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La denuncia de un ciudadano, sobre presuntas irregularidades en los protocolos para mitigar la propagación del COVID-19 en la Clínica Juan N. Corpas (en Suba), encendió las alarmas de la Personería de Bogotá. La manejo irresponsable de las medidas en medio de esta coyuntura se configura en un hecho grave, pues se pone en riesgo la salud del personal, los pacientes y los familiares y amigos de los enfermos que llegan de visita.
La queja recibida da cuenta de que en el centro médico, especialmente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), no existe un aislamiento apropiado de los infectados, los cuales deberían estar separados por una cortina. Tampoco se están haciendo traslados a otros centros de salud, por lo que siguen recibiendo contagiados en sus instalaciones.
Adicionalmente, el personal médico y de servicios generales no estaría recibiendo elementos de bioseguridad (como tapabocas) y, aún más grave, los trabajadores que presentan síntomas de enfermedades respiratorias estarían siendo obligadas a cumplir con sus turnos de trabajo.
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“La carta del ciudadano describe que los familiares de los pacientes internados en la UCI se les permiten ingresar en las jornadas de visita, muchos de ellos sin los elementos adecuados de protección, lo que representa una falta ética por parte de la clínica y un riesgo enorme de propagación del Covid-19 en Bogotá, ciudad que posee el mayor número de casos de contagio en el país”, detalla la Personería.
Todas estas presuntas irregularidades fueron informadas a la Administración Distrital, la cual inició una investigación administrativa y sancionatoria por parte de la Secretaría Distrital de Salud contra la Clínica.
El llamado de la Personería es a tomar correctivos y garantizar los derechos del personal médico, de servicios generales, pacientes, amigos y familiares.
Si bien no se tiene certeza de que situaciones parecidas se presenten en otros centros de salud de la capital, sí es evidente que muchos profesionales de la salud no cuentan con los elementos de bioseguridad necesarios para el ejercicio de su labor. Esta situación ha significado que, en repetidas ocasiones, estos trabajadores salgan a las calle a protestar.
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