Peñalosa descarta que explosiones en Bogotá tengan móviles subversivos

El alcalde Enrique Peñalosa descartó este jueves que los petardos que explotaron anoche en el norte y en el occidente de Bogotá, hayan tenido un origen subversivo, en respuesta al hallazgo de una bandera de la guerrilla del ELN en un punto de la ciudad.

Al término del consejo de seguridad citado de forma conjunta con la Policía Metropolitana de Bogotá, el mandatario sostuvo que las explosiones fueron aisladas y que las primeras versiones indican que no tienen relación entre sí. (Lea: Consejo de seguridad por explosiones en Bogotá)

“Parece que tiene que ver con Cafesalud, con algún tipo de agresión en contra de esta EPS. No hay ningún indicio de que sea guerrilla. Los ciudadanos deben estar tranquilos, no hay indicios de que haya otro petardo”, manifestó Peñalosa en declaraciones que recoge Blu Radio.

Previamente, el secretario Distrital de Seguridad, Daniel Mejía, reveló que semanas atrás, las autoridades ya habían incautado entre 60 y 70 artefactos explosivos de bajo poder, semejantes a los que estallaron en la noche de este miércolesen la calle 109 con carrera 21, en el sector de Pasadena, y en la avenida Ciudad de Cali con calle 52A, en la localidad de Engativá. (Lea: Previo a detonaciones, en Bogotá ya habían incautado al menos 60 artefactos explosivos)

Sobre las causas de las explosiones que, al parecer, tendrían como objetivo afectar el sistema de salud –considerando que ambos artefactos explotaron cerca de entidades de esa área– el secretario sostuvo que no había ningún tipo de amenazas contra este sector y manifestó que se revisan las cámaras de seguridad de las dos zonas para establecer el modus operandi de los responsables y dar con su captura.

“Los dos artefactos parecen tener una relación un poco obvia y esa es la primera hipótesis que estamos manejando pues uno fue frente a una EPS y el otro en una sede de la SuperSalud, pero se están realizando todas las investigaciones (…) estamos revisando todas las cámaras de seguridad para saber qué fue lo que pasó”, explicó Mejía.

La última explosión en la ciudad ocurrió a principios de marzo, cuando detonaron una carga al paso de un bus de la Armada, en el sector de Guaymaral. Ese fue el campanazo de alerta para la administración de Enrique Peñalosa en lo que a actos terroristas se refiere. Y puso sobre la mesa, una vez más, la discusión sobre la vulnerabilidad de Bogotá ante estos hechos.

Y es que Bogotá ha sido foco en los últimos años de atentados que han dado para múltiples interpretaciones. El 2 de julio de 2015 fueron atacadas dos sedes del fondo de pensiones Porvenir. Ese fue el cenit de una seguidilla de ocho acciones con explosivos que se contaron desde febrero de ese año, sumadas a seis que se registraron en 2014.

El alcalde Enrique Peñalosa descartó este jueves que los petardos que explotaron anoche en el norte y en el occidente de Bogotá, hayan tenido un origen subversivo, en respuesta al hallazgo de una bandera de la guerrilla del ELN en un punto de la ciudad.

Al término del consejo de seguridad citado de forma conjunta con la Policía Metropolitana de Bogotá, el mandatario sostuvo que las explosiones fueron aisladas y que las primeras versiones indican que no tienen relación entre sí. (Lea: Consejo de seguridad por explosiones en Bogotá)

“Parece que tiene que ver con Cafesalud, con algún tipo de agresión en contra de esta EPS. No hay ningún indicio de que sea guerrilla. Los ciudadanos deben estar tranquilos, no hay indicios de que haya otro petardo”, manifestó Peñalosa en declaraciones que recoge Blu Radio.

Previamente, el secretario Distrital de Seguridad, Daniel Mejía, reveló que semanas atrás, las autoridades ya habían incautado entre 60 y 70 artefactos explosivos de bajo poder, semejantes a los que estallaron en la noche de este miércolesen la calle 109 con carrera 21, en el sector de Pasadena, y en la avenida Ciudad de Cali con calle 52A, en la localidad de Engativá. (Lea: Previo a detonaciones, en Bogotá ya habían incautado al menos 60 artefactos explosivos)

Sobre las causas de las explosiones que, al parecer, tendrían como objetivo afectar el sistema de salud –considerando que ambos artefactos explotaron cerca de entidades de esa área– el secretario sostuvo que no había ningún tipo de amenazas contra este sector y manifestó que se revisan las cámaras de seguridad de las dos zonas para establecer el modus operandi de los responsables y dar con su captura.

“Los dos artefactos parecen tener una relación un poco obvia y esa es la primera hipótesis que estamos manejando pues uno fue frente a una EPS y el otro en una sede de la SuperSalud, pero se están realizando todas las investigaciones (…) estamos revisando todas las cámaras de seguridad para saber qué fue lo que pasó”, explicó Mejía.

La última explosión en la ciudad ocurrió a principios de marzo, cuando detonaron una carga al paso de un bus de la Armada, en el sector de Guaymaral. Ese fue el campanazo de alerta para la administración de Enrique Peñalosa en lo que a actos terroristas se refiere. Y puso sobre la mesa, una vez más, la discusión sobre la vulnerabilidad de Bogotá ante estos hechos.

Y es que Bogotá ha sido foco en los últimos años de atentados que han dado para múltiples interpretaciones. El 2 de julio de 2015 fueron atacadas dos sedes del fondo de pensiones Porvenir. Ese fue el cenit de una seguidilla de ocho acciones con explosivos que se contaron desde febrero de ese año, sumadas a seis que se registraron en 2014.