Tal como estaba previsto y tras un proceso que debió surtirse hace meses, este miércoles fue elegida como personera de Bogotá la abogada Carmen Teresa Castañeda.
Con la venia de 37 de los 45 concejales de la ciudad (dos votos en blanco y cinco excusas por insistencia), haber alcanzado los puntajes más altos y de ocupar el segundo lugar en la evaluación meritocrática, Castañeda se hizo con el cargo, convirtiéndose así en la primera mujer al frente del ente de control distrital. Su postulación fue promovida, sobre todo, por el cabildante liberal Jorge Durán Silva.
En el proceso en que la Universidad Nacional evaluó los méritos (estudios y experiencia laboral) de los postulados, ella ocupó el segundo lugar, con 72 puntos, que equivalen al 90% de su puntaje final. El 10% restante de la calificación estaba en manos del Concejo. Allí, tras la entrevista, sus resultados también fueron positivos, pues obtuvo 82,12 puntos para un total de 75,42.
Castañeda Villamizar es abogada especializada en derecho penal, disciplinario, constitucional, administrativo y procesal penal. Ha sido juez municipal en Bucaramanga, asesora de la Procuraduría General, catedrática de instituciones como la Universidad Cooperativa y procuradora judicial. Además, es la esposa de Luis González, el director nacional de Fiscalías Seccionales.
Precisamente su relación con ese funcionario judicial generó resistencia entre un grupo de concejales, pues hay quienes consideran que, como el trabajo de su esposo tiene jurisdicción en Bogotá, la ahora funcionaria podría quedar impedida en los temas que tienen que ver con el carrusel de la contratación. .
Algunos temen que, como ella es elegida por los concejales, algunos de los cuales tienen investigaciones o han sido mencionados en los procesos del carrusel de la contratación (como el propio Durán Silva), la relación con su esposo le generen una inhabilidad para ocupar el cargo. Sin embargo, la mayoría de cabildantes, a quienes les conviene tener cerca a quien ocupe el despacho de la Personería, terminaron favoreciéndola.
Por Redacción Bogotá
