Otro paso para recuperar el San Juan de Dios

Es la noticia que los estudiantes de medicina de la Universidad Nacional han esperado 10 años: el Hospital San Juan de Dios lo compró el Distrito, lo que permitirá, en un futuro, que los médicos del alma máter puedan trabajar en un centro de salud propio. Fue una promesa del alcalde Gustavo Petro en campaña: el Hospital San Juan de Dios no se venderá; será restaurado y adaptado para la atención de los habitantes más vulnerables de la ciudad.

Sin embargo, el complejo hospitalario no podía ser intervenido, porque la Fundación San Juan de Dios, entidad creada por el gobierno de Julio César Turbay para gerenciar el complejo hospitalario, era dueña de los terrenos. La liquidadora desde 2006, Anna Karenina Gauna Palencia, se opuso a vender los inmuebles del hospital y la administración Petro se quedó con las manos atadas. En febrero de 2013 Gauna Palencia fue suspendida de su cargo cuando la Contraloría hizo tres hallazgos fiscales por $11.579 millones bajo su gestión. Fue entonces cuando Pablo Enrique Leal asumió la liquidación del hospital y una de sus primeras acciones fue poner en venta las 24 edificaciones de la institución.

El anuncio de la compra apareció en la cuenta de Twitter del alcalde: “Ha sido adjudicado a la ciudad de Bogotá el Hospital San Juan de Dios. Nuestra decisión es abrirlo. Esperamos su apoyo”. Fue la Empresa de Renovación Urbana (ERU) la entidad que compró los terrenos por $150.000 millones. El liquidador de la Fundación profirió una resolución en la que le adjudicó a la ERU los bienes inmuebles del hospital y del Instituto Materno Infantil, que forma parte del complejo hospitalario. Aunque en un momento hubo temor por la propuesta de otros oferentes, la única entidad que participó en la subasta fue la ERU.

Con esta adjudicación el Distrito dio un paso más en la recuperación del San Juan de Dios. El primero lo dio en diciembre de 2012, cuando abrió un centro de salud en la única edificación del hospital que le pertenecía. Desde entonces, la Secretaría de Salud y la Facultad de Medicina de la U. Nacional han trabajado en este centro. El objetivo es que la universidad recupere lo que fue por casi un siglo su hospital.

La meta de reabrirlo involucró a más entidades. Como los inmuebles fueron declarados monumento nacional en 2002, la Procuraduría creó en 2012 una mesa de trabajo con el Ministerio de Cultura y el Distrito para adelantar las obras de restauración. Según la Secretaría de Salud, 12 edificaciones podrían ser adecuadas a corto plazo (San Roque, Inmunológico, San José, Convento, Capilla, Enfermedades Tropicales, Resonador Magnético, Salud Mental, Centro de Salud y Jardín Infantil) y ocho requieren intervenciones mayores (Cirugía Plástica, San Lucas, San Eduardo, Torre Central, Instituto de Rehabilitación y Torre Docente).

La Secretaría presupuestó desde 2013 casi $60.000 millones para adecuar las instalaciones. Entre los servicios que prestaría el complejo están hospitalización psiquiátrica, banco de células, órganos y tejidos, un instituto para la donación y el trasplante de órganos, terapias y cirugías intrauterinas. Paralelamente, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IPDC) prepara todos los detalles para la restauración y las obras de reforzamiento.

Sin embargo, hay un aspecto en el que poco se ha avanzado: la liquidación de los 3.640 trabajadores y el pago a proveedores del hospital. Cuando Leal asumió el cargo se encontró con unas reclamaciones de fondos de empleados y agremiaciones sindicales que ascienden a $2.417 millones y pagos pensionales de los trabajadores que alcanzan los $85 mil millones. De hecho, si la Fundación acepta las tutelas interpuestas por los trabajadores, para que les paguen sus salarios hasta la fecha, el liquidador debería entregarles alrededor de $235.000 millones. Hasta el momento Leal no se ha pronunciado al respecto.

Vale la pena decir que desde 2001 cerca de 100 trabajadores ocuparon las instalaciones del Hospital San Juan de Dios, a la espera de que la Fundación les pagara su liquidación. Una de las trabajadoras es Blanca Flor Rivera, quien todavía vive en el centro hospitalario: “La venta es una buena noticia para el hospital, porque podría ser recuperado. Pero para nosotros no cambian las cosas. No nos han pagado la liquidación ni las pensiones. Ni siquiera nos han despedido formalmente, por eso seguimos firmando todos los días, y la cuenta sube. ¿Será que la Alcaldía nos va a sacar a la fuerza del hospital para comenzar las obras?”, se preguntó. 

Es la noticia que los estudiantes de medicina de la Universidad Nacional han esperado 10 años: el Hospital San Juan de Dios lo compró el Distrito, lo que permitirá, en un futuro, que los médicos del alma máter puedan trabajar en un centro de salud propio. Fue una promesa del alcalde Gustavo Petro en campaña: el Hospital San Juan de Dios no se venderá; será restaurado y adaptado para la atención de los habitantes más vulnerables de la ciudad.

Sin embargo, el complejo hospitalario no podía ser intervenido, porque la Fundación San Juan de Dios, entidad creada por el gobierno de Julio César Turbay para gerenciar el complejo hospitalario, era dueña de los terrenos. La liquidadora desde 2006, Anna Karenina Gauna Palencia, se opuso a vender los inmuebles del hospital y la administración Petro se quedó con las manos atadas. En febrero de 2013 Gauna Palencia fue suspendida de su cargo cuando la Contraloría hizo tres hallazgos fiscales por $11.579 millones bajo su gestión. Fue entonces cuando Pablo Enrique Leal asumió la liquidación del hospital y una de sus primeras acciones fue poner en venta las 24 edificaciones de la institución.

El anuncio de la compra apareció en la cuenta de Twitter del alcalde: “Ha sido adjudicado a la ciudad de Bogotá el Hospital San Juan de Dios. Nuestra decisión es abrirlo. Esperamos su apoyo”. Fue la Empresa de Renovación Urbana (ERU) la entidad que compró los terrenos por $150.000 millones. El liquidador de la Fundación profirió una resolución en la que le adjudicó a la ERU los bienes inmuebles del hospital y del Instituto Materno Infantil, que forma parte del complejo hospitalario. Aunque en un momento hubo temor por la propuesta de otros oferentes, la única entidad que participó en la subasta fue la ERU.

Con esta adjudicación el Distrito dio un paso más en la recuperación del San Juan de Dios. El primero lo dio en diciembre de 2012, cuando abrió un centro de salud en la única edificación del hospital que le pertenecía. Desde entonces, la Secretaría de Salud y la Facultad de Medicina de la U. Nacional han trabajado en este centro. El objetivo es que la universidad recupere lo que fue por casi un siglo su hospital.

La meta de reabrirlo involucró a más entidades. Como los inmuebles fueron declarados monumento nacional en 2002, la Procuraduría creó en 2012 una mesa de trabajo con el Ministerio de Cultura y el Distrito para adelantar las obras de restauración. Según la Secretaría de Salud, 12 edificaciones podrían ser adecuadas a corto plazo (San Roque, Inmunológico, San José, Convento, Capilla, Enfermedades Tropicales, Resonador Magnético, Salud Mental, Centro de Salud y Jardín Infantil) y ocho requieren intervenciones mayores (Cirugía Plástica, San Lucas, San Eduardo, Torre Central, Instituto de Rehabilitación y Torre Docente).

La Secretaría presupuestó desde 2013 casi $60.000 millones para adecuar las instalaciones. Entre los servicios que prestaría el complejo están hospitalización psiquiátrica, banco de células, órganos y tejidos, un instituto para la donación y el trasplante de órganos, terapias y cirugías intrauterinas. Paralelamente, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IPDC) prepara todos los detalles para la restauración y las obras de reforzamiento.

Sin embargo, hay un aspecto en el que poco se ha avanzado: la liquidación de los 3.640 trabajadores y el pago a proveedores del hospital. Cuando Leal asumió el cargo se encontró con unas reclamaciones de fondos de empleados y agremiaciones sindicales que ascienden a $2.417 millones y pagos pensionales de los trabajadores que alcanzan los $85 mil millones. De hecho, si la Fundación acepta las tutelas interpuestas por los trabajadores, para que les paguen sus salarios hasta la fecha, el liquidador debería entregarles alrededor de $235.000 millones. Hasta el momento Leal no se ha pronunciado al respecto.

Vale la pena decir que desde 2001 cerca de 100 trabajadores ocuparon las instalaciones del Hospital San Juan de Dios, a la espera de que la Fundación les pagara su liquidación. Una de las trabajadoras es Blanca Flor Rivera, quien todavía vive en el centro hospitalario: “La venta es una buena noticia para el hospital, porque podría ser recuperado. Pero para nosotros no cambian las cosas. No nos han pagado la liquidación ni las pensiones. Ni siquiera nos han despedido formalmente, por eso seguimos firmando todos los días, y la cuenta sube. ¿Será que la Alcaldía nos va a sacar a la fuerza del hospital para comenzar las obras?”, se preguntó.