Por un video que no funciona podría caerse juicio por asesinato

“CD de imágenes del conjunto residencial donde ocurren los hechos”. Así quedó rotulada en el escrito de acusación la evidencia clave en el juicio por el homicidio de John Freddy Patiño. En el video allí grabado, que registraba el ataque contra el hombre de 35 años, padre de dos muchachos, reposan las esperanzas de la familia de la víctima para que se haga justicia.

Pero cuando llegó el momento de reproducirlo ante el juez y las partes, el video no funcionó. Tampoco lo hizo en la diligencia judicial posterior. Por eso, el juez decidió que el juicio para determinar la culpabilidad o inocencia de los presuntos asesinos continuará el 29 de abril, con o sin la que sería la prueba reina. La familia de Patiño teme que su asesinato, que este lunes cumple dos años de haberse perpetrado, quede en la impunidad por una falla técnica.

John Freddy Patiño llegó a su casa a las 4:00 de la mañana del 2 de marzo de 2014, acompañado de su esposa y su hijo de nueve años. Venían de una reunión familiar. Dentro del conjunto residencial Portal de la Sierra, en Usme, había un grupo de personas, al parecer alicoradas, que, según la Fiscalía, agredieron verbalmente a la familia. Los vigilantes del conjunto abrieron la puerta vehicular para que el grupo saliera. Todo hubiera terminado ahí si Patiño no hubiera regresado a la entrada del conjunto cuando advirtió que iba a llegar la Policía y quiso alertarlos.

En ese momento, según el relato de la Fiscalía, Miguel Ángel Martín lo aferró por el cuello, lo sacó a la calle y lo sostuvo mientras John Freddy Cristancho lo apuñalaba. La víctima cayó al suelo, donde siguió recibiendo patadas. Un vigilante salió en su auxilio, pero fue golpeado por los dos hombres. Segundos después, dos policías llegaron a controlar la situación y también fueron atacados por el grupo. La escena quedó grabada en las cámaras de seguridad del conjunto residencial.

Cristancho y Martín huyeron. Cuando un policía los alcanzó, lo recibieron a patadas. Le dieron una paliza que le dejó lesiones serias en los genitales. Sólo con la llegada de refuerzos pudieron doblegarlos. Y ahí empezaron las irregularidades con la evidencia clave. Justo antes de legalizar las capturas, el video, que había sido proporcionado por la Policía, desapareció. Así, Cristancho y Martín quedaron libres.

Cuando la Fiscalía tuvo la evidencia de nuevo en su poder, los hombres fueron recapturados y el CD donde estaba grabado el video fue puesto en cadena de custodia, bajo vigilancia del CTI. Patiño murió el 7 de marzo de 2014, tras cuatro días en un hospital. Después del asesinato, sus dos hijos y su esposa recibieron amenazas y tuvieron que abandonar su casa en el conjunto residencial donde ocurrió el crimen.

El pasado 1º de febrero, la Fiscalía quiso exponer el video en el juicio, pero después de varios intentos, no funcionó. La historia se repitió dos días después, en una nueva diligencia. Entonces vino el ultimátum del juez al fiscal: “Si en la próxima sesión no se puede hacer la proyección, tendrá que desistir de esta prueba porque no podemos dilatar el proceso”.

En la próxima audiencia, programada para el 28 de abril, el juez escuchará a algunos testigos y se volverá a intentar reproducir el video, pero la familia está segura de que no funcionará porque, dice, no está grabado en el CD. Jeimy Patiño, hermana de la víctima, reclama que el juez sólo acepta el video que está grabado en el disco, aun cuando el original está en poder de la familia de las víctimas y esas imágenes están disponibles en la red e incluso circularon en medios de comunicación.

“Después de dos años y tantos tropiezos que ha tenido el proceso, como el daño milagroso del video clave para condenar a los asesinos, aún confiamos en Dios para que se haga justicia”, dice ella. De lo que pase con el video depende que Cristancho y Martín sigan recluidos en la cárcel Modelo, pero ahora condenados por el asesinato de Patiño, o que, por el contrario, se determine su inocencia y vuelvan a la libertad.

“CD de imágenes del conjunto residencial donde ocurren los hechos”. Así quedó rotulada en el escrito de acusación la evidencia clave en el juicio por el homicidio de John Freddy Patiño. En el video allí grabado, que registraba el ataque contra el hombre de 35 años, padre de dos muchachos, reposan las esperanzas de la familia de la víctima para que se haga justicia.

Pero cuando llegó el momento de reproducirlo ante el juez y las partes, el video no funcionó. Tampoco lo hizo en la diligencia judicial posterior. Por eso, el juez decidió que el juicio para determinar la culpabilidad o inocencia de los presuntos asesinos continuará el 29 de abril, con o sin la que sería la prueba reina. La familia de Patiño teme que su asesinato, que este lunes cumple dos años de haberse perpetrado, quede en la impunidad por una falla técnica.

John Freddy Patiño llegó a su casa a las 4:00 de la mañana del 2 de marzo de 2014, acompañado de su esposa y su hijo de nueve años. Venían de una reunión familiar. Dentro del conjunto residencial Portal de la Sierra, en Usme, había un grupo de personas, al parecer alicoradas, que, según la Fiscalía, agredieron verbalmente a la familia. Los vigilantes del conjunto abrieron la puerta vehicular para que el grupo saliera. Todo hubiera terminado ahí si Patiño no hubiera regresado a la entrada del conjunto cuando advirtió que iba a llegar la Policía y quiso alertarlos.

En ese momento, según el relato de la Fiscalía, Miguel Ángel Martín lo aferró por el cuello, lo sacó a la calle y lo sostuvo mientras John Freddy Cristancho lo apuñalaba. La víctima cayó al suelo, donde siguió recibiendo patadas. Un vigilante salió en su auxilio, pero fue golpeado por los dos hombres. Segundos después, dos policías llegaron a controlar la situación y también fueron atacados por el grupo. La escena quedó grabada en las cámaras de seguridad del conjunto residencial.

Cristancho y Martín huyeron. Cuando un policía los alcanzó, lo recibieron a patadas. Le dieron una paliza que le dejó lesiones serias en los genitales. Sólo con la llegada de refuerzos pudieron doblegarlos. Y ahí empezaron las irregularidades con la evidencia clave. Justo antes de legalizar las capturas, el video, que había sido proporcionado por la Policía, desapareció. Así, Cristancho y Martín quedaron libres.

Cuando la Fiscalía tuvo la evidencia de nuevo en su poder, los hombres fueron recapturados y el CD donde estaba grabado el video fue puesto en cadena de custodia, bajo vigilancia del CTI. Patiño murió el 7 de marzo de 2014, tras cuatro días en un hospital. Después del asesinato, sus dos hijos y su esposa recibieron amenazas y tuvieron que abandonar su casa en el conjunto residencial donde ocurrió el crimen.

El pasado 1º de febrero, la Fiscalía quiso exponer el video en el juicio, pero después de varios intentos, no funcionó. La historia se repitió dos días después, en una nueva diligencia. Entonces vino el ultimátum del juez al fiscal: “Si en la próxima sesión no se puede hacer la proyección, tendrá que desistir de esta prueba porque no podemos dilatar el proceso”.

En la próxima audiencia, programada para el 28 de abril, el juez escuchará a algunos testigos y se volverá a intentar reproducir el video, pero la familia está segura de que no funcionará porque, dice, no está grabado en el CD. Jeimy Patiño, hermana de la víctima, reclama que el juez sólo acepta el video que está grabado en el disco, aun cuando el original está en poder de la familia de las víctimas y esas imágenes están disponibles en la red e incluso circularon en medios de comunicación.

“Después de dos años y tantos tropiezos que ha tenido el proceso, como el daño milagroso del video clave para condenar a los asesinos, aún confiamos en Dios para que se haga justicia”, dice ella. De lo que pase con el video depende que Cristancho y Martín sigan recluidos en la cárcel Modelo, pero ahora condenados por el asesinato de Patiño, o que, por el contrario, se determine su inocencia y vuelvan a la libertad.