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Este 18 de noviembre cerraron las votaciones para los ‘Presupuestos Participativos e 2023′, ante las cuales, la Alcaldesa Claudia López se ha vanagloriado de haber obtenido 318 mil votos, ‘’convirtiéndose en la votación más alta alcanzada para este mecanismo de participación ciudadana en Colombia y en Suramérica’', tal como afirmó en su cuenta X. Sin embargo, pese a ‘’haber batido record’', hay que ser críticos para entender que hay una serie de desventajas enmascaradas con aparente participación ciudadana que están afectando el presupuesto que tienen para ejecución las alcaldías locales, en especial para la malla vial cada vez más abandonada.
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Algunos bogotanos y bogotanas eligieron entre 4.960 propuestas, que fueron postuladas para que los ciudadanos priorizaron en qué invertir sus impuestos. Puntualmente, 318.459 personas en 2023 eligieron qué se va a hacer con el 6 % del presupuesto distrital en 2024, (cabe aclarar para magnificar las cifras que el de 2023 es poco más de 31 billones de pesos) y esto se debe a que la Alcaldesa Claudia López decidió que la mitad de la asignación del presupuesto de las alcaldías locales, que equivale al 12 % del total de los recursos de la ciudad, fuera asignada con la participación de los ciudadanos, quienes tenían la posibilidad de votar hasta 6 veces por distintas propuestas.
No se puede negar que los presupuestos participativos son un mecanismo que fortalece la democracia al incluir a la ciudadanía en el proceso de toma de decisiones, ayudan a construir comunidad más allá de la asignación de recursos y aumenta la conciencia cívica haciendo que las personas que participan en ellos aprendan sobre el proceso presupuestal del Distrito. Pero que de 6′010.616 capitalinos habilitados para ejercer su derecho al voto solo voten poco más de 318 mil personas, significa que solo el 5,3 % de los bogotanos se inmiscuye en estos procesos, lo que demuestra que por más buenas intenciones haya en tratar de involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones, sigue siendo cuestionable la participación.
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La mandataria de la capital ha afirmado que se aumentó en un 34 % la participación de este año en comparación con el año pasado y es que incluso, si se suma la cifra de votantes desde que se implementó este proceso de participación ciudadana a nivel local en el gobierno de López, a duras penas entre 2020 y 2022 la suma daba en total 230 mil personas. El IDPAC ha tratado de formar a la gente y líderes comunales con cursos, pero el problema radica en que la votación para esas 4.960 propuestas en muchas ocasiones solo beneficia a los mismos que las proponen y deja completamente desfinanciado el mantenimiento a la malla vial secundaria, que hace parte de la responsabilidad de las alcaldías locales.
La misma alcaldesa ha aceptado que se redujo la inversión en vías de 75 % a 30 %, así que cuando usted se pregunte por qué las calles de su barrio están destruidas, afectando no solo su derecho a la movilidad, sino a otros derechos como al trabajo, la educación, la salud y la seguridad, incluso, el derecho a la vida, porque los huecos y la falta de andenes producen accidentes viales, entienda entonces esta forma de asignar el presupuesto como una de las principales causas. En especial porque de todas esas propuestas solo quedan elegidas algunas por cada temática en cada localidad, por ejemplo, en infraestructura, protección de niños y adultos mayores, cultura, deporte, medio ambiente y cuidado de animales, entre otras.
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Consultar los consolidados de estos procesos en cuanto al número de propuestas viables ejecutadas a nivel distrital no es fácil, poco se encuentra en la página de Gobierno Abierto para poder contrastar de las 4960 cuántas son viables, cuántas son escogidas y cuántas se han ejecutado de las vigencias anteriores para que la ciudadanía efectivamente pueda hacerle seguimiento a su ejecución. Sin embargo, este 20 de noviembre la Secretaría distrital de Planeación SDP en su informe de Rendición de Cuentas 2020 - 2023 reportó que para las vigencias 2021, 2022 y 2023 se elaboraron un total de 22.841, de los cuales se han priorizado 3.476.
Aunque las cifras parecen grandes y ‘’se han batido records’' para 2023 gracias a la herramienta Chatico para que la gente votara por WhatsApp, es necesario cuestionar y debatir que el verdadero éxito de los presupuestos participativos radica no solo en la cantidad de propuestas, sino en la calidad de las decisiones y su impacto real en la vida de la comunidad, pues la asignación presupuestal devela una realidad con varios desafíos frente a una malla vial en muchas zonas de la ciudad destruida ante la que por falta de recursos para arreglarla, en varias localidades se le ha propuesto a la comunidad como solución un modelo de gestión compartida, donde los gobiernos locales se eximen de asumir los costos de la reparación para sean ellos quienes ponen los materiales, olvidándose de que por sí ya para eso se pagan impuestos como el predial o las valorizaciones.
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Nos queda así el interrogante sobre la verdadera eficacia de los presupuestos participativos en proyectos que impacten positivamente en la calidad de vida de todos, como la mejora de la infraestructura vial, un aspecto crucial para la movilidad y el acceso a otros derechos y no solo para pequeños grupos de ciudadanos, que muchas veces son los mismos que las proponen, ya que terminan desarrollando contratos con las Alcaldías, lo cual se presta para manipulación electoral después.
Es hora de asegurar que cada peso invertido tenga un impacto real y duradero en el bienestar de Bogotá.