Campesino de la vereda Chiguaza, en Usme.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
En sus manos, Óscar Sechagua, campesino usmeño de 34 años, sostiene y admira una ligera bolsa plástica transparente, que contiene lo que parecen ramas y raíces. Unas 200 de esas mismas bolsas cuelgan a su espalda, formando hileras que llenan una caseta adecuada para ese fin. Lo que a la vista parece un compuesto vegetal sin mayor relevancia, para este productor significa alimento proteínico vegetal y el resultado de años como autodidacta, conociendo un mundo poco explorado en la ruralidad capitalina: el reino fungi o de los hongos. Hoy es el...

Por Juan Camilo Parra
Periodista egresado de la Universidad Externado de colombia con experiencia en cubrimiento de orden público en Bogotá.jparra@elespectador.com

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