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Por las calles y plazas de Usme el pánico es tan crudo que el mismo alcalde local, John Fredy Vargas, explicó ayer que la historia de volantes con amenazas de muerte circulando por el barrio es cierta y que es la misma comunidad el origen de las advertencias que se presentan desde hace 20 días.
“Hemos notificado distintas clases de panfletos: unos que incitan a asesinar a expendedores y a consumidores de droga, atracadores y prostitutas y otro que advierte a los menores para que no salgan a altas horas de la noche. La Policía sigue investigando”, explicó Vargas.
El pasado domingo se prendió la alarma que hizo pensar que los pasquines eran más que una broma pesada. Antes de que saliera el sol la Policía ya había encontrado dos cadáveres en el barrio Monteblanco: el de Jeimer Méndez Rincón, de 22 años, y el de José Gabriel Hernández Alfaro, de 35. Ambos presentaron golpes y heridas letales de arma blanca.
A primera vista las víctimas no tenían ninguna relación, pues fueron encontradas en lugares diferentes. Después de las denuncias de sus familiares, podrían tener algo en común: morir bajo amenaza.
Hace 20 días empezaron a circular panfletos por debajo de las puertas de las casas, en los buses, en colegios y pegados a los postes de luz del barrio, con amenazas para los delincuentes que rondaban la comunidad. A su vez, los familiares de Méndez y Hernández denunciaron el martes en Caracol Noticias que los nombres de los asesinados aparecían en dichos comunicados.
La Policía de Bogotá insistió en que no existen pruebas sobre el vínculo entre los panfletos y las víctimas, ya que no tenían antecedentes delincuenciales. Además, “las listas que han aparecido sólo tienen alias, no mencionan ningún nombre directamente”, sostuvo el coronel Luis Calixto Álvarez, de la Policía de Usme.
Sobre las causas del asesinato, el comunicado oficial aseguró que, tras la investigación: “Se puede inferir que los hechos en la localidad de Usme responden a un caso de riña, muy probablemente asociada con actividades de expendio y consumo de estupefacientes”.
De acuerdo con el alcalde de Usme, desde que se han estado distribuyendo los volantes, al menos cinco asesinatos se han presentado y los tres últimos han levantado sospechas, no confirmadas, de que ya eran muertes anunciadas en aquellas hojas de papel.
Por su lado, la secretaria de Gobierno, Clara López, aseguró que se está investigando si hay algún pasquín que la Policía no haya visto y los familiares de Méndez y Hernández sí. “Vamos a investigar el posible vínculo con las amenazas para esclarecer los hechos”, dijo.
De las 20 localidades de Bogotá, 15 han sido empapeladas con amenazas. De acuerdo con la Secretaría de Gobierno, no han circulado panfletos en Suba, Engativá, La Candelaria, Teusaquillo y Sumapaz.
Siguiendo la recomendación hecha por la administración distrital a las autoridades locales de investigar cuál es la fuente de los panfletos, este viernes la Alcaldía de Usme convocó un consejo de seguridad con la comunidad para avanzar con la búsqueda y poner punto final a la incertidumbre generada por los misteriosos panfletos y los recientes asesinatos.