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Hasta el momento, se conoce que cinco personas resultaron heridas, pero sin ningún tipo de lesiones de consideración.
Aunque se habló de manera inicial de la versión de acumulación de gases en el restaurante, el propio comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Rodolfo Palomino, confirmó que se trató de un atentado de las Farc.
"Los dueños del establecimiento han venido siendo presionados por la guerrilla para el pago de una serie de extorsiones", dijo el alto oficial.
Por El Espectador
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