Peros a los contratos en Bomberos

Los organismos de control tendrán que indagar qué es lo que está ocurriendo realmente en el Cuerpo Oficial de Bomberos y tandrán que verificar que tan ciertas son las denuncias que divulgó Euclides Mancipe, exdirector de la entidad, en entrevista con El Espectador. Según el exfuncionario, su salida se da luego de denunciar presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos, señalamientos que, supuestamente, el alcalde Gustavo Petro no atendió.

Informes de gestión emitidos por la propia entidad demuestran que debido a las dudas en los procesos, tuvieron que pedir el acompañamiento de los entes de control para vigilar los procesos de contratación. El pasado 11 de julio, por ejemplo, la Contraloría Distrital se refirió a la adquisición de 600 pares de botas tácticas (con presupuesto de $374 millones), señalando que hubo “falencias en el proceso licitatorio”. Aunque el primer proceso se declaró desierto, la subdirección operativa reactivó la compra. Se presentaron entonces cuatro oferentes, “tres de ellos ofertan la misma marca de botas y el otro no tiene marca y no cumple con ninguna de las especificaciones técnicas”, dice el informe. El Cuerpo Oficial evalúa las propuestas.

Ese mismo mes, la subdirección operativa, en donde Mancipe habría encontrado supuestas irregularidades, le pidió a la Veeduría Distrital que vigilara el proceso de la compra de botas. Esta fue tan solo uno de los casos, ya que según Mancipe, fueron seis denuncias las que instauró en la Fiscalía por posible direccionamiento de contratos.

Este año, en Bomberos se destinaron $1.870 millones para la adquisición de botas, trajes, equipos para el centro de coordinación y comunicaciones, equipos de radiocomunicación, guantes de rescate y “acciones de apoyo a la gestión integral de riesgo”. De estos contratos, tres se celebraron de forma directa y tres a través de subasta inversa. En la compra de 600 trajes fontaneros, gastaron $129 millones. La empresa ganadora fue Solmaq. Para la adquisición de 550 pares de guantes de protección, la entidad destinó $60 millones, pero según un informe ejecutivo de junio de este año, “una vez realizado el estudio de mercado se evidenció que solo se podrían adquirir 367 pares con ese dinero”.

Existen dos contrataciones significativas en el área de comunicaciones. Por un lado, la entidad tiene presupuestados $300 millones para la compra de 90 agendas electrónicas, también conocidas como “asistente de personal digital PDA”, marca Motorola. Para la compra de 200 radios portátiles marca Motorola fueron presupuestados $500 millones. La necesidad de adquirir estos equipos quedó registrada en el informe ejecutivo: “el personal operativo ha venido evidenciando la necesidad urgente de fortalecer las comunicaciones en emergencias, así como la captura y georreferenciación”. Fuentes de la subdirección operativa de Bomberos señalan que todos los contratos se hicieron con apego a la ley y que “el exdirector debe aportar las pruebas que demuestren que denunció oportunamente estas irregularidades”.

En los próximos meses podría librarse una batalla entre Mancipe y los funcionarios de la subdirección operativa que denunció. Según trabajadores del área, hubo discusiones por la construcción de una estación de bomberos en la localidad de Usaquén, en donde “no se han hecho estudios serios”. Además se presentaron desacuerdos por las zonas en donde se construirán cinco subestaciones.

Una licitación cuestionada por Mancipe fue la compra de dos máquinas extintoras, una de rescate, otra con plataforma para bomberos, un carro logístico, camionetas 4x4, una máquina Mapter y una grúa. Esta licitación, que asciende a cerca de $8.000 millones, no se ha adjudicado.

Aunque serán los organismos de control los que avalen, o no, las denuncias del teniente Euclides Mancipe, lo cierto es que Bogotá enfrenta un problema en el área de bomberos. Como lo advirtió el concejal Jairo Cardozo: “El Cuerpo de Bomberos sólo cuenta con 520 operarios y 46 máquinas, de las cuales la mitad ya cumplieron su vida útil. No tiene infraestructura ni equipos necesarios para atender grandes emergencias”.

Los organismos de control tendrán que indagar qué es lo que está ocurriendo realmente en el Cuerpo Oficial de Bomberos y tandrán que verificar que tan ciertas son las denuncias que divulgó Euclides Mancipe, exdirector de la entidad, en entrevista con El Espectador. Según el exfuncionario, su salida se da luego de denunciar presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos, señalamientos que, supuestamente, el alcalde Gustavo Petro no atendió.

Informes de gestión emitidos por la propia entidad demuestran que debido a las dudas en los procesos, tuvieron que pedir el acompañamiento de los entes de control para vigilar los procesos de contratación. El pasado 11 de julio, por ejemplo, la Contraloría Distrital se refirió a la adquisición de 600 pares de botas tácticas (con presupuesto de $374 millones), señalando que hubo “falencias en el proceso licitatorio”. Aunque el primer proceso se declaró desierto, la subdirección operativa reactivó la compra. Se presentaron entonces cuatro oferentes, “tres de ellos ofertan la misma marca de botas y el otro no tiene marca y no cumple con ninguna de las especificaciones técnicas”, dice el informe. El Cuerpo Oficial evalúa las propuestas.

Ese mismo mes, la subdirección operativa, en donde Mancipe habría encontrado supuestas irregularidades, le pidió a la Veeduría Distrital que vigilara el proceso de la compra de botas. Esta fue tan solo uno de los casos, ya que según Mancipe, fueron seis denuncias las que instauró en la Fiscalía por posible direccionamiento de contratos.

Este año, en Bomberos se destinaron $1.870 millones para la adquisición de botas, trajes, equipos para el centro de coordinación y comunicaciones, equipos de radiocomunicación, guantes de rescate y “acciones de apoyo a la gestión integral de riesgo”. De estos contratos, tres se celebraron de forma directa y tres a través de subasta inversa. En la compra de 600 trajes fontaneros, gastaron $129 millones. La empresa ganadora fue Solmaq. Para la adquisición de 550 pares de guantes de protección, la entidad destinó $60 millones, pero según un informe ejecutivo de junio de este año, “una vez realizado el estudio de mercado se evidenció que solo se podrían adquirir 367 pares con ese dinero”.

Existen dos contrataciones significativas en el área de comunicaciones. Por un lado, la entidad tiene presupuestados $300 millones para la compra de 90 agendas electrónicas, también conocidas como “asistente de personal digital PDA”, marca Motorola. Para la compra de 200 radios portátiles marca Motorola fueron presupuestados $500 millones. La necesidad de adquirir estos equipos quedó registrada en el informe ejecutivo: “el personal operativo ha venido evidenciando la necesidad urgente de fortalecer las comunicaciones en emergencias, así como la captura y georreferenciación”. Fuentes de la subdirección operativa de Bomberos señalan que todos los contratos se hicieron con apego a la ley y que “el exdirector debe aportar las pruebas que demuestren que denunció oportunamente estas irregularidades”.

En los próximos meses podría librarse una batalla entre Mancipe y los funcionarios de la subdirección operativa que denunció. Según trabajadores del área, hubo discusiones por la construcción de una estación de bomberos en la localidad de Usaquén, en donde “no se han hecho estudios serios”. Además se presentaron desacuerdos por las zonas en donde se construirán cinco subestaciones.

Una licitación cuestionada por Mancipe fue la compra de dos máquinas extintoras, una de rescate, otra con plataforma para bomberos, un carro logístico, camionetas 4x4, una máquina Mapter y una grúa. Esta licitación, que asciende a cerca de $8.000 millones, no se ha adjudicado.

Aunque serán los organismos de control los que avalen, o no, las denuncias del teniente Euclides Mancipe, lo cierto es que Bogotá enfrenta un problema en el área de bomberos. Como lo advirtió el concejal Jairo Cardozo: “El Cuerpo de Bomberos sólo cuenta con 520 operarios y 46 máquinas, de las cuales la mitad ya cumplieron su vida útil. No tiene infraestructura ni equipos necesarios para atender grandes emergencias”.