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Este miércoles se conoció que el rector del colegio Marco Fidel Suárez fue amenazado de muerte tras la intoxicación masiva de 22 menores - entre ellos uno murió y los otros están fuera de peligro – por inhalar polvo de extintor y mezclarlo con sustancias psicoactivas.
Ante esta situación, la Secretaría de Educación de Bogotá tomó la decisión de trasladar al directivo a otra institución educativa para proteger su vida, así lo confirmó en Noticias Caracol Adriana Velásquez, funcionaria de la Secretaría distrital, quien afirmó que ya se realizaron los trámites administrativos necesarios.
El rector del colegio ya realizó la denuncia penal por estas amenazas.
Este hecho que puso en alerta a las autoridades ocurrió el martes cuando al menos 20 estudiantes, entre los 12 y 16 años, inhalaron una peligrosa mezcla compuesta por el químico del extintor, marihuana, “chirrinchi” y pegante, según relata una menor, pues aún pasarán varios días para que se conozcan los resultados de las pruebas toxicológicas que determinen exactamente cuáles sustancias conformaron dicha mezcla.
Uno de ellos, Santiago Sánchez, de 14 años, inmediatamente inhaló dicha sustancia se desmayó dentro del salón de clases y al llegar a la clínica falleció. Los demás estudiantes fueron trasladados al Hospital del Tunal y al Santa Clara, donde permanecieron en observación y luego fueron dados de alta.
La muerte de Santiago dejó al descubierto el grave problema de drogadicción que viven los colegios de la ciudad. Los padres de familia de los estudiantes de la institución manifiestan que esto se veía venir porque ya habían advertido a las directivas del consumo de drogas dentro del colegio pero no habían tomado medidas frente a esto.
“Aunque suena feo espero que como ya murió un niño esto sea prueba suficiente para que hagan algo contra la drogadicción”, dice una madre de los niños afectados.
Por su parte, el padre de Santiago decidió hablar con los medios de comunicación y aseguró que hubo negligencia en la atención del menor y que si no hubiera ocurrido se habría podido salvarle la vida al niño.
Por Redacción Bogotá
