La seguridad es eje de debate para la oposición capitalina. El ecosistema variado y disperso de la seguridad indica nuevos retos, maximizados por el aumento de delitos que no dan tregua, pero se salen del control de las autoridades: la violencia intrafamiliar, que va en 22 % de aumento y las lesiones personales, también en aumento del 11,6 %, son algunos de los ejemplos. Las apuestas formales de la Alcaldía, no obstante, parece que no han dado los frutos que se esperaban y el control político le quiso cobrar factura con un proyecto muy sonado a inicios de año: los “Guardianes del Orden” ahora denominados por la administración, como “Gestores del Orden”.
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Fue una propuesta del alcalde Carlos Fernando Galán, quien abrió el debate hace unos meses. La idea hablaba de integrar personal con experiencia en el Ejército a los 1.986 frentes de seguridad, encargándose de mediar en conflictos de menor envergadura, como disputas entre vecinos por ruido o inconvenientes con mascotas. Sin embargo, la iniciativa recibió los primeros cuestionamientos por parte de expertos, el Gobierno Nacional y el Concejo que volvió a cobrarle factura por este proyecto.
Inseguridad
Datos del segundo semestre del año, arrojan reducción en hurtos, pero a pesar de la reducción, más de 64.704 han reportado ser víctima de hurto en Bogotá. Por su parte, la extorsión registra reducción del 15 % y los homicidios un aumento de más del 11 %.
Pese a la reducción en delitos como el hurto de vehículos y motocicletas, los crímenes contra la vida no dejan de aumentar. El homicidio creció un 11.9 % y las lesiones personales un 11.6 % en los últimos seis meses. La violencia intrafamiliar se mantiene al alza con 23.450 casos, y el hurto a personas —el delito más recurrente en el espacio público— aumentó un 23.5 % respecto a junio de 2024. El secuestro, un delito prácticamente erradicado en Bogotá, registra ya 26 casos en lo corrido del año.
¿Guardianes o gestores?
La iniciativa partió de analizar el déficit de fuerza pública, ampliamente discutido en Bogotá. La capital cuenta con solo 197 policías por 100.000 habitantes, debajo de los 300 recomendados por organismos internacionales. La Alcaldía ha reconocido, así, un déficit de más de 8.200 uniformados en la ciudad.
Otro dato que no escondió la administración es que los 15.865 reportados uniformados y uniformadas que se cuentan hoy representan la menor cantidad de uniformados en los últimos 12 años, muy por debajo de años como el 2017 cuando había 18.520 policías o el 2014, cuando Bogotá contaba con 20.292.
Meses atrás, el alcalde señaló que el grupo de “Guardianes del Orden”, hoy “Gestores del Orden” estaría conformado por personas con experiencia en manejo de conflictos, entre ellas, miembros retirados de la fuerza pública. En su momento, dijo que no estarán armados ni ejercerán funciones de Policía, pero atenderán temas como ruido, disputas por mascotas y uso del espacio público, fortaleciendo la presencia institucional.
Uno de los primeros cuestionamientos a esta propuesta surgió en el debate de control político, por parte del concejal Óscar Bastidas Jacanamijoy, de la bancada del Movimiento Alternativo Indígena y Social – MAIS. El cabildante cuestionó la propuesta y, ante sus preguntas, la secretaría contestó con información que describe el plan piloto de “Gestores del Orden” y no “Guardianes” como inicialmente se presentó. Este plan habla de 40 gestores ubicados en un punto neurálgico del centro de Bogotá: la carrera Séptima, entre la calle 11, sobre el parque Santander, y la 16, hacia el Museo del Oro.
“Quiero enfatizar que las funciones de estos actores son similares especialmente en lo relacionado con la atención a demandas ciudadanas, tomas barriales, mesas de diálogo, pactos de acción colectivo, diálogos institucionales, acciones de disuasión en escenario de conflicto y la promoción del respeto por el espacio público”, criticó el cabildante.
Por su lado, la respuesta de la Secretaría de Seguridad enfatizó en que el grupo de “gestores del Orden”, “recurren a la mediación y el diálogo para la prevención de conflictos, fomentan la comunicación, el entendimiento mutuo y la resolución proactiva de tensiones. De ninguna marea harán uso de la fuerza, por disposiciones constitucionales, esa es una función exclusiva de la fuerza policial. Tienen la posibilidad de comunicarse de manera expedita con el Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C4) de la ciudad, y cuando se agotan las etapas de diálogo como mecanismo de disuasión en un escenario de conflicto, los Gestores del Orden gestionan la movilización de recursos policiales y distritales necesarios para el desescalamiento del evento y el mantenimiento del orden”.
Y agregó:“esta duplicidad funcional permite inferir que si no se delimitan con claridad los roles y responsabilidades, podría generarse competencias idénticas, disperso, dispersión de recursos, un debilitamiento de las capacidades de mediación ya existentes y un presunto detrimento patrimonial”.
Incluso el concejal Bastidas, como representante de comunidades indígenas, sugirió a la guardia indígena como parte de los planes de seguridad.
Por otro lado, respecto a la conformación de este grupo, la secretaría le indico al cabildante que se disponía a iniciar una prueba piloto con 40 “Gestores”, “pero no se precisó cómo se haría la convocatoria para conformar dicho grupo. Por eso, el propio Bastidas, mediante petición verbal, solicito a la personería de Bogotá que garantice la transparencia de estos procesos”.
A las críticas se le sumó, Juan Felipe Jiménez, experto en temas de convivencia, con experiencia en pasadas administraciones con gestores de este tipo. “Sin facultades sancionatorias, la propuesta es limitada. Aunque se les dé protagonismo, los Guardianes del Orden no podrán hacer cumplir la norma si el ciudadano no colabora. El Código de Policía otorga la facultad sancionatoria solo a la Policía, específicamente a los comandantes de los CAI en Bogotá. Esto implica que los Guardianes podrán mediar, pero no sancionar. Si un ciudadano no baja el volumen o un local sigue operando fuera de horario, no podrán hacer más que invitar al diálogo. La eficacia dependerá de la voluntad de quien infringe la norma”, precisó Jiménez.
¿Qué dijo la secretaría de Seguridad?
César Restrepo, secretario de seguridad, indicó que “los gestores del orden son una nueva capacidad para la ciudad. Es un nuevo elemento que contribuye al funcionamiento general de la ciudad y, por lo tanto, dentro de la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, con el acompañamiento de todas las entidades de la Alcaldía Mayor de Bogotá hemos desarrollado durante estos meses el modelo que ya está entrando en la fase final de implementación”.
Asimismo, Restrepo señaló que, a finales del año, Bogotá tendrá el primer grupo de estos gestores ya incorporados en el trabajo de la administración, desarrollando sus funciones. “Durante estos meses hemos estado diseñando las funciones, cómo se van a ver en la ciudad, cómo van a asignarse la zona donde van a trabajar, qué tipo de cosas van a hacer, cómo van a contribuir a la integración de todo el proceso distrital para que la solución a problemas en el espacio público, la solución a problemas entre comunidades no solo sea la reacción frente a una demanda de la ciudadanía, sino la posibilidad de sostener los esfuerzos en el tiempo para una transformación de los entornos y de la dinámica de lugares de la ciudad”.
Se espera que en los próximos meses, la cartera abra una convocatoria para configurar el primer equipo de Gestores del Orden. “En este momento terminando de ajustarse. Estamos próximos a hacerlo y ahí tendrá la ciudadanía en su conjunto toda esa información porque esta será una convocatoria abierta. Habrá una primera etapa con unos 200, 250 y adicionalmente durante los años siguientes estaremos incorporando un número adicional. Esperamos llegar a un número cercano a los 2.000 al final del gobierno”, cerró el secretario.
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