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Supuestos polémicos padrinazgos, la indecisión de las bancadas y negocios por debajo de cuerda son las circunstancias que rodean la elección del próximo contralor de Bogotá, que arrancó el martes en el Concejo con la presentación de los candidatos ternados: Carlos José Bitar Casij, Soraya Vargas Pulido y Diego Ardila Medina.
Así lo estableció este diario, que puede dar cuenta de la relación entre el candidato Diego Ardila Medina, abogado de origen liberal, y el magistrado del Consejo Superior de la Judicatura Ovidio Claros, quien casualmente ayer fue llamado a rendir versión libre en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes, en el marco del escándalo del carrusel de las pensiones que denunció la Contraloría General de la República.
Resulta que la esposa de Diego Ardila Medina, la también abogada Teresa Castillo Casas, es pensionada del Consejo Superior de la Judicatura, un logro que alcanzó en mayo de 2011 luego de haber trabajado como magistrada auxiliar durante año y medio en el despacho del magistrado Ovidio Claros.
Ovidio Claros y Diego Ardila tienen una relación de vieja data, pues el primero no sólo fue el jefe de la esposa del segundo. Claros también fue jefe del propio Ardila cuando era contralor distrital y el hoy candidato ocupaba en dicha entidad un cargo directivo.
Por los pasillos del Concejo se rumora que el magistrado Claros, quien sabe mucho de ganar elecciones en las corporaciones legislativas, estaría apadrinando a su exsubalterno en su idea de ser contralor de Bogotá, un hecho que Ardila le negó rotundamente a El Espectador.
Lo que sí es cierto es que Diego Ardila, quien por tercera vez se postula al cargo de contralor distrital (la primera vez fue derrotado por Óscar González Arana y luego por Mario Solano Calderón), es en este momento uno de los más firmes opcionados para ese puesto. La votación se hace por bancada y aún ninguna ha definido oficialmente su candidato, pero se sabe que Ardila cuenta con la simpatía de los cacaos de la corporación y tiene el apoyo de varios miembros de Progresistas, los liberales, el Polo, Cambio Radical y el Partido Verde.
El aspirante Ardila agregó que su esposa duró trabajando tres décadas en la Rama Judicial y que en una ocasión fue seleccionada por los magistrados como la mejor juez penal municipal del circuito.
Pero las suyas no son las únicas relaciones que llaman la atención en la carrera por una de las entidades más desprestigiadas del Distrito (el último contralor distrital, Miguel Ángel Moralesrussi, está detenido preventivamente en el marco del escándalo del cartel de la contratación en el Distrito). El sincelejano Carlos José Bitar es un hijo querido de las casas políticas de los Guerra Tulena y de los Guerra de la Espriella. De hecho, su incursión en la vida pública se inició en 1998 como candidato al Congreso por el Partido Liberal, respaldado por el exsenador Julio César Guerra Tulena. Hasta hace dos años trabajó con la entonces ministra de Comunicaciones, María del Rosario Guerra, como secretario general de ese despacho.
Precisamente fue en el Ministerio de Comunicaciones que Bitar firmó 1.800 contratos, uno de los cuales está siendo investigado por la Procuraduría General por presuntas irregularidades en el orden de los $2.500 millones. De Bitar se dice también que sería muy cercano a la primera dama del Distrito, Verónica Alcocer, también sincelejana.
El candidato, que cuenta con el respaldo de la mayor parte de la bancada de la U, respondió que le están cargando el “delito de la amistad”, que hace 41 años salió de Sincelejo, que sólo conoce a los padres de Verónica Alcocer y que la investigación en la Procuraduría está a punto de ser cerrada.
La abogada Soraya Vargas, por su parte, proviene del Partido Cambio Radical —bancada que podría decidirse por ella— y su nombre tiene buen recibo entre los concejales verdes Antonio Sanguino y Edward Arias. Excontralora delegada de la Contraloría General de la República, su talón de Aquiles acaso sea el supuesto respaldo que le estaría dando el expresidente Ernesto Samper.
En sus respectivas presentaciones ayer en el Concejo, los ternados prometieron que de salir elegidos lucharán por hacer un control fiscal eficaz y recuperar la confianza ciudadana en la Contraloría Distrital.
Hoy, el Concejo comenzará a escuchar a los 105 aspirantes inscritos para ser personero y la idea de la corporación, por ahora, es luego citar a una plenaria y elegir a ambos funcionarios el mismo día. Las bancadas están indecisas, pero para definirse podrían bastar apenas unas horas.