Peñalosa, el gran ausente de la Alianza Verde

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El evento de inscripción de los candidatos a la Alcaldía por Bogotá de la Alianza Verde, Carlos Vicente de Roux y Antonio Sanguino, confirmaron que Enrique Peñalosa definitivamente no acompañará el proceso verde. 

 

Su ausencia correspondió a lo mal que cayó en las bases progresistas de este partido que Enrique Peñalosa saliera esta semana a convocar una coalición política junto a Carlos Fernando Galán, director y senador de Cambio Radical, y David Luna, de las huestes liberales. Otros sectores más peñalosistas no lo vieron tan grave pero sentenciaron categóricos: “Peñalosa decidió no ser candidato verde sino por firmas o Cambio Radical, le deseamos suerte. Verdes no nos meteremos en vendettas de la Unidad Nacional”, aseguró la senadora Claudia López. 

 

Sanguino, De Roux y Peñalosa presentaron una hoja de ruta conjunta a la mesa directiva de la Alianza Verde, hace una semana, que planteaba que las coaliciones o anuncios políticos vendrían luego, con la elección del candidato único por la colectividad, y que el mecanismo de elección de ese candidato podía ser la consulta. 

 

Pero Enrique Peñalosa se adelantó, mostró su aspiración política, llamó a la “unidad” y pidió conformar un Equipo por Bogotá. Una propuesta que pese a ser todavía difusa, en cuanto a ideas y programas, busca fortalecer un candidato de centro de cualquier partido distinto al Polo Democrático (de izquierda) o al Centro Democrático (de derecha). 

 

El llamado de “unidad” de Peñalosa mostró que el electorado de centro puede estar tan dividido como ellos en estos primeros momentos de campaña electoral: fragilizó la candidatura a la Alcaldía de Rafael Pardo por la Unidad Nacional (la coalición entre los partidos Liberal, la U y Cambio Radical) y dejó a un lado el proceso con la Alianza Verde. Como era de esperarse, Pardo dijo que no haría equipo con Peñalosa, Luna y Galán, y que si estaban interesados en una coalición solo podría ser alrededor de él.

 

Por su parte, el candidato Sanguino dijo: “No nos interesan las alianzas y coaliciones, no nos interesa meternos en las peleas internas de la Unidad Nacional. Pero si han de venir que sea solo en su momento, que se genere  su discusión. No vamos a salir corriendo detrás de ningún candidato. Esta es una propuesta colectiva, vamos a trabajar como equipo”. 

 

Para Carlos Vicente de Roux, tanto como para Sanguino, la actuación de Peñalosa no se puede catalogar como una traición. Simplemente, es el precio que tuvieron que pagar para que la colectividad tuviera candidato propio antes de junio, para que Sanguino o de Roux, quienes necesitan ganar reconocimiento y visibilidad en la campaña, empezaran la campaña ya. Peñalosa había dicho que prefería entrar formalmente a la contienda a último momento. Fue con esta hoja de ruta pactada que se destrabó la campaña de Sanguino y de Roux, quienes necesitan del músculo político y del logo del partido para fortalecerse. 

 

Para eso Peñalosa se hizo a un lado, pero no renunció ni se le pidió la renuncia, y puede volver a aparecer en la Alianza Verde, si se realiza una coalición más adelante. Por eso, por ahora, no apoyará a los candidatos de esta colectividad ni aparecerá en las fotos ni los saludos. Habrá que ver si otro precio de esta jugada de gestiones políticas más allá de los partidos podría terminar en una investigación contra Peñalosa por doble militancia en el Consejo Nacional Electoral.