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¿Pasó el año Samuel Moreno?

El primer año del Alcalde, del Polo Democrático, terminó con una popularidad a la baja. La última encuesta de Invamer-Gallup indica que sus índices de aceptación apenas llegan a 31% y el 58% desaprueba su gestión.

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El Espectador
01 de enero de 2009 - 03:20 p. m.
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Los defensores del actual Gobierno explican que el termómetro siempre apunta igual durante el primer año de mandato, porque pasó con Lucho Garzón y Enrique Peñalosa, quienes después de superar este periodo, recuperaron la credibilidad de la gente y terminaron su cuatrenio con un buen puntaje.

Sin embargo, los detractores de Moreno argumentan que su plan de Gobierno es débil y la ejecución de proyectos es baja. El tema de la seguridad estuvo álgido durante 2008 y el plan de Desarrollo ‘Bogotá Positiva' enfrentó una lluvia de críticas.

Sin lugar a dudas, la movilidad fue el talón de Aquiles del gobierno local. Los problemas en el tráfico de la ciudad, la incertidumbre sobre los proyectos que guiarán este tema y el colapso que tuvo el sistema de semaforización en el mes de octubre, generaron un caos que terminó con la intempestiva salida del Secretario de esta cartera, Luis Bernardo Villegas.

Moreno llenó rápidamente la vacante, llegando para ello Fernando Álvarez, ex director de Transmilenio, quien recibió lo que muchos consideran la ‘papa caliente' del Distrito.

El nuevo funcionario solucionó parcialmente el problema de semáforos en Bogotá -le devolvió a la ETB el contrato que se la había dado a Codensa- pero se ha mantenido en silencio frente a otras problemáticas como la del Pico y Placa, que ya quedó agendado para enero de 2009.

Entretanto, el programa bandera de Samuel Moreno, el Metro de Bogotá, también sufrió altibajos. Aunque este año se definió la firma que realizará los estudios del Metro, el aval del Gobierno Nacional no ha sido del todo claro.

La ciudadanía en general no entiende aún la relación que tiene en este proyecto el tren de cercanías, si el Metro soluciona el grave problema del transporte por la séptima y quien finalmente financiará este monumental proyecto.

Tendrá que ser entonces hasta marzo, fecha en que la firma española Sener - encargada de hacer los estudios- entregue el resultado de esta consulta, que los bogotanos sabrán en realidad el futuro de este sistema de transporte.

La seguridad fue otro de los temas que tuvo que sortear Moreno. En el Congreso y en el Concejo de Bogotá, tuvieron que llegar los ‘escuderos' de su gabinete para demostrar con cifras en mano que la gestión del Polo tenía buenos resultados.

Alrededor de los números también hubo polémica. Una encuesta presentada por la Cámara de Comercio a mitad de año, demostró que la percepción de inseguridad en la capital había aumentado, pasando de un 34% a un 39%, la victimización había subido de un 29% a un 31%, y que el hurto a personas es el delito más frecuente (70% de los bogotanos ha sido robados).

Meses después, otra cifras, esta vez presentadas por la fundación ‘Seguridad y Democracia', revelaron que la victimización directa bajó de un 12.1% (2007) a un 11.78% y que el 38% de los bogotanos aseguró sentirse seguro en la ciudad.
Mientras el Distrito explicaba lo que reflejaba el papel, afuera en las calles, la ciudad se enfrentó en múltiples ocasiones con oleadas terroristas que cobraron la vida de más de 10 personas y dejaron más de 30 personas levemente heridas.

Petardos de bajo poder fueron accionados durante todo el año para llamar al pánico y a la desesperación, pero las situaciones más graves se vivieron en julio y octubre.

El 24 de julio, la capital vivió una escalada terrorista. Seis vehículos de transporte público fueron incendiados en la vía a Villavicencio a la altura el barrio San Francisco (con calle 22G), avenida calle 80 con carrera 116 (Engativá), carrera 123 con 130, calle 122 con carrera 15, calle 170 con 7.

Según confirmó en ese momento el subcomandante de la Policía Metropolitana, Coronel Yesid Vásquez, los delincuentes dejaron bolsas con explosivos de bajo poder que generaron el incendio.

El 23 de octubre Bogotá fue sacudida por seis explosiones casi simultáneas en menos de cuatro horas.

Este hecho dejó 16 personas heridas e innumerables daños materiales. Los atentados tocaron puntos neurálgicos de la ciudad: dos estallaron en los alrededores del Centro comercial Palatino (Calle 140 con carrera séptima); otro cerca al Centro Comercial Salitre Plaza (calle 25 con carrera 68); uno en la calle 102 con carrera 21; otro en la calle 99 con carrera novena y en la calle 123 con carrera 11, en inmediaciones del Centro Comercial Unicentro.

Estos infortunados eventos ocasionaron más de un remesón en el Distrito. Hubo enfrentamientos entre el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y el mandatario capitalino, sobre la competencia de cada uno de ellos sobre la seguridad en la capital.

El ministro insinuó en varias ocasiones que presidiría los consejos de seguridad de Bogotá y Moreno fue enfático en aclarar que de esos temas se encargaba él. La pelea culminó en una disculpa pública por parte de los dos funcionarios.


Parcialmente bien librado

La administración Distrital le ha puesto la cara a las críticas. Por ejemplo, ante las crecientes denuncias alrededor de la presencia de expendios de estupefacientes en la ciudad, situación revelada por Elespectador.com en julio, la administración integró casi que de manera inmediata un grupo interdisciplinario encargado de estos puntos.

Como resultado, el Distrito inició una intervención integral de 31 puntos críticos en toda la ciudad, que ya han demostrado avances importantes en por lo menos 12 de estos lugares.

Aunque no hay una cifra oficial del número de ‘ollas' desmanteladas, la comunidad ha reconocido la presencia de las autoridades y la agilización de la Fiscalía en la judicialización de las personas involucradas en dichos procesos.

Además, el Distrito logró afiliar este año a más de 200.000 personas a la salud y logró la gratuidad a niños menores de 5 años, a los adultos mayores de 65 y a las personas con discapacidad.

Siguió con el programa implementado por Lucho Garzón de Bogotá sin hambre e inició la intervención de más de 5.500 cuadras, tapando cerca de 15.000 huecos.

La Autopista Norte, uno de los mayores dolores de cabeza de la movilidad en Bogotá, inició el proceso de ampliación hasta la calle 192 y sigue a la espera de negociar con Cundinamarca el tramo que llega Puente Común.

Los números del Distrito

Otro tema que Moreno logró salvar fue el del presupuesto de la ciudad. Después del hundimiento de la Armonización Presupuestal en el Concejo d Bogotá -proyecto que definiría las fuentes de financiación para las obras-, Juan Ricardo Ortega, Secretario de Hacienda, logró sacar a flote otras iniciativas como la de la Reforma Tributaria y el presupuesto del Distrito.

En el primero caso, la reforma pasó sin mayores críticas. Incluso, quienes votaron negativo como Gilma Jiménez, reconocieron que se trataba de un documento impecable.

La racionalización tributaria contempla la eliminación del descuento en el impuesto de vehículos por matrícula en otros municipios de la Sabana, donde la Gobernación de Cundinamarca y la capital del país desmontarán los descuentos.

En el tema de valorización, para predios residenciales y no residenciales pertenecientes al estrato uno y con valor hasta de $32 millones, el impuesto predial no crecerá más del 8%. En cuanto al estrato dos con precios hasta de 135 salarios mínimos el gravamen no crecerá más de 10%.

Por último, el impuesto de plusvalía sólo se cobrará al momento en que el contribuyente decide edificar, vender o transferir la propiedad. Quedan exentos del pago los inmuebles incursos en procesos de sucesión, liquidación conyugal, prescripción de dominio y los bienes ubicados en estratos 1 y 2 en zonas de renovación urbana.

En el tema de presupuesto, el Concejo aprobó la propuesta del Distrito por p $14,7 billones El presupuesto será divido así : para el sector Educación $1.9 billones; movilidad $1.5 billones; salud $1.6 billones; integración Social $0.5 billones; Gobierno, Seguridad y Convivencia; Cultura, Recreación y Deporte; Hábitat, Desarrollo Económico, Industria y Turismo y las Inversiones suman $0.9 billones, equivalentes al 14%.

En los Sectores Hacienda, Ambiente, Gestión Pública, Planeación y otras entidades, los recursos por $0,3 billones y representan el 4%.

Niños, las grandes víctimas

Los grandes perdedores de 2008 fueron los niños. La muerte de Luis Santiago abrió los ojos ante un panorama desgarrador que deja a la capital en un proceso de aprendizaje que parece largo y doloroso.

El pasado 30 de septiembre el cuerpo sin vida del pequeño de 11 meses fue encontrado abandonado en un paraje de Chía. La historia, que había comenzado con un secuestro seis días antes, estremeció a todo el país.

Luis Santiago había sido asesinado y el maquiavélico crimen había sido gestado por su propio padre. Esta, que sólo era la punta del iceberg, se convirtió en el prólogo de un libro que relata muchas otras historias igual de trágicas.

En Bogotá, más de un millar han sido víctimas de algún tipo de abuso sexual, según cifras entregadas por Medicina Legal. En la mayoría de los casos los niños no sobrepasan los 14 años de edad y casi en todas las historias los culpables no pasan de ser seres odiados, pero invisibles, que se pierden generalmente en la memoria de las personas.

El caso del pequeño de Chía sin duda sentó un precedente. Orlando Pelayo, padre y asesino del niño recibió una condena de 60 años y sus cómplices estarán tras las rejas 27 años, como medida preliminar antes que enfrenten juicio por homicidio. No es el final, pero es un comienzo.

Por El Espectador

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