¡Santo Dios con la ortografía en la actualidad!.
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