Petro le apuesta a redensificación del centro de Bogotá

A la hora de hablar de las soluciones al déficit de vivienda en la ciudad (258 mil unidades) y del crecimiento que tendrá la capital en los próximos años, la respuesta del alcalde Gustavo Petro siempre va en el mismo sentido: la redensificación del centro es la mejor opción. Pero, ¿de qué habla Petro cuando se refiere al centro ampliado?

Se trata de un área de 11.406 hectáreas que se extienden aproximadamente desde parte del trazado de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) hasta la Circunvalar y desde la calle 1ª hasta la calle 80 (ver gráfico). Así lo define el mapa recién terminado y que forma parte de un informe que conoció El Espectador, que detalla la zona en la que la administración planea construir gran parte de las 70 mil viviendas de interés prioritario que se ha trazado como meta durante el cuatrienio. De éstas, cerca de 40 mil serían destinadas a población en situación de desplazamiento.

Por ahora los planes de Petro están en marcha: ya están definidos los predios que podrían ser comprados para las nuevas edificaciones. Sin embargo, no son pocos los desafíos que se vienen en el camino: por un lado, tendrán que convencer a los propietarios de los predios para que accedan a participar en el proceso. Una de las opciones será que reciban como parte de pago un local comercial o algunos de los apartamentos que se construyan en la zona.

Otro de los retos corre por cuenta de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, que tiene que ver con la deficiencia de redes en el centro ampliado. De acuerdo con el informe del Distrito, de las 11.406 hectáreas de la zona, alrededor de 7.000 tendrían deficiencias en la red. Y aunque no será necesario cubrirlas todas, sí habrá que mejorar el alcantarillado para llevar el servicio a los nuevos habitantes.

Sólo así se podrá empezar a cimentar las bases de este ambicioso proyecto y lograr los objetivos propuestos: que la ciudad deje de crecer en la periferia y que el centro se amplíe de manera vertical y sea un espacio incluyente para los ciudadanos de menos recursos.

Por ahora se sabe que para la construcción de las viviendas se apuntará a pequeños y medianos constructores y a proyectos de autogestión. Aunque se desconocen detalles como la altura que tendrán los edificios, se tiene claro que serán construcciones que permitan la interacción entre grupos sociales diversos, ligadas a la creación de nuevo espacio público.

En cuanto a los recursos, el plan del Distrito es invertir $1,5 billones en revitalización y una parte sería para las viviendas de interés prioritario del centro. Otra parte saldría de los $800 mil millones que se espera conseguir para la reparación integral de las víctimas.

Según cifras del DANE y la Secretaría Distrital de Planeación, en los próximos cuatro años se formarán 179 mil nuevos hogares en Bogotá. Petro cree que puede cerrar su mandato con 220 mil nuevas viviendas en toda la ciudad, de las cuales 70 mil serían en el centro, lo que hace que el proyecto resulte tan estratégico.

La idea, según María Mercedes Maldonado, secretaria de Planeación Distrital, es replantear la forma en la que se ha venido haciendo renovación urbana en la ciudad, impulsar “una política mucho más incluyente y más comprometida con la integración social”.

Lo mismo piensa María Valencia, secretaria distrital de Hábitat, para quien la meta es recuperar el tejido social por medio de un proyecto “incluyente y sostenible en lo ambiental, económico y social”.

A través de su cuenta de Twitter el alcalde ya anunció que se iniciará la construcción de 1.800 viviendas en la zona. Si todo sale como lo promete Petro, en el nuevo centro ampliado, se mejoraría el transporte público y habría una amplia oferta de servicios. Pero cumplir su promesa no será nada fácil, más aún si se tiene en cuenta que lo que se ha propuesto es nada más y nada menos que empezar a revertir la exclusión en la capital.

A la hora de hablar de las soluciones al déficit de vivienda en la ciudad (258 mil unidades) y del crecimiento que tendrá la capital en los próximos años, la respuesta del alcalde Gustavo Petro siempre va en el mismo sentido: la redensificación del centro es la mejor opción. Pero, ¿de qué habla Petro cuando se refiere al centro ampliado?

Se trata de un área de 11.406 hectáreas que se extienden aproximadamente desde parte del trazado de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) hasta la Circunvalar y desde la calle 1ª hasta la calle 80 (ver gráfico). Así lo define el mapa recién terminado y que forma parte de un informe que conoció El Espectador, que detalla la zona en la que la administración planea construir gran parte de las 70 mil viviendas de interés prioritario que se ha trazado como meta durante el cuatrienio. De éstas, cerca de 40 mil serían destinadas a población en situación de desplazamiento.

Por ahora los planes de Petro están en marcha: ya están definidos los predios que podrían ser comprados para las nuevas edificaciones. Sin embargo, no son pocos los desafíos que se vienen en el camino: por un lado, tendrán que convencer a los propietarios de los predios para que accedan a participar en el proceso. Una de las opciones será que reciban como parte de pago un local comercial o algunos de los apartamentos que se construyan en la zona.

Otro de los retos corre por cuenta de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, que tiene que ver con la deficiencia de redes en el centro ampliado. De acuerdo con el informe del Distrito, de las 11.406 hectáreas de la zona, alrededor de 7.000 tendrían deficiencias en la red. Y aunque no será necesario cubrirlas todas, sí habrá que mejorar el alcantarillado para llevar el servicio a los nuevos habitantes.

Sólo así se podrá empezar a cimentar las bases de este ambicioso proyecto y lograr los objetivos propuestos: que la ciudad deje de crecer en la periferia y que el centro se amplíe de manera vertical y sea un espacio incluyente para los ciudadanos de menos recursos.

Por ahora se sabe que para la construcción de las viviendas se apuntará a pequeños y medianos constructores y a proyectos de autogestión. Aunque se desconocen detalles como la altura que tendrán los edificios, se tiene claro que serán construcciones que permitan la interacción entre grupos sociales diversos, ligadas a la creación de nuevo espacio público.

En cuanto a los recursos, el plan del Distrito es invertir $1,5 billones en revitalización y una parte sería para las viviendas de interés prioritario del centro. Otra parte saldría de los $800 mil millones que se espera conseguir para la reparación integral de las víctimas.

Según cifras del DANE y la Secretaría Distrital de Planeación, en los próximos cuatro años se formarán 179 mil nuevos hogares en Bogotá. Petro cree que puede cerrar su mandato con 220 mil nuevas viviendas en toda la ciudad, de las cuales 70 mil serían en el centro, lo que hace que el proyecto resulte tan estratégico.

La idea, según María Mercedes Maldonado, secretaria de Planeación Distrital, es replantear la forma en la que se ha venido haciendo renovación urbana en la ciudad, impulsar “una política mucho más incluyente y más comprometida con la integración social”.

Lo mismo piensa María Valencia, secretaria distrital de Hábitat, para quien la meta es recuperar el tejido social por medio de un proyecto “incluyente y sostenible en lo ambiental, económico y social”.

A través de su cuenta de Twitter el alcalde ya anunció que se iniciará la construcción de 1.800 viviendas en la zona. Si todo sale como lo promete Petro, en el nuevo centro ampliado, se mejoraría el transporte público y habría una amplia oferta de servicios. Pero cumplir su promesa no será nada fácil, más aún si se tiene en cuenta que lo que se ha propuesto es nada más y nada menos que empezar a revertir la exclusión en la capital.