Piden investigar a alcalde de Teusaquillo por explosión de laboratorio

Luego de la fuerte explosión que se registró en el barrio San Luis en un laboratorio farmacéutico, que dejó 27 personas heridas, el representante a la Cámara Efraín Torres solicitó a la Personería de Bogotá abrir una investigación contra el alcalde de la localidad de Teusaquillo, Iván Fresneda, por posible negligencia, pues vecinos ya habían denunciado los riesgos ante la Alcaldía Local.

“Un laboratorio de este tipo no podía funcionar en ese sector residencial. El Alcalde local posiblemente incurrió en una negligencia una omisión de sus funciones contempladas en el decreto 101 de 2010 al no verificar el uso del suelo. Le pido a la Personaría Distrital inicie investigación disciplinaria contra Iván Fresneda para verificar su actuar disciplinario”, señaló Torres.

El representante también habló de los riesgos que se pueden estar presentando en otros puntos de la ciudad en done también funcionan laboratorios de este tipo. “Gracias a Dios no hubo víctimas fatales pero quién responderá por los daños y los inmuebles perjudicados, era deber de la Alcaldía verificar si realmente funcionaba como oficina o como laboratorio camuflado, entonces ¿en manos de quien estamos los bogotanos?”, agregó Torres.

La mayoría de vecinos sabían que en esa vivienda funcionaba un laboratorio, a pesar de que la casa no tenía anuncio en la fachada que lo revelara. Sin embargo, no todos estaban conformes con la actividad que desarrollaba el laboratorio en el sector, que en su mayoría es residencial.

Miembros de la Junta Administradora Local de Teusaquillo aseguraron que en varias ocasiones enviaron quejas a la Alcaldía de la localidad, la Secretaría de Medio Ambiente y la Secretaría de Salud, al ver que se levantaban muros sin permisos, que se instalaban tubos inusuales y que llegaban máquinas industriales a esta vivienda, rompiendo la tranquilidad del barrio.

“Lo habíamos dicho: esto era una bomba de tiempo. ¿Qué hacía funcionando ahí un laboratorio, si esto es un sector residencial y la mayoría de gente que lo habita es de la tercera edad? Y las quejas no vienen de hace unas semanas, sino por lo menos hace ocho años”, asegura una residente y miembro de la JAL que prefirió no dar su nombre.

Ante las denuncias, la Alcaldía Local asegura haber actuado y dijo que, incluso, a mediados del año le impusieron una multa de $9 millones al laboratorio por incumplimiento de los requerimientos legales en las obras que se adelantaban en el lugar. Iván Fresneda, alcalde local de Teusaquillo, le aseguró a este diario que hace una semana la entidad realizó una visita al lugar, pero no los dejaron pasar de la recepción. En ese momento confirmaron el funcionamiento de oficinas, pero no se tuvo la certeza de la existencia de bodegas de almacenamiento ni de manipulación de productos químicos que significaran un riesgo para los habitantes del sector.

David Cañón Alvarado, representante legal del laboratorio (que tiene 90 empleados), se dirigió a los habitantes asegurando que su empresa era legal y contaba con todos los permisos. “Lo que menos imaginé fue que esto fuera a ocurrir, porque esta es una empresa limpia (…) cuando el siniestro sucedió, yo estaba ahí y no sé qué fue lo que pasó”, resaltó.
 

Luego de la fuerte explosión que se registró en el barrio San Luis en un laboratorio farmacéutico, que dejó 27 personas heridas, el representante a la Cámara Efraín Torres solicitó a la Personería de Bogotá abrir una investigación contra el alcalde de la localidad de Teusaquillo, Iván Fresneda, por posible negligencia, pues vecinos ya habían denunciado los riesgos ante la Alcaldía Local.

“Un laboratorio de este tipo no podía funcionar en ese sector residencial. El Alcalde local posiblemente incurrió en una negligencia una omisión de sus funciones contempladas en el decreto 101 de 2010 al no verificar el uso del suelo. Le pido a la Personaría Distrital inicie investigación disciplinaria contra Iván Fresneda para verificar su actuar disciplinario”, señaló Torres.

El representante también habló de los riesgos que se pueden estar presentando en otros puntos de la ciudad en done también funcionan laboratorios de este tipo. “Gracias a Dios no hubo víctimas fatales pero quién responderá por los daños y los inmuebles perjudicados, era deber de la Alcaldía verificar si realmente funcionaba como oficina o como laboratorio camuflado, entonces ¿en manos de quien estamos los bogotanos?”, agregó Torres.

La mayoría de vecinos sabían que en esa vivienda funcionaba un laboratorio, a pesar de que la casa no tenía anuncio en la fachada que lo revelara. Sin embargo, no todos estaban conformes con la actividad que desarrollaba el laboratorio en el sector, que en su mayoría es residencial.

Miembros de la Junta Administradora Local de Teusaquillo aseguraron que en varias ocasiones enviaron quejas a la Alcaldía de la localidad, la Secretaría de Medio Ambiente y la Secretaría de Salud, al ver que se levantaban muros sin permisos, que se instalaban tubos inusuales y que llegaban máquinas industriales a esta vivienda, rompiendo la tranquilidad del barrio.

“Lo habíamos dicho: esto era una bomba de tiempo. ¿Qué hacía funcionando ahí un laboratorio, si esto es un sector residencial y la mayoría de gente que lo habita es de la tercera edad? Y las quejas no vienen de hace unas semanas, sino por lo menos hace ocho años”, asegura una residente y miembro de la JAL que prefirió no dar su nombre.

Ante las denuncias, la Alcaldía Local asegura haber actuado y dijo que, incluso, a mediados del año le impusieron una multa de $9 millones al laboratorio por incumplimiento de los requerimientos legales en las obras que se adelantaban en el lugar. Iván Fresneda, alcalde local de Teusaquillo, le aseguró a este diario que hace una semana la entidad realizó una visita al lugar, pero no los dejaron pasar de la recepción. En ese momento confirmaron el funcionamiento de oficinas, pero no se tuvo la certeza de la existencia de bodegas de almacenamiento ni de manipulación de productos químicos que significaran un riesgo para los habitantes del sector.

David Cañón Alvarado, representante legal del laboratorio (que tiene 90 empleados), se dirigió a los habitantes asegurando que su empresa era legal y contaba con todos los permisos. “Lo que menos imaginé fue que esto fuera a ocurrir, porque esta es una empresa limpia (…) cuando el siniestro sucedió, yo estaba ahí y no sé qué fue lo que pasó”, resaltó.